Por Unicor
Los otrora
honorables parlamentarios tienen huevo, en un país lleno de injusticias e
inequidades, se auto-otorgan inmensos privilegios, y no contentos, roban,
trafican intereses, favorecen amigotes, empresarios y a los verdaderos dueños
de sus curules (como los propietarios de las EPS,s), aprueban leyes y actos
legislativos en contra del pueblo colombiano, niegan reivindicaciones sociales,
no desarrollan las garantías fundamentales que contiene la Constitución, y como
si fuera poco su abultado e injustificado salario de 24 millones de pesos, mal
contados, presionan al clientelista y débil gobierno de Santos, y de un
brochazo a través del Decreto 2170 de 2013 recuperan los $7`848.495 milloncitos
de pesos que les había arrebatado “injustificadamente”, unas sentencias del
Consejo de Estado.
Dice el
presidente Santos que no había otra opción, que se avecinaban demandas contra
el Estado, (pero no contó que se aproximan las elecciones), por parte de los
honorables, y que tenían que resolver el asunto, el que en últimas, no
representaba impacto económico. ¡No faltaba más!, no contento con su posición
insulsa y genuflexa, como siempre, trata de mostrar ante la opinión pública, de
necesaria una decisión que recuerda las más deleznables épocas de auxilios
parlamentarios.
Es claro,
el congreso se reveló ante el gobierno y entró en un plan tortuga y de ausentismo
bastante notorio a la hora de debatir la mal llamada reforma a la salud, tema
tan delicado para el pueblo y tan jugoso para ellos, y/o sus patrocinadores, y frente
a su agenda legislativa, como medida para presionar la recuperación de su prima
millonaria. Hace poco, el Senador Cristo, quien oficia como presidente del
Senado, lo admitía públicamente, decía que no había quórum para tramitar la
reforma a la salud y el referéndum para refrendar los acuerdos de paz. Hoy el
mismo senador se indigna porque las ciudadanías conscientes rechazan enfáticamente
que en una nación que acaba de presenciar masivas manifestaciones populares
donde se exigían reivindicaciones sociales, los honorables, sin sonrojarse,
consiguen en tiempo record, otra prima especial de servicios.
Sin duda
la contraprestación entregada nuevamente a los “padres de la patria”, como
respuesta a su vil chantaje, es inequitativa, desproporcionada, lesiva, se
constituye en una afrenta contra las mayorías excluidas, contra quienes sufren
el drama de sobrevivir con un salario mínimo, a través de cooperativas que
terciarizan su labor y desconocen cubrimientos laborales, contra quienes se
encuentran en la economía informal, en el rebusque, contra los campesinos, las
madres comunitarias que acaban de realizar un paro exigiendo que no les
entreguen “bonificaciones”, sino salarios dignos.
Es absurdo que en este Congreso
de la Republica, manejado por la Coalición de Gobierno que se conoce con el
eufemismo de “Unidad Nacional”, estén depositadas las esperanzas de justicia y
dignidad de muchos de los perjudicados. Los miembros del Partido de la U,
Cambio Radical, los conservadores, liberales, el famoso PIN, y hasta algunos
verdes, participan, aprueban y mantienen el “status quo”, y las condiciones de
inequidad histórica, éstos, que van a las regiones, a los gremios, a los
sectores a hacer demagogia, donde se postulan como sus voceros y
representantes, se asociaron expresa o tácitamente, para imponerle a Santos “el
plan tortuga”, y con ello, recuperar sus $7`848.495 milloncitos de pesos.
¿Cuántos
honorables renunciaron a esa prima aberrante en medio de la pobreza de sus electores?,
¿Cuántos trabajando más, por ejemplo los médicos y los maestros, quienes en
verdad prestan un servicio fundamental a la salud y a la educación de los
colombianos, no alcanzan en sus salarios siquiera la mitad de esta primita
parlamentaria?
Empero, habrase
visto, al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, hijo del empresario y eterno
gerente de la Federación de Cafeteros, Jorge Cárdenas Gutiérrez, quien también
tiene hija embajadora, la Dra Patricia Cárdenas, ni siquiera inmutarse ante tal
exabrupto salarial.
El
ministro, para quien en su coherencia clasista quienes están arriba en el Estado
deben ganar exageradamente bien, dizque porque se corre el riesgo de que gente
brillante emigre al sector privado, monta toda una teoría para justificar el
regalo presidencial a los parlamentarios, dice que de no mantenerse dicho
privilegio se alteraría toda la estructura de salarios de magistrados, jueces y
funcionarios, es decir, según él, no hay forma de revisar, reformar y alcanzar
niveles de justicia social ni siquiera a través de mecanismos constitucionales
extraordinarios. Por lo tanto para él, la coherencia estructural es el
desequilibro mas no la búsqueda de la equidad económica y social.
No hay
derecho, el gobierno y el congreso no solo hacen lo que quieren para mantener
privilegios, sino, que los quieren presentar como necesarios y legales, peor,
¡que si no se mantienen se pueden reducir los salarios de otros funcionarios de
menor jerarquía! ¿Habrá alguien que le de crédito a semejante falacia,
justamente en tiempos de reelección?
¡Viva la
Unidad Nacional, pero fuera del congreso!
No hay comentarios:
Publicar un comentario