Quienes llegan a una Contraloría tienen que ser los mejores servidores públicos. El que va a trabajar con el Estado no puede ser deudor del mismo. Así lo considera la nueva Auditora General Laura Marulanda.
A solo unos días de haber tomado posesión del cargo como Auditora General, la abogada antioqueña Laura Marulanda, ya dio una mirada rápida a lo que ha sido hasta ahora la labor de las contralorías y estima que requieren cambios profundos. Desde su perspectiva, ninguna está haciendo valoración de costos ambientales, los controles de advertencia se han manejado mal, y la misma auditoría podría estar haciendo actividades que no le corresponden. Así habló la nueva Auditora.
¿Por qué quiso ser auditora?
Llevo más de 24 años de servicio público, casi todos en el control fiscal. Lo aprendí en el camino, desde que fui secretaria, auxiliar administrativa, tecnóloga, abogada, contralora municipal, contralora delegada y ahora auditora. Sobre lo que he criticado del control fiscal, ahora tengo oportunidad de trabajarlo.
Es decir, hará muchos cambios. ¿Cuáles serán prioritarios?
Se requiere un fortalecimiento del control fiscal, y exigiendo más calidades para ser contralor. Quiero hacer una reingeniería a la Auditoría para que el proceso auditor se haga más enfocado a lo que ordena la Constitución: más hacia la gestión y a los resultados de los entes vigilados.
¿Qué se está haciendo mal ahora?
Se hace control a las entidades con un enfoque que a veces se repite con el control interno, o a veces unos se meten en temas que son competencia de la Fiscalía, la Procuraduría o las mismas contralorías. Hay que enfocar ese control a lo que nos ordena la Constitución y la Ley.
¿Qué le corresponde a las contralorías y no lo han hecho?
La valoración de los costos ambientales, por ejemplo. Las contralorías, todas, nos hemos limitado a hacer un inventario de recursos naturales. Cada año se lo presentamos al Congreso, pero poco se innova año tras año. Una muestra de lo que tenemos que hacer y no hemos hecho es establecer cuál fue el costo ambiental de la construcción de la 26.
Se han lanzado críticas a los controles de advertencia que hacen las contralorías porque podrían estar frenando la ejecución de recursos para obras. ¿Está de acuerdo?
La función de advertencia ha estado muy mal manejada. Advertimos y decimos, ‘preséntenos un plan de mejoramiento’, lo que raya en la coadministración, cuando el camino debe ser advertir para señalarle al sujeto vigilado los posibles riesgos en que puede incurrir, pero darle la plena libertad de que él tome la decisión de cómo va a seguir.
Después sí se evalúa el resultado. Es como tener un hijo que va por el camino equivocado y uno le dice por ahí no es, pero es él quien decide el rumbo.
Pero si se hace el control fiscal sobre la gestión y los resultados se corre el riesgo de dejar avanzar mucho la corrupción...
El control fiscal enfocado a gestión y resultado no quiere decir que no podamos ir examinando el panorama.
Qué gano yo diciendo que equis entidad va a hacer una inversión y desde ya digo que ese negocio está mal hecho. Qué gano si espero que se cometa el hecho y sanciono para después tener el premio mayor y decir: sancioné al funcionario.
Cuando hay detrimento, así lo pague de su bolsillo el responsable, jamás se va a recuperar. El dinero que se ha perdido de la salud, de la educación, del saneamiento básico, así el sujeto de control lo pague no vuelve al sector, vuelve a un fondo común de donde es redistribuido. No se pierde como tal, pero el daño al sector que tenía el recurso se hace.
¿Cómo pretende organizar ese aspecto?
Con una ley. Ahí tenemos que trabajar de la mano con la Contralora general, con los contralores distritales, departamentales y municipales.
Se dice que usted va a ser el ‘coco’ de la Contralora...
No voy a ser el ‘coco’ de la Contraloría. Voy a ser el ‘coco’ de los malos gestores públicos y fiscales.
¿Por qué no se logra eficiencia en la recuperación efectiva de recursos tras la actuación de las contralorías?
La recuperación es un tema preocupante. Hay funcionarios que le apuestan a dejar prescribir los procesos cuando están muy encartados para no tener que actuar. O cuando se actúa es tan tarde que el responsable tuvo todo el tiempo del mundo para insolventarse.
Tenemos que llegar a darnos el lujo de inventar un seguro que pague el servidor público para proteger el patrimonio del Estado en caso de que cometa un acto de corrupción. Hay que establecer normas para que un funcionario que deje prescribir un proceso sea sancionado.
La Auditoría examina la contratación pública, pero la Contraloría dice que no es su competencia. ¿Qué opina?
No quiero hacer juicios a priori, pero el tema sí lo estoy analizando a fondo.
¿Qué hará por las contralorías territoriales?
Me opongo a la supresión de las contralorías territoriales, pero necesitan un revolcón. No puede existir contralorías que tienen un contralor y una secretaria, y no hay segunda instancia, ni quién adelante procesos o haga auditorías. Mi función como Auditora es ayudarlos con infraestructura y con funcionarios para que cumplan su función.
Martha Morales M.
Economía y Negocios
DOCTORA, EN LA MEDIDA QUE EL ESTADO NO ACLARE, DEFINA O GUIÉ EL SISTEMA PENSIONAL EN COLOMBIA, ACOMPAÑADO DE LA INCERTIDUMBRE, CONFLICTO DE INTERESES DE ESTA Y SIN RUMBO CLARO, HACE QUE MUCHOS FUNCIONARIOS, VEAN LA ALTERNATIVA DE TENER QUE EFECTUAR ACTOS POCO AGRADABLES PARA SU FUTURO, ANTE EL TEMOR DE NUNCA PODERSE PENSIONAR, O NO DARLE LAS GARANTÍAS DE ASEGURAR SU MESADA PARA SU VEJES O RETIRO DE LA VIDA LABORAL.......
ResponderEliminarPOR: Guillermo León Cardona Monsalve
ResponderEliminarBuenos días, Juán José:
Muchas gracias por toda la información suministrada.
En cuanto al seguro anticorrupción, opino que, como muchos otros hechos del diario acontecer de nuestro país, es legalizar la corrupción con más corrupción, ejemplos los tenemos a granel: las pirámides a las que, se les montó un ente burocrático y corrupto llamado interventoría, a costa de los ahorradores, las reformas a la seguridad social, en las que, el primero que la desfalca, son los políticos de turno, llamados gobierno, la policía anticorrupción, creada por un amigo mio (alvaro uribe velez "no merece mayúsculas" a duro que nos ha dado) y no acabaríamos de mencionar casos, si, partimos desde la patria boba 1866 si no estoy mal.
Feliz día
Guillermo