ELTIEMPO.COM, Por: JORGE BUSTAMANTE, 13 de Agosto del 2013
Jorge Bustamante
El objetivo de la modificación metodológica de la medición de la pobreza no era el de reducirla. La iniciativa de mejorarla buscó ofrecer una medición actualizada, técnica y precisa, a través de dos instrumentos.
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La problemática de la pobreza en Colombia ha suscitado una interesante discusión entre los analistas; no obstante, padece en ocasiones de falta de rigor técnico. Por ejemplo, la columna Un presidente intrascendente, de Salud Hernández-Mora (EL TIEMPO, 11/8/2013), trae a colación la siguiente afirmación: “También me decepcionó que para disminuir la pobreza modificaron la metodología de medición. Ahora $ 300.000 mensuales sacan a una familia de las estadísticas de miseria, y $600.000 de la pobreza”.
Es importante enfatizar que la acusación es tendenciosa, pues el objetivo de la modificación metodológica de la medición de la pobreza no era el de reducirla. La iniciativa de mejorarla buscó ofrecer una medición actualizada, técnica y precisa, a través de dos instrumentos. Primero, para la construcción de la línea de pobreza se utilizó una base estadística actualizada de los hábitos de consumo de los colombianos: la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos, 2006-2007 (la anterior utilizaba la de 1994-1995). Segundo, utilizó una medición más precisa del agregado de ingreso, omitiendo el ajuste a Cuentas Nacionales, que introducía sesgos no controlados en la distribución de los ingresos y la composición de la pobreza.
La sesgada afirmación de la periodista sostiene que la pobreza entre el 2010 y el 2012 se redujo como consecuencia del cambio metodológico. Lo sorprendente es que mientras que con la antigua metodología la pobreza caía 6,4 puntos porcentuales, entre el 2010 y el 2012, con la nueva, sólo cayó 4,5 puntos porcentuales para este periodo. Igual sucedió con el cálculo de la pobreza extrema, la cual caía 2,5 puntos porcentuales con la antigua metodología, mientras que con la nueva solo bajó 1,9.
La frase soslaya un enorme y riguroso esfuerzo interinstitucional. La metodología nueva fue elaborada por una misión internacional de expertos, la Mesep, en la cual participaron João Acevedo y Carlos Eduardo Vélez, del Banco Mundial; Juan Carlos Feres, Juan Carlos Ramírez y Olga Lucía Acosta, de la Cepal; Manuel Ramírez, exdecano de Economía de la Universidad de los Andes; Jorge Iván González, exdecano de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional; Esteban Piedrahíta, Hernando José Gómez y Mauricio Santamaría, directores del DNP; Héctor Maldonado y el suscrito, directores del Dane. Además de Roberto Angulo y Eduardo Freire, quienes fungieron como secretarios técnicos de la Misión.
Este equipo trabajó en los modelos y en la consistencia estadística durante tres años, teniendo en cuenta parámetros internacionales, como los de la FAO, institución que determina una canasta alimentaria de 2.090 calorías como consumo mínimo por persona, cuyo costo en Colombia asciende a $ 91.207 para el año 2012.
Es decir, si un hogar está compuesto por 4 personas, sus miembros serán clasificados en pobreza extrema si el ingreso total del hogar está por debajo de $ 364.828. Con respecto a la pobreza que tiene en cuenta los bienes alimentarios y no alimentarios, el valor de la canasta per cápita alcanzó un costo de $202.803. Por lo tanto, si para un hogar de cuatro miembros se recibe un ingreso por debajo de $ 808.332 será catalogado como pobre.
Además, hay otros factores que explican la disminución de la pobreza monetaria y la absoluta, entre los cuales se encuentran una disminución de la tasa de desempleo en junio entre el 2010 y el 2013, del 11,6% al 9,2%. También, el incremento de los salarios por encima de la inflación, durante los últimos tres años. Sin tener en cuenta programas sociales como Familias en Acción, Familias Guardabosques, cobertura del Sisbén, Jóvenes en Acción, programas de atención a desmovilizados, reinsertados y víctimas.
En conclusión, el Dane, una entidad seria que busca mantener estándares elevados de rigor estadístico, no acepta afirmaciones como las realizadas por la columnista.
Jorge Bustamante
Director del Dane
Director del Dane
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