Por: Confidencial Colombia | Agosto 14, 2013
Confidencial Colombia conoció en exclusiva una carta del Director del Colegio de Generales de la Policía Nacional dirigida al presidente Santos en la que le expresa la oposición de un sector de la institución al proyecto que busca crear el Ministerio de la Seguridad Pública, propuesta clave para la Colombia del posconflicto.
En la carta, que harán pública en las próximas horas y aquí anticipamos, el Brigadier General (r) Pablo Albert Rojas Flórez le expresa al presidente la preocupación de un sector del alto mando institucional por el proyecto que busca desmilitarizar las funciones de la Policía, devolviéndola, como sucede en casi todo el mundo, a un ministerio civil.
“Esperamos que no se precipite al país a una inoportuna reforma que lejos de mejorar las condiciones de seguridad ciudadana, implica un grave riesgo para Colombia. Observarnos con preocupación y desesperanza como una institución centenaria, garante y promotora de los derechos y libertades públicas, entregada sin renuncias y condiciones al supremo bienestar de los colombianos; aportando la más alta cuota de sacrificio como víctima silente de la más irracional violencia, pueda desarraigarse de la que ha sido por más de 60 años su dependencia orgánica, manteniendo incólume la fidelidad a sus principios, su claridad conceptual y la entrega incondicional al servicio de la nación, para colocarla dentro de una nueva estructura que consideramos inconveniente e inoportuna ya que en nada contribuye a su progreso y desarrollo, la resta autonomía, entraba su gestión, genera distancias y escalas en el orden funcional que dilatan y contradicen la dinámica propia de sus acciones y procedimientos”. Advierte el B.G. Rojas
Por encargo expreso del Presidente Santos, el general Óscar Naranjo quedó a cargo del diseño de este proyecto con apoyo de expertos internacionales, para crear un modelo que dé vida al nuevo ministerio de Seguridad, que sin aun ver la luz, ya ha generado una fuerte polémica por quienes ven la iniciativa como inconveniente para continuar enfrentando las amenazas de seguridad interna del país. Pero hay también quienes la encuentran oportuna para sanear la Policía y ponerla al verdadero servicio de la seguridad ciudadana.
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