jueves, 10 de octubre de 2013

Vuelve y juega con los honorables.....


Por Unicor

Los otrora honorables parlamentarios tienen huevo, en un país lleno de injusticias e inequidades, se auto-otorgan inmensos privilegios, y no contentos, roban, trafican intereses, favorecen amigotes, empresarios y a los verdaderos dueños de sus curules (como los propietarios de las EPS,s), aprueban leyes y actos legislativos en contra del pueblo colombiano, niegan reivindicaciones sociales, no desarrollan las garantías fundamentales que contiene la Constitución, y como si fuera poco su abultado e injustificado salario de 24 millones de pesos, mal contados, presionan al clientelista y débil gobierno de Santos, y de un brochazo a través del Decreto 2170 de 2013 recuperan los $7`848.495 milloncitos de pesos que les había arrebatado “injustificadamente”, unas sentencias del Consejo de Estado. 

Dice el presidente Santos que no había otra opción, que se avecinaban demandas contra el Estado, (pero no contó que se aproximan las elecciones), por parte de los honorables, y que tenían que resolver el asunto, el que en últimas, no representaba impacto económico. ¡No faltaba más!, no contento con su posición insulsa y genuflexa, como siempre, trata de mostrar ante la opinión pública, de necesaria una decisión que recuerda las más deleznables épocas de auxilios parlamentarios.

Es claro, el congreso se reveló ante el gobierno y entró en un plan tortuga y de ausentismo bastante notorio a la hora de debatir la mal llamada reforma a la salud, tema tan delicado para el pueblo y tan jugoso para ellos, y/o sus patrocinadores, y frente a su agenda legislativa, como medida para presionar la recuperación de su prima millonaria. Hace poco, el Senador Cristo, quien oficia como presidente del Senado, lo admitía públicamente, decía que no había quórum para tramitar la reforma a la salud y el referéndum para refrendar los acuerdos de paz. Hoy el mismo senador se indigna porque las ciudadanías conscientes rechazan enfáticamente que en una nación que acaba de presenciar masivas manifestaciones populares donde se exigían reivindicaciones sociales, los honorables, sin sonrojarse, consiguen en tiempo record, otra prima especial de servicios.

Sin duda la contraprestación entregada nuevamente a los “padres de la patria”, como respuesta a su vil chantaje, es inequitativa, desproporcionada, lesiva, se constituye en una afrenta contra las mayorías excluidas, contra quienes sufren el drama de sobrevivir con un salario mínimo, a través de cooperativas que terciarizan su labor y desconocen cubrimientos laborales, contra quienes se encuentran en la economía informal, en el rebusque, contra los campesinos, las madres comunitarias que acaban de realizar un paro exigiendo que no les entreguen “bonificaciones”, sino salarios dignos.

Es absurdo que en este Congreso de la Republica, manejado por la Coalición de Gobierno que se conoce con el eufemismo de “Unidad Nacional”, estén depositadas las esperanzas de justicia y dignidad de muchos de los perjudicados. Los miembros del Partido de la U, Cambio Radical, los conservadores, liberales, el famoso PIN, y hasta algunos verdes, participan, aprueban y mantienen el “status quo”, y las condiciones de inequidad histórica, éstos, que van a las regiones, a los gremios, a los sectores a hacer demagogia, donde se postulan como sus voceros y representantes, se asociaron expresa o tácitamente, para imponerle a Santos “el plan tortuga”, y con ello, recuperar sus $7`848.495 milloncitos de pesos.

¿Cuántos honorables renunciaron a esa prima aberrante en medio de la pobreza de sus electores?, ¿Cuántos trabajando más, por ejemplo los médicos y los maestros, quienes en verdad prestan un servicio fundamental a la salud y a la educación de los colombianos, no alcanzan en sus salarios siquiera la mitad de esta primita parlamentaria?    

Empero, habrase visto, al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, hijo del empresario y eterno gerente de la Federación de Cafeteros, Jorge Cárdenas Gutiérrez, quien también tiene hija embajadora, la Dra Patricia Cárdenas, ni siquiera inmutarse ante tal exabrupto salarial.

El ministro, para quien en su coherencia clasista quienes están arriba en el Estado deben ganar exageradamente bien, dizque porque se corre el riesgo de que gente brillante emigre al sector privado, monta toda una teoría para justificar el regalo presidencial a los parlamentarios, dice que de no mantenerse dicho privilegio se alteraría toda la estructura de salarios de magistrados, jueces y funcionarios, es decir, según él, no hay forma de revisar, reformar y alcanzar niveles de justicia social ni siquiera a través de mecanismos constitucionales extraordinarios. Por lo tanto para él, la coherencia estructural es el desequilibro mas no la búsqueda de la equidad económica y social.

No hay derecho, el gobierno y el congreso no solo hacen lo que quieren para mantener privilegios, sino, que los quieren presentar como necesarios y legales, peor, ¡que si no se mantienen se pueden reducir los salarios de otros funcionarios de menor jerarquía! ¿Habrá alguien que le de crédito a semejante falacia, justamente en tiempos de reelección?


¡Viva la Unidad Nacional, pero fuera del congreso! 

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