miércoles, 15 de mayo de 2024

¿Los cogieron y los jefes cuando?

cronicadelquindio.com  MAYO 16 DE 2024

Por: Juan José Orrego López

Colombia y la supuesta democracia que ha sido manejada por grandes líderes y profesionales de alto nivel a raíz de unos sucesos no gratos, movió al país, sector productivo un temor por decisiones amenazantes del presidente que obliga sin violar la ley aclarar al país. Valorando las reacciones de la sociedad sin duda son opiniones de ciudadanos temerosos o vividores de lo público que no les interesa combatir lo que ya destruye el país, la corrupción. Y para ocultar su culpa, el dolor o ese temor que hoy vive el país, muchos congresistas, los partidos y exfuncionarios de otros gobiernos guardan silencio, pues saben que son directos culpables del tormento que se vive, que a pesar de su alto nivel de formación, no usaron esa sabiduría por el bien del país pero si se usó para beneficio de ellos mismos ej: Justicia, Salud y Pensiones. 

A pesar de su alto nivel académico y formación, asusta ver parte de la sociedad, mostrando un odió o una sed de venganza donde lo que se ve, son caras ocultas a pesar de conocer unas ilegalidades y sus implicados. Es el momento donde debe actuar la sociedad, sector productivo, Congresistas aportando para proyectar y visionar donde las ganas de construir un mejor país, no se ve porque los que controlan el poder público y sus intereses, toman decisiones como si el derecho a reír y triunfar, fuera solo para ciertos sectores exclusivos, como el ocultar sus ilegalidades y no sean juzgados por ser ciudadanos con un título que no merecen unos llamarse "Gente de Bien", dejando que el derecho a sufrir y aguantar solo sea para la población marginada, sin poder gozar o triunfar como seres humanos que viven el mismo país. Increíble. 

Esos ciudadanos que se muestran como gente de bien, salvadores de la ética o creen ser los únicos que puedan mostrar errores de otros e ilegalidades, muchos han hecho lo contrario burlándose del país. El interés de partidos, oposición combatir la corrupción del actual gobierno que no se hizo con otros, es una labor que se aplaude que pudo ser más grandiosa y exitosa si hubiera iniciado años atrás, dónde seguro tendríamos hoy esa democracia limpia que todavía no se ve. 

Ese empuje de parar la corrupción que no ha existido ni siquiera un verdadero control, muy seguro muchos de los que hoy son grandes o supuestos líderes, que dicen combatir la corrupción o defender la ética, incluyendo muchos de los que todavía hacen cola para coronar vinculando hasta ex presidentes, si hubiera operado un estricto control, no existirían ni hubieran llegado a tener ese supuesto honor y grandeza disfrazada muchos de esos que hoy controlan el país y disfrutan de cuotas públicos. 

Es triste ver al país como la supuesta lucha de una sociedad o de actores disfrazados, hoy muchos siguen haciendo lo mismo, convierten mentiras en verdades para salvarse de la justicia, dejando a la verdad culpable del dolor y angustia del país. 

¿Los cogieron y los jefes cuando?

miércoles, 8 de mayo de 2024

Y ahora, ¿A quién creerle?

cronicadelquindio.com  MAYO 09 DE 2024

Por: Juan José Orrego López

        

Las experiencias vividas en años, el peso de la conciencia de cada líder de izquierda, derecha o del centro de actos ilegales y olvidos del pasado, el silencio guardado salvando intereses políticos, económicos o personales, cubiertos por esa supuesta barrera de indestronables, dónde poco les ha interesado a muchos los daños fiscales, sociales y si que menos combatir la corrupción, que sin corregir o querer actuar todavía, sentados y devengando, ven como crecen los problemas sin solución, incomprensible actitud. Si es imposible o no quieren dialogar para evitar más daños al país, entonces ¿por qué si, es más fácil, destruir, tolerar, tapar, abusar con actos ilegales, fomentar la corrupción, engañar y mentir al país?.

La pérdida de confianza a instituciones, partidos, líderes y a los inolvidables ex, impulsa a esa ciudadanía sin partidos ni ideología defender al país sin maltratar ni ofender a nadie, que creyendo en la responsabilidad, nivel académico y profesionalismo de miembros del alto gobierno, Congresistas, de jefes de partidos y parte de la sociedad les preguntan, ¿Qué tan difícil es eliminar y ajustar esos vacíos usados, por dónde han sacado en años millones de dineros públicos con ejemplos claros donde la sociedad los conoció y evitar a futuro más perjuicios y daños incontrolables al país? 

Entonces, como todos son culpables y se acusan, ¿A quién creerle? ¿Qué ocultan? ¿Qué temen? ¿De actos ocultos del pasado o dejar de ser vividores de dineros públicos?. Aunque sean de los que gozan con la violencia, el odio o padecen de racismo, sea un ex o congresista, ex-ministros de otros gobiernos o de otros cargos, millones de ciudadanos preguntan ¿Por qué quieren llevar al país a un abismo por culpa de ese odio, racismo, violencia o por culpa de esa corrupción que no quieren acabar? 

Hoy con esa supuesta lucha o burla contra la corrupción, es triste ver cómo en silencio parte de una sociedad o esos actores o líderes disfrazados, convierten las mentiras en verdad para salvarse de la justicia y lo más lamentable, señalan a la verdad culpable del desastre acumulado de años que no han querido ponerle atención por culpa de sus múltiples intereses. 

Con los rotos o vacíos existentes y una estructura al revés, con pregoneros disfrazados de ética o unos de los muchos que hacen cola para llegar al congreso, la Ética Pública no existirá hasta que no tapen los vacíos dañinos, dónde los que pasaron ya gozan y los que esperan coronar seguro unos, usarán el paso transitorio de poder antes que los tapen o quiten. 

Dios quiera que esto se acabe, pues mientras siguen unos actores del gobierno, la deshonestidad en unos partidos, la corrupción en otras entidades y lo que falta por destapar de años, jamás se acabará la corrupción, por esos o unos líderes llenos de idolatrías que quieren ocultar, dividir, repartir, afectando y destruyendo las riquezas de Colombia, ¿hasta cuando así?  


Y ahora, ¿A quién creerle? 

Comparta y Únase a mi blog.


Juan J. Orrego L