martes, 10 de septiembre de 2013

Gasolina, peajes y corrupción

ELTIEMPO.COM, Por:  09 de Septiembre del 2013

Cristian Valencia

La gasolina tiene que costar máximo seis mil pesos, y los peajes, máximo cinco mil. Y la corrupción tiene que ser perseguida y condenada con penas ejemplares.
 Hace unos días dijeron que no se podía rebajar la gasolina porque Ecopetrol dejaría de invertir en exploración 508 billones de pesos. Dijeron que era imposible. Solo hablan de pérdidas de una empresa. Nadie habla de las pérdidas de todos los colombianos por causa de esa costosa gasolina. Y tampoco hablan de las ganancias si tuviéramos una gasolina de tres dólares por galón. De la cantidad de carga que se movería, de la disminución de los costos de producción de alimentos y manufacturas nacionales, de la competitividad real que tendríamos a la luz del entramado de tratados de libre comercio. De eso nadie habla. Solo se habla de la salud financiera de Ecopetrol.
A estas alturas, los colombianos pagamos el kilómetro recorrido más caro del mundo. Si sumamos los exorbitantes precios de los peajes al exagerado precio de la gasolina, el kilómetro recorrido por un automóvil cuesta 600 pesos en promedio, y por una tractomula, 1.800. Es una exageración, es decir, un atraco por decreto. Es la ley y tenemos la obligación de cumplirla, como lo hemos hecho siempre sin derecho a nada.
Las concesiones a empresas privadas para que manejen las carreteras es un esquema que ha dado resultado, sin duda. El entramado es cada vez mejor porque lo pagamos todos. Y lo pagamos a precios altísimos. Peajes cada cien kilómetros, más o menos. Es obvio que ante semejantes facilidades muchas compañías extranjeras quieran venir a licitar por carreteras. Es un negociazo para ellas, que encuentran políticas públicas que las favorecen por donde se mire. Y seguiría siendo un negociazo si los peajes tuvieran un tope máximo de cinco mil pesos. Seguiría siendo rentable. No con ganancias del 30 o 40 por ciento, pero sí con ganancias de un 12 o 15 por ciento. Pero no hay quién les ponga un tope, porque no tenemos políticos que nos representen. Legislan para ellos, para sus intereses y los de empresas privadas, a costa de una enorme masa que no aguanta más. Toda la gente, todos los colombianos, está inconforme con ustedes, señores políticos. Todos. Con los de ahora y con los de antes. ¿A quiénes representan ustedes en realidad? No parece que sea a nosotros, porque todo el país mostró su inconformismo hace poco. Todos nos pusimos la ruana durante los distintos paros. Que seguirán, por supuesto. Porque ahora salen con el cuento de que somos nosotros, otra vez nosotros, quienes debemos pagar más impuestos para apoyar el agro. Por favor, sumen la cantidad de plata que se han robado en los últimos treinta años. Billones de pesos, billones de pesos, que nosotros pagamos en distintos impuestos. Parece que pagamos impuestos para ustedes, su bienestar, no para el bienestar de todos. No vengan con más impuestos; controlen su avaricia, su gula; entiendan que están creando un malestar general, que puede estallar en una forma tenaz en cualquier momento. No será un ‘Bogotazo’, será un ‘Colombiazo’, y será culpa de ustedes.
La gasolina tiene que costar máximo seis mil pesos, y los peajes, máximo cinco mil. Y la corrupción tiene que ser perseguida y condenada con penas ejemplares: no es justo que alguien que roba un pollo pague tres años de cárcel en hacinamiento, y que quien roba miles de millones esté en un batallón o en su casa por cárcel. No más impuestos. Controlen la corrupción. Su corrupción.
La verdadera agenda política y social de este país está en la calle. Está inconforme todo el mundo: los maestros, los estudiantes, los campesinos, los mineros, los transportistas, los médicos, los usuarios de EPS, los jueces, toda la clase media y baja de este país está inconforme. Con ustedes, señores políticos, con su gula y su cinismo.

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