Pedro Nel Ospina debe explicar ante la Procuraduría por qué
se ha desatendido a miles de pensionados.
Pedro Nel Ospina, saliente presidente de Colpensiones.
Foto: Daniel Reina / SEMANA
En la mañana de este viernes se confirmó la dimisión de Pedro Nel Ospina
a la dirección de Colpensiones. El gobierno aceptó la renuncia del
economista días antes de que se presente en un juicio ante la Procuraduría
a la dirección de Colpensiones. El gobierno aceptó la renuncia del
economista días antes de que se presente en un juicio ante la Procuraduría
El Ministerio Público tiene bajo su lupa a Nel por su presunta responsabilidad en una grave falta disciplinaria: el incumplimiento de sentencias judiciales.Por esa razón, el organismo disciplinario lo citó a un juicio, en el que deberá explicar por qué no se han atendido los requerimientos de miles de pensionados.
En diálogo con periodistas, Nel aseguró que renunció por razones personales. "Es por mi familia y para que podamos estar tranquilos", dijo.
En su reemplazo, el presidente Juan Manuel Santos nombró a Mauricio Olivera, quien ocupaba el Viceministerio de Empleo y Pensiones. El nuevo presidente de la entidad es economista de la Universidad de los Andes.
Bajo la mirada de la Procuraduría
Fueron cerca de 900 informes de juzgados y un centenar de quejas interpuestas por ciudadanos, las fuentes que alertaron a la Procuraduría sobre una presunta irregularidad en Colpensiones: el incumplimiento sistemático de acciones de tutela relacionadas con el trámite, el reconocimiento y el pago de prestaciones económicas de sus afiliados.
Tras tres meses de investigación, la Procuraduría comprobó que Colpensiones, que aún no cumple su primer año de funcionamiento, ha incumplido 213 fallos judiciales, lo que vulnera los derechos fundamentales de los ciudadanos que recurrieron a la tutela.
Por eso, el pasado 13 de junio, la Procuraduría le abrió a Ospina pliego de cargos por el incumplimiento sistemático de acciones de tutela.
"De 213 fallos de tutela, la Procuraduría constató que 168 no tuvieron respuesta y los restantes 45, de forma extemporánea: 79 días después de proferida la sentencia, cuando la ley colombiana obliga a responder en 48 horas. Según la Procuraduría, Ospina “estaba obligado en su condición de presidente de Colpensiones a dar cumplimiento a estas sentencias”", informó SEMANA el pasado 22 de junio en su artículo 'Tutelitis' contra las pensiones.
Ospina se defendió. Aunque reconoció que Colpensiones es la llamada a responder por las tutelas, señaló que fueron incumplidas por el Seguro Social, entidad que no entregó toda la información que se requería. Además afirmó que la entidad ha demostrado que no ha sido negligente y una prueba son los resultados que ha tenido hasta ahora. Por ejemplo, ha resuelto 192.000 solicitudes de reconocimiento de pensión, ha contestado cerca de 450.000 derechos de petición y ha corregido 94.000 historias laborales. “Aquí no ha habido negligencia, estamos trabajando a toda máquina, incluso en la corrección de las historias laborales estamos operando en tres turnos”, indicó el saliente directivo a esta revista.
En criterio de la Procuraduría, la responsabilidad directa la tiene el saliente presidente de Colpensiones porque “no vigiló ni controló” que el servidor encargado de cumplirlas, lo hiciera de forma oportuna.
Nel delegó a Isabel Cristina Martínez, gerente nacional de reconocimiento de Colpensiones, la función de darles cumplimiento a estos fallos judiciales. Sin embargo, para el Ministerio Público, la responsabilidad del presidente de Colpensiones “no se encuentra agotada con la expedición del acto administrativo de delegación”, puesto que sobre él recae “una obligación de dirección y control de la actuación administrativa institucional”.
Finalmente, la Procuraduría también señala que Nel, quien hacía parte de la junta directiva del ISS, le certificó a la Superintendencia Financiera el 21 de septiembre del 2012 que Colpensiones “se encuentra en capacidad administrativa, operativa, técnica y jurídica, para el inicio de operaciones a partir de esa fecha”.
La entidad explica que si Ospina aseguró lo anterior es “porque conocía y entendía su capacidad para ejercer y controlar toda la actividad a desarrollar por parte de cada una de las dependencias de la entidad, circunstancia que refuerza el conocimiento que tenía sobre la obligación de cumplir con los fallos de tutela”.
Sin duda, durante este semestre no pararon en ningún momento los numerosos cuestionamientos al saliente presidente de Colpensiones. Por ejemplo, el Congreso lo citó varias veces a responder por la “ineficacia” de la entidad que lideraba, y la Contraloría informó en varias ocasiones sobre las presuntas irregularidades para que los afiliados tuvieran acceso a sus pensiones.
'Tutelitis' contra las pensiones
Desde hace un buen tiempo, Colpensiones -la entidad que sustituyó al Seguro Social en el manejo del régimen de prima media en pensiones-, se enfrenta a un gran dilema. O se dedica a resolver en los tiempos que estipula la ley la avalancha de tutelas que heredó del ISS y que le siguen llegando en gran volumen, o atiende el día a día, es decir, las solicitudes de pensiones de sus afiliados.
Según el saliente presidente de la entidad, Pedro Nel Ospina -citado por SEMANA el pasado 22 de junio-, si bien este año se ha logrado desatrasar muchos de los pendientes que les entregó el Seguro Social, todavía el panorama de Colpensiones es muy crítico.
"A la fecha, hay 80.000 tutelas falladas en contra de la institución (el 85 por ciento viene del ISS), 22.000 procesos por desacato respecto al cumplimiento de sentencias de tutela (todos del Seguro Social), cerca de 70.000 derechos de petición y otras 100.000 solicitudes de corrección a las historias laborales. Y mientras tanto, en fila hay alrededor de 200.000 peticiones de reconocimiento de pensión que deben ser atendidas oportunamente para evitar que den origen a nuevas tutelas", dice la nota.
En su momento, Ospina afirmó que si se dedicaba sólo a responder las acciones judiciales en los plazos legales (las tutelas deben ser resueltas en 48 horas), tendría que dejar de atender las solicitudes de pensión, pues no habría capacidad operativa para adelantar las dos tareas simultáneamente.
Por eso, el saliente presidente de la entidad le pidió a la Corte Constitucional que le diera una mano para ponerse al día con las tutelas represadas. Concretamente le solicitó que declare el “estado de cosas inconstitucionales”, que es un mecanismo de protección de los derechos fundamentales que ya se ha permitido en el pasado (caso Cajanal).
Según los abogados consultados, la situación actual de Colpensiones es insostenible y es urgente que se encuentre un camino para que la entidad salga del embrollo generado por las tutelas heredadas del ISS. De lo contrario, estaría entrando en un círculo vicioso, pues mientras resuelve tutelas, atrasa las peticiones nuevas, lo cual generará nuevas acciones judiciales.
CAJANAL, ISS y COLPENSIONES, son organismos burocráticos de ingrata recordación. Ignoran los términos legales, desconocen las semanas de cotización, expiden actos administrativos contradictorios, no estudian las peticiones y resuelven los casos máquinas sin inteligencia. No hay con quien hablar. Ni a quien reclamar. Son instituciones sordas. Fueron y son el ejemplo de la burocracia ineficiente.
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