La organización internacional sostuvo que es fundamental para el país cambios estructurales en el tema. Hay una alta informalidad laboral, lo que hace que sean pocas las personas que cotizan al régimen.
La realización de una reforma pensional en Colombia es urgente, declaró el representante de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, Álvaro Pereira, quien sostuvo que la iniciativa es fundamental en el sentido de aumentar la edad de jubilación para garantizar el pago de las mesadas.
Sin embargo, manifestó que serán los colombianos quienes deberán establecer los derroteros de cambios en el tema.
Afirmó que en todo el mundo se viene hablando de aumentar la edad de jubilación y la igualdad entre hombres y mujeres.
Sobre el tema, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo que es fundamental ir pensando en adelantar una reforma pensional, “pero hay que ir más allá de enunciarla y es necesario comenzar a analizar el contenido de dicha reforma”.
Otra de las propuestas del organismo internacional tiene que ver con la creación de salarios diferenciales dependiendo de cada una de las regiones del país.
En este punto, Pereira dijo que, “no es lo mismo el panorama laboral y salarial en una ciudad como Bogotá o Medellín a Barranquilla, por eso es necesario revisar el tema, pero serán los colombianos quienes finalmente decidan si es importante o no”.
Entre las recomendaciones, la OCDE señala que es importante simplificar más los procedimientos de registro de empresas y afiliación de trabajadores a la seguridad social, mejorar además los programas activos del mercado de trabajo, ampliar la educación infantil y elevar la calidad de los programas educativos.
Alta informalidad
Para el presidente de la Asociación de Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías., Asofondos, Santiago Montenegro, en Colombia hay unos 24 millones de personas económicamente activas, de las cuales 22 tienen una ocupación y otros 2 millones están desempleados.
De estos 24 millones de activos, solo 8,4 millones están cotizando a pensiones, a los dos regímenes, el de prima media y el ahorro individual, lo que implica que la informalidad, definida como los trabajadores que no cotizaron a pensiones en el último mes, sea de un 65% de la población económicamente activa.
Si se trasladan estas cifras a la relación de trabajadores activos a adultos mayores, se encuentra que, en lugar de 6,7, solo hay dos.
Para ser más preciso, “en Colombia solo tenemos dos trabajadores cotizando a pensiones por cada adulto mayor de 65 años. Esta es la relación que tiene un país de población muy envejecida, como Japón, y es la tasa que, teniendo en cuenta solo la transición demográfica, deberíamos alcanzar hacia el año 2060. Es como si la informalidad nos envejeciera prematuramente, pero no con el ingreso per cápita de un país rico, como Japón US$ 40 mil al año sino con el magro ingreso per cápita que tenemos en la actualidad, que es de unos US$8 mil”.
Reforma estructural
Para la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, lo que está claro es que el sistema pensional de Colombia requiere reformas urgentes a nivel paramétrico y estructural; el Gobierno haría bien en liderar este tipo de reformas recomendadas por la OCDE, en vez de estar perfeccionando el “arte de las postergación” a través de convocar otra Comisión para que concluya todo lo anterior.
Lo peor que le podría pasar a Colombia en el frente pensional es que dicha comisión decida, además, que lo “urgente” y único es continuar dando más subsidios, en vez de arreglar paramétricamente el problema estructural.
Según el centro de estudios el problema de Colombia es que su sistema pensional tan solo ha generado pensiones para un 25% de su población en edad de pensión, mayor a los 62 años.
Luego la pregunta de fondo es: ¿qué hacer actualmente con los ancianos pobres que carecen de pensión? A este respecto, la OCDE propone fortalecer el programa de Colombia Mayor, a través del cual se les otorgan subsidios a los ancianos pobres; y profundizar los esquemas de ahorro para aquellos ancianos a los que les faltan relativamente pocas semanas de cotización a través de los llamados Beneficios Económicos Periódicos, BEP.
En el caso de Colombia Mayor, esta propuesta tiene gran sentido socioeconómico, pues actualmente tan solo compromete 0,01% del PIB por año y bien podría duplicarse su cobertura hacia 0,02% del PIB, con un gran multiplicador de bienestar para cerca de 2-3 millones de potenciales ancianos indigentes que tendrá Colombia durante la próxima década.
Alto costo
Según el presidente de Fasecolda, Jorge Humberto Botero, el régimen de reparto ‘devora’ $38 billones del presupuesto nacional.
El directivo, quien ha sido uno de los promotores de la realización de una reforma para desactivar la llamada bomba pensional, sobre el tema ha reiterado que de esos $38 billones que cada año destina el Estado para pagar las pensiones, no todos van para Colpensiones, pues la entidad solo recibe $11 billones. El resto va para fondos de la Policía y las Fuerzas Militares y maestros.
Además, dijo que de 2,1 millones de pensionados que hay en el país, un millón 150 mil son de Colpensiones; cerca de 120 mil están en los fondos privados y el resto son de fondos especiales. “Entonces, sí, se gasta mucho en pensiones pero no todo va para Colpensiones”, aseguró.
Botero explicó que actualmente solo 23% de las personas de la tercera edad reciben una pensión, que sin una reforma al sistema de la seguridad social ese porcentaje va a disminuir hacia 18,8% para 2050, y que en Colombia “la vejez es la principal causa de la pobreza”.
Los retos
Pereira advirtió que para mantener la senda de crecimiento se deben "introducir reformas" para reforzar la calidad de la educación, reducir la informalidad en la economía, mejorar las oportunidades laborales de las mujeres, invertir en infraestructura y reducir barreras de competencia, entre otros.
"El reto que nos aguarda es conseguir mayores niveles de ingresos y bienestar para todos los colombianos", afirmó el directivo, quien destacó que la economía de Colombia es una de las más sólidas de América Latina porque ha mostrado "mayor resiliencia" que otras frente a la caída de los precios de las materias primas.
La nación sudamericana está "en la última etapa" para ingresar a la OCDE, un club de 35 democracias con economías abiertas y en su gran mayoría ricas que promueve las buenas políticas públicas, según explicó en octubre el secretario general del organismo, José Ángel Gurría.
A Colombia, cuarta economía latinoamericana según el Banco Mundial, le falta el visto bueno de tres de 23 comités para entrar en pleno en la organización. Entre los pendientes hay temas comerciales y asuntos sociales.
Reflexiones al tema pensional
