viernes, 18 de octubre de 2013

EL SEMÁFORO


POR: TABLERO DE PAPEL 

Aquel día, me desperté con mucho sueño y enojado. Con trabajo, pude levantarme de la cama. Me dirigí al cuarto de baño arrastrando los pies mientras renegaba por tener que levantarme de la cama y no poder quedarme en ella todo el día. Desayuné con los ojos tan cerrados como mi mente. Me sentía tan cansado, que por no meter el pan en el tostador, preferí comerlo frío y beber la leche directamente de la botella.¿Para qué tanto trabajo?  ¡Es un fastidio!

Salí de mi casa rumbo a la oficina, desde mi coche observaba el suelo humedecido por la lluvia y no podía evitar la rabia al pensar que tenía que trabajar. El semáforo se puso en rojo y de pronto, como un rayo, se colocó frente a todos los automóviles algo que parecía un bulto.

Por curiosidad abrí más mis ojos somnolientos y pude descubrir que lo que parecía un bulto, era el cuerpo de un joven montado en un pequeño carro de madera. Aquel hombre no tenía piernas y le faltaba un brazo. Sin embargo, con su mano izquierda lograba conducir el pequeño vehículo y manejar con maestría un conjunto de pelotas con las que hacía malabares.

Las ventanillas de los automóviles se abrían para darle una moneda al malabarista que llevaba un pequeño letrero sobre el pecho. Cuando se acercó a mi auto pude leerlo, "Gracias por ayudarme a sostener a mi hermano paralítico". Con su mano izquierda señaló hacia la acera y ahí pude ver a su hermano, sentado en una silla de ruedas colocada frente a un atril que sostenía un lienzo, y movía magistralmente con su boca un pincel que daba forma a un hermoso paisaje.

El malabarista mientras recibía una monedas, vio el asombro de mi cara y me dijo: ¿Verdad que mi hermano es un artista? De pronto el chico sentado en la silla de ruedas se dio la vuelta y pude leer en el respaldo de su silla:
“Gracias señor por los dones que nos das, contigo nada nos faltará”

Eso me impactó profundamente y mientras el hombre-bulto se retiraba y el semáforo cambiaba del color rojo al verde, mi semáforo interior también cambió.

Desde aquél día, nunca más se me volvió a encender la luz roja que me paralizaba por la pereza. Siempre he tratado de mantener la luz verde encendida y realizar mis trabajos y actividades sin detenerme. Aquel día descubrí que ante aquellos jóvenes, yo era el más necesitado, el más incompleto. Desde aquel mismo día, nunca he dejado de agradecer.

Ahora no tengo todo lo que quiero;pero le doy gracias a Dios por lo que sí tengo. El salario apenas me alcanzapara pagar las cuentas, pero gracias a Dios que por lo menos tengo un trabajo para ganar el sustento. Los problemas se multiplican como por arte de magia,pero gracias a Dios tengo paciencia y fortaleza para sobrellevarlos.

A veces creo que no podré seguir adelante con tanto conflicto; pero le doy gracias a Dios porque cada mañana siento dentro de mi corazón que sí puedo. Los años han ido pasando rápidamente,mi piel está un poco arrugada, y mis cabellos se están poniendo blancos; pero le doy gracias a Dios por la alegría que siento de vivir.

Cada día le doy gracias a Dios porlos conflictos que pude resolver, por los problemas que pude superar, por laenfermedad que pude soportar, por el odio que se transformó en amor, por la soledad que pude sobrellevar.

“Le doy gracias a Dios por permitir que este mensaje llegara a mis manos y a las tuyas”
Desconozco su autor.

Que la gracia y la paz de Cristo, estén contigo esta semana!!!! 

REFLEXIONES AL TEMA DE LAS PENSIONES

2 comentarios:

  1. POR: moreno saldarriaga mariano simon
    Hola Juan José, buenas noches. He leído las dos reflexiones y me parecen muy buenas. Porque todo este conflicto que vivimos diariamente, es porque nos atormentamos por la falta de dinero, por la salud que tenemos, por el trabajo que se tiene, etc, etc. Nos quejamos por todo, pero no pensamos en el otro, que posiblemente está peor que nosotros, sólo miramos para arriba, porque nos aterra mirar para abajo.
    Muchos, por no decir que todos, somos yoistas, todo yo, pero la Palabra de Dios nos enseña muy diferente:"compartir y amar", pero es lo que menos hacemos. La Palabra de Dios nos enseña que "Todas las cosas que nos suceden, nos ayudan a bien" y que "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece", pero la mayoría desconoce esto tan valioso y significativo. Vivimos en un país muy violento, cargado de odio y rencor, sumido en la injusticia y la corrupción. Nos hemos apartado de Dios y de su temor, porque creemos que todo lo podemos hacer sin la ayuda de nadie, pero la realidad es otra, nos necesitamos los unos de los otros. La Palabra de Dios nos enseña que "Somos menos que nada y que no hay bueno, ni uno" Si tenemos a Dios en nuestros corazones, somos más que vencedores. Gracias y que el Señor te guarde.

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  2. POR: largo marin arnubio de jesus
    Hola, Don Juán José.

    Excelente las enseñanzas y lo que Dios nos dá , que debemos de compartir.

    Dios te bendiga

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