miércoles, 28 de agosto de 2013

50 años de un sueño que aún sigue pendiente.....


ELCOLOMBIANO.COM, 28 de agosto de 2013



 Hace 50 años Martin Luther King pronunció su famoso discurso Tengo un sueño, al que se le han sumado nuevas intenciones. Somos soñadores.

Doscientas cincuenta mil personas es el cálculo histórico de aquel río de gente que, apretujadas en el National Mall de Washington, oyeron a Martin Luther King Jr. decir aquello de:

"Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, si no por los rasgos de su personalidad".

Fue en 1963 y fue también un miércoles cuando el reverendo pronunció el que es su discurso más conocido. Yo tengo un sueño fue el culmen de la Marcha a Washington por Empleo y Libertad, una protesta masiva y pacífica en contra de la segregación.
Pero fue más allá, hoy esas palabras son un llamado universal, una lucha por los derechos humanos.

"Lo dicho allí por Martin Luther King es absolutamente importante porque es tomar conciencia de que no podemos tener identidad sin alteridad. Es decir, yo no puedo ser yo sin el otro, el otro no puede ser el otro sin mí", explica el sociólogo Fabián Sanabria.

Agrega el académico que es un discurso que tiene mucho que decirnos hoy en un país "donde somos racistas y clasistas", pero que vive un particular momento que tiene mucho que ver con lo dicho por el reverendo hace cinco décadas en esa tarde calurosa de agosto.

"Hoy tenemos un momento especial, con este despertar de la conciencia campesina. Colombia tiene que reconciliarse con el campo y el agro. ¿qué sería del citadino sin el que labra la tierra?", agrega el académico, director del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh).

La realidad
Pero es un sueño que, a juzgar por los hechos, sigue pendiente y no solo se trata de la segregación racial en Estados Unidos, sino en el mundo, como lo señala el sociólogo Sanabria.

"Falta mucho para que ese sueño del reverendo, que no era solo por los negros, sino también por la justicia social, se cumpla. La inequidad es brutal en el mundo de hoy", agrega el experto en noviolencia Luis Javier Botero,.

"No estamos al día con la otredad, discriminamos y cada vez en el mundo debemos darnos cuentas que no podemos vivir solos y que las culturas sean arco iris de todos", concluye Sanabria.

ANÁLISIS
Un cambio en la mente y un giro en la historia

GONZALO SOTO
Historiador Profesor Universitario UPB

Analizar el discurso de Martin Luther King, 50 años después, obliga a pensar en el efecto que ha tenido en nuestra historia contemporánea y en cómo alteró el curso de nuestras relaciones como sociedad. 

En primer término, creo que generó conciencia del multiculturalismo, terminó con la idea de que existían culturas privilegiadas y culturas dominantes, frente a las que se pensaban inferiores. En ese sentido, el multiculturalismo fue un gran aporte de ese discurso. 

También se logró un reconocimiento del diferir de las diferencias, o sea de la tolerancia y de que se terminara esa distinción entre nosotros y el otro. El reconocimiento de las diferencias llevó a la posibilidad de ponerse al servicio de los otros. 

Al lado del multiculturalismo está el interculturalismo, eso de que existieran culturas aisladas que no se relacionaban también se transformó y se establecen relaciones más fuertes entre las personas. 

Sin duda la historia está marcada por personas que se atrevieron a soñar, como lo hizo hace 50 años Martin Luther King. 

Yo participo de la teoría de Max Weber respecto a que al lado de las estructuras formales, económicas y políticas, están los líderes carismáticos. 

Ellos, debido a su influjo, aparecen en la historia como motores de la cultura. Creo en la presencia de líderes carismáticos que sean motores de las estructuras económicas, políticas, sociales y cultu
rales, precisamente, desde ese talento del liderazgo y de la posibilidad de su carisma.


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