Martin Luther King Jr. declaró desde la escalinata del Lincoln Memorial que la Marcha sobre Washington “no (era) un fin sino un principio”. Cincuenta años después, la igualdad racial aún no se ha completado.
Los Estados Unidos tienen presidente negro, millones de afro-estadounidenses han obtenido títulos universitarios y una creciente cantidad se desempeña en puestos profesionales y de dirección que no estaban a su alcance en 1963.
Sin embargo, en casi todos los planos –ingreso, movilidad económica, vivienda, educación, empleo, posición en el sistema de justicia penal y expectativa de vida- están rezagados respecto de los blancos, según el censo y otros datos que recopiló Bloomberg.
Cuando el presidente Barack Obama conmemore mañana el aniversario de la marcha con un discurso en el mismo lugar en que habló King, su condición de primer presidente negro desmentirá esa brecha, un punto que reconoció la semana pasada a pesar de hablar de los “enormes avances” que se han hecho.
El legado de la discriminación, la esclavitud, Jim Crow, ha implicado que algunas de esas barreras institucionales al éxito siguen existiendo para muchos grupos”, dijo Obama en la Universidad Binghamton en Nueva York el 23 de agosto. “La pobreza de los afro-estadounidenses sigue siendo en el país mucho mayor” que la de otros grupos, dijo.
Desde que asumió la presidencia en 2009, Obama ha respaldado propuestas de ayuda a minorías de ingresos más bajos: programas educativos, expansión de becas para estudiantes de familias pobres, un impulso de US$850 millones a universidades tradicionalmente negras e incremento del salario mínimo. Entre quienes podrían beneficiarse de su ley de salud se cuentan más de 7 millones de personas negras que carecen de cobertura médica.
GRADO DE POBREZA
Obama también hizo referencia a los negros que ocupan altos cargos en el gobierno, tales como el procurador general, el asesor de seguridad nacional y el director de la Agencia de Protección Medioambiental.
De todos modos, el avance económico se ha visto afectado como consecuencia de la peor recesión desde la Gran Depresión.
Desde que finalizó la recesión en junio de 2009, la mediana de los ingresos de las familias negras ha declinado 10,9 por ciento, en comparación con una caída de 3,6 por ciento de las familias blancas, dijo la semana pasada Sentier Research, una firma de consultoría económica de Annapolis, Maryland.
Es una de las razones por las que el discurso “Tengo un sueño” de King sigue teniendo resonancia décadas después de finalizada la segregación oficial y de que en 1965 se aprobara la Ley de Derecho al Voto.
En el discurso de 1963 en la llamada Marcha sobre Washington por Empleos y Libertad, King dijo que un siglo después de la Proclama de Emancipación que puso fin a la esclavitud, los estadounidenses negros vivían “en una isla solitaria de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material”.
En el discurso de 1963 en la llamada Marcha sobre Washington por Empleos y Libertad, King dijo que un siglo después de la Proclama de Emancipación que puso fin a la esclavitud, los estadounidenses negros vivían “en una isla solitaria de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material”.
En la actualidad, si bien el grado de pobreza de los negros ha declinado en las últimas cinco décadas, sigue siendo de más de una cada cuatro personas, y casi tres veces más que el de los blancos.
Bloomberg
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