Colombia se ha convertido en una máquina de emprendimiento
que a diario produce casos exitosos. Foto. Corbis.
Fomentar una cultura emprendedora es de vital importancia para las generaciones futuras, pues poner en marcha una idea de negocio no sólo traerá ganancias económicas, sino crecimiento personal y profesional.
El desempleo juvenil ha alcanzado niveles críticos en la mayoría de los países y se
espera que aumente en los próximos cinco años, poniendo en peligro la
recuperación económica mundial y conduciendo a la generación de nuevos
profesionales
a un nivel incierto.
Según la Organización Mundial del Trabajo (OIT), casi el 13% de los jóvenes
del mundo (cerca de 75 millones de jóvenes) están desempleados y
muchos se encuentran subempleados con respecto a su formación
y capacidades.
Ante este panorama, las nuevas generaciones han optado por ser
empresarios y ser generadores de empleo.
Una reciente investigación realizada por Ernst & Young (EY), líder global en
servicios de aseguramiento, encontró que las PYMES con menos de
250 empleados representan, en promedio, dos tercios del empleo de los
países del G20.
Por esta razón, se hace importante orientar a los emprendedores
y pequeños empresarios para que la gestión que realizan se optimice,
desarrollen con éxito su negocio y sigan siendo generadores de empleo.
En este sentido, se identificaron tres factores que son indispensables en este
proceso:
1. Aumente las alternativas de financiación. No es de extrañar que la
financiación siga siendo el mayor obstáculo para los emprendedores que
buscan iniciar su propio negocio. Por esta razón, es necesario tomarse
el tiempo para investigar y encontrar las mejores alternativas de
financiamiento para sacar adelante su idea de negocio y sostenerlo.
2. Apoyo y guía. Según la investigación de EY, proporcionar el apoyo
económico no será suficiente para que los jóvenes emprendedores
desarrollen su potencial, ya que puede desperdiciarse sin el conocimiento
adecuado de cómo manejar los recursos.
Por esta razón es importante asesorarse o tener una guía para que el
capital no se pierda, sino que por el contrario, se aproveche y se
multiplique de la mejor manera.
Las incubadoras, mentores, programas de Star Up y clubes de emprendimiento
ayudan a crear redes e intercambiar mejores prácticas. A esos ecosistemas
se pueden sumar los centros de tecnología, universidades y empresas,
los cuales facilitan el acceso a jóvenes empresarios a conocimientos,
oportunidades y recursos.
3. Cambiar el estigma al fracaso. Esto se resume en cambiar el chip.
El éxito lo hace su visión de negocio y crecimiento; sea consciente de que
habrá caídas, pero su persistencia y habilidad lo ayudará a salir de crisis.
“La sociedad debe ser más tolerante al fracaso y reconocer las historias
de quienes lo han intentado varias veces antes de alcanzar el éxito, que
son más del 90% de las empresas colombianas”.
De acuerdo con EY, los jóvenes emprendedores son la clave para enfrentar
el desempleo de su generación. Estos son los aspectos en los que deben
recibir apoyo:
del mundo (cerca de 75 millones de jóvenes) están desempleados y
muchos se encuentran subempleados con respecto a su formación
y capacidades.
Ante este panorama, las nuevas generaciones han optado por ser
empresarios y ser generadores de empleo.
Una reciente investigación realizada por Ernst & Young (EY), líder global en
servicios de aseguramiento, encontró que las PYMES con menos de
250 empleados representan, en promedio, dos tercios del empleo de los
países del G20.
Por esta razón, se hace importante orientar a los emprendedores
y pequeños empresarios para que la gestión que realizan se optimice,
desarrollen con éxito su negocio y sigan siendo generadores de empleo.
En este sentido, se identificaron tres factores que son indispensables en este
proceso:
1. Aumente las alternativas de financiación. No es de extrañar que la
financiación siga siendo el mayor obstáculo para los emprendedores que
buscan iniciar su propio negocio. Por esta razón, es necesario tomarse
el tiempo para investigar y encontrar las mejores alternativas de
financiamiento para sacar adelante su idea de negocio y sostenerlo.
2. Apoyo y guía. Según la investigación de EY, proporcionar el apoyo
económico no será suficiente para que los jóvenes emprendedores
desarrollen su potencial, ya que puede desperdiciarse sin el conocimiento
adecuado de cómo manejar los recursos.
Por esta razón es importante asesorarse o tener una guía para que el
capital no se pierda, sino que por el contrario, se aproveche y se
multiplique de la mejor manera.
Las incubadoras, mentores, programas de Star Up y clubes de emprendimiento
ayudan a crear redes e intercambiar mejores prácticas. A esos ecosistemas
se pueden sumar los centros de tecnología, universidades y empresas,
los cuales facilitan el acceso a jóvenes empresarios a conocimientos,
oportunidades y recursos.
3. Cambiar el estigma al fracaso. Esto se resume en cambiar el chip.
El éxito lo hace su visión de negocio y crecimiento; sea consciente de que
habrá caídas, pero su persistencia y habilidad lo ayudará a salir de crisis.
“La sociedad debe ser más tolerante al fracaso y reconocer las historias
de quienes lo han intentado varias veces antes de alcanzar el éxito, que
son más del 90% de las empresas colombianas”.
De acuerdo con EY, los jóvenes emprendedores son la clave para enfrentar
el desempleo de su generación. Estos son los aspectos en los que deben
recibir apoyo:
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