viernes, 31 de mayo de 2013

¿Estamos tocando fondo?..

 30 de Mayo del 2013

José Miguel Alzate

Colombia empezó a tocar fondo cuando se comprobó que la gran mayoría de sus dirigentes políticos tuvieron nexos con la delincuencia.
La reciente condena de 30 años de cárcel proferida por la Corte Suprema de Justicia contra el expresidente de la Cámara de Representantes, César Pérez García, acusado de ser el determinador de la masacre de Segovia, ocurrida el 11 de noviembre de 1988, invita a abordar el tema que lleva por título esta columna. Sobre todo porque confirma cómo en algunas regiones del país la clase política se alió con los paramilitares para ejecutar crímenes que causaron conmoción. Algo que quedó comprobado con la sentencia que la misma corte profirió contra Álvaro García Romero, condenado a 40 años de cárcel como autor intelectual de la masacre de Macayepo, el 14 de octubre de 2000.
Colombia empezó a tocar fondo cuando se comprobó que la gran mayoría de sus dirigentes políticos tuvieron nexos con la delincuencia. Una sociedad que ve asombrada cómo más de 60 congresistas caen a la cárcel por el delito de concierto para delinquir, es una sociedad que no encuentra respuesta a la pregunta que todos los días se hace de cuándo el país cayó tan bajo. Escuchar a través de los medios de comunicación noticias sobre la forma como los políticos se aliaron con asesinos para incrementar su votación es algo que produce desazón. Porque con la fuerza de la armas lograron constreñir al elector, obteniendo así la votación requerida para llegar al Congreso de la República.
¿Estamos tocando fondo? La verdad, ¡sí! Argumentos para afirmarlo sobran. Lo peor que le pudo haber pasado a Colombia fue la creación de las autodefensas. El surgimiento de estos grupos al margen de la ley posibilitó, en parte, la captura del Estado. Asombra saber cómo este movimiento armado disponía de los presupuestos en sus zonas de influencia. Varios gobernadores fueron elegidos gracias a su apoyo armado: Trino Luna en el Magdalena, Hernando Molina en el Cesar, Salvador Arana en Sucre. Esto, claro está, no es nada frente a lo que lograron en el DAS. Este organismo estaba prácticamente a su servicio en la época de Jorge Noguera Cotes.
Cuando se mira el alcance de la corrupción que se entronizó en los organismos del Estado, donde funcionarios inescrupulosos se han apropiado de cuantiosos recursos, se puede afirmar que el país está tocando fondo. El carrusel de la contratación en Bogotá asombra cada día más. Ya no es solo lo que se robaron los Nule, o lo que se apropiaron los hermanos Moreno. También está la tajada que se han llevado los concejales. Hipólito Moreno se echó al bolsillo 5.600 millones de pesos como comisión en la contratación de ambulancias. Emilio Tapia y Julio Gómez, como contratistas, aceitaron con dinero una empresa criminal que hizo ricos a funcionarios públicos.
El Banco Mundial reveló que en Colombia los corruptos se apropian de más cinco billones de pesos al año. ¿No piensan estos ladrones de cuello blanco que esos dineros los necesita el Estado para garantizarles a los colombianos calidad de vida? En el Chocó la pobreza es extrema. Hay pueblos sin carreteras pavimentadas, sin servicio de agua potable, sin energía eléctrica. ¿Cuántas casas de interés prioritario se podrían construir con cinco billones de pesos? Los corruptos no miran esto. Lo único que les importa es llenar sus bolsillos con dineros esquilmados al Estado. Son personas que llegan a los cargos públicos no con el ánimo de servir a la comunidad sino con el propósito de enriquecerse.
La justicia tiene que actuar con mano fuerte contra quienes apoyaron esa máquina de muerte que llenó de sangre a Colombia: el paramilitarismo. Pero también contra quienes se han apropiado de recursos del Estado. No es con penas simbólicas como se debe castigar ese derramamiento de sangre que conmovió al país ni el robo de dineros públicos. Estamos tocando fondo en materia de connivencia con el delito. Mientras Enilce López, la ‘Gata’, condenada a 40 años de cárcel, se moviliza en libertad por tierras de la Costa, muchos parlamentarios que llegaron al Congreso con votos de condenados por parapolítica disfrutan las mieles del poder sin sentir vergüenza por los delitos que sus jefes políticos cometieron

5 comentarios:

  1. Esto está muy bien quecastiguen a todos los corruptos, pero cuando van a empezar con los guerrilleros y la cantidad de pòlíticos que patrocinan o que son patrocinadospor la guerrilla, Se van a quedar en la impunidad los peores delincuentes de este país.

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  2. Excelenhte este artículo. Los colombianos sabemos al dedillo la historia de la criminalidad arraigada en los más altos cargos públicos que esquilman el presupuesto de los colombianos destinado "en la letra" por los mismos que después trafican con contratos, o sea, por los legisladores, a satisfacer las necesidades de los más pobres. De allí, la casi nula efectividad de la justicia, pues allí los altos togados son corruptos.

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  3. Es el momento que debemos aprovechar para tacharlos a todos en las elecciones para que nuestro voto se anule, así se darán cuenta que NO QUEREMOS mas chupa sangre,aprovechados del pueblo, mantenidos, descarados, hablan de dignidad y ni saben que significa, chupa ruedas,avaros, desgraciados,delincuentes.
    No mas por favor este medio es el excelente para unirnos en una sola voz.



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