REDACCIÓN EL TIEMPO 27 de Mayo del 2013
Acceso y uso de la tierra, seguridad alimentaria, educación, salud y vías, algunos de los temas.
El presidente Juan Manuel Santos resumió en cuatro los pilares que soportan el acuerdo agrario firmado el domingo con las Farc en La Habana, al que destacó por ser “ técnicamente el más complejo” de la agenda de paz con esa guerrilla.
En este sentido y frente al primer soporte, acceso y uso de la tierra, resaltó la creación de un fondo de tierras para redistribuir entre los campesinos que “no la tienen o la tienen de manera insuficiente”, y la actualización catastral, temas que habían sido revelados en exclusiva por EL TIEMPO.
Sobre el fondo, Santos confirmó, como lo había dicho este diario, que se alimentará con tierras que hayan sido adquiridas ilegalmente y que “se van a incorporar mediante la aplicación vigorosa de los mecanismos establecidos en la Constitución y la ley, como lo es además todo el acuerdo”.
“La inmensa mayoría de los habitantes del campo nada tiene que temer.Quien haya adquirido sus tierras legítimamente nada tiene que temer”, agregó Santos.
La actualización catastral, que hace 40 años no se hace, será para mejorar el uso de la tierra. En este sentido, la que no tiene una utilización adecuada o es improductiva pagará impuestos más altos.
“Una parte importante de las tierras de Colombia no está siendo utilizada de manera eficiente. Para lograr un uso más eficaz tenemos que crear un sistema de incentivos que se traduce en políticas “para acercar el uso de la tierra a su verdadera vocación” , agregó el Presidente.
Al primer pilar se suman la formalización de predios y la entrega de “elementos para que esa tierra sea productiva: riego, crédito, asistencia técnica, posibilidades de comercialización”.
El segundo pilar del acuerdo son programas de desarrollo con enfoque territorial en las zonas más necesitadas. En palabras del Presidente, “se van a coordinar grandes intervenciones del Estado para que las instituciones trabajen de la mano con las comunidades” y esas regiones se estabilicen.
El tercero serán los planes de educación, salud, vías, riego, agua potable, vivienda y protección social. De acuerdo con Santos, deben lograr, en la “etapa de construcción de paz”, una reducción radical de la pobreza y la pobreza extrema” en el campo.
El último pilar es la seguridad alimentaria y nutricional, con programas contra el hambre en las zonas rurales.
El Presidente recordó que el acuerdo agrario con las Farc es “ tan solo un primer acuerdo” y que hasta que no se tenga “acuerdo en todos los puntos, nada cambia”.
‘Se están haciendo ajustes fiscales para el acuerdo’
El saliente ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, afirma que ya están en marcha los ajustes presupuestales y legales para poner en marcha el acuerdo sobre tierras.
¿Qué destaca de lo acordado en La Habana?
Es un gran desarrollo del campo en tenencia de la tierra, formalización de la misma e instrumentos de desarrollo, como vivienda, asistencia técnica, riego, salud y educación. Es todo lo que que le dé un mejor estar de vida a las gentes del campo.
¿Cuándo se va a hacer eso?
En el posconflicto, periodo que se abre cuando concluyan las negociaciones sobre los cinco puntos, se depongan las armas, se firme la paz y se calmen los espíritus.
¿Cómo queda el latifundio?
Todo este acuerdo se hará conforme a la Constitución y con respeto por el Estado de derecho. Será algo de lo cual no tenga que temer quien tenga sus tierras bien habidas, hay respeto de la propiedad privada.
¿Qué va a pasar con las zonas de reserva campesina?
Quedó claro que las zonas de reserva campesina son útiles para proteger comunidades campesinas fragilizadas por la violencia o por el hostigamiento de violentos, pero también que las que ya existen o puedan existir no tendrán soberanía ni autonomía.
Lafaurie dice que este acuerdo no significa nada y que la deuda social con el campo no se va a resolver...
Si hacen parte de un acuerdo final de paz, desde luego que se van a cumplir, y para eso el Gobierno ha empezado a hacer los aprestamientos presupuestales, naturalmente con observancia de la sostenibilidad fiscal. Y también los aprestamientos constitucionales y legales, para que se cumplan puntillosamente.
‘Hubo mucho ruido y pocas definiciones’
José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán, dice que mantiene sus dudas sobre el proceso de paz.
¿Qué opinión le merece el acuerdo del Gobierno y las Farc sobre el tema agrario?
Hay mucho ruido, pero muy pocas definiciones. Los temas sustanciales no fueron tratados, y lo que hay es una lista larga de buenos deseos en torno a la inmensa deuda social que el Estado tiene con 14 millones de colombianos que viven en el campo y que acusan los mayores niveles de pobreza. No había que hacer tanto esfuerzo para tal propósito.
¿Cuáles son esos temas sustanciales?
Cuando usted lee a ‘Pablo Catatumbo’, advierte que siguen insistiendo en aspectos como la no concentración de la tierra, las zonas de reserva campesina y las zonas alimentarias. Plantean lo de tierras improductivas y el tema ganadero. Nosotros hemos dicho que la ganadería tiene que cederles a otras actividades productivas 10 millones de hectáreas, para que se pueda desarrollar una agricultura moderna, capaz de competir con los TLC. Esos temas, que hacen la diferencia, no fueron tratados, y de otros que fueron tratados solo hay una mención y nadie sabe el contenido.
¿Cómo cree que quedan los ganaderos?
En el mismo lugar. Entre otras cosas, porque hemos venido reclamando por la ausencia del Estado en el sector rural. Me parece desmotivador que aquel actor armado que tanto daño le ha hecho al sector rural sea el que hace caer en la cuenta de que es necesario hacer grandes esfuerzos para avanzar en un campo con posibilidades de desarrollo.
Sigue teniendo dudas en el proceso...
Sí, porque las Farc insisten en que no van a pedir perdón, en una constituyente y en otras cosas que apuntan a que el país no se puede sentir tranquilo con los titulares de prensa de hoy (ayer).
REDACCIÓN EL TIEMPO
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