lunes, 30 de diciembre de 2013

Como pertenecer a la Sagrada familia de Dios


Buenos dias, Juan 
La escena en la lectura del Evangelio de hoy tiene lugar cuando María y José llevan al niño Jesús al templo para consagrar su vida a Dios. Después de su consagración, una profetiza judía, llamada Ana, es movida por el Espíritu Santo para reconocer que este niño es el tan esperado Mesías. Se regocija y da gracias y cuenta a los demás sobre su llegada. Like us on Facebook

  
Alguien ha contado a los demás que reconocen a Jesús en ti? Cuando tú y yo fuimos bautizados, también fuimos consagrados a Dios, y el Mesías llegó nuevamente - en nosotros. Recibimos la vida del Padre, por lo tanto ahora pertenecemos a Su familia.
Recibimos el Espíritu Santo para que podamos reconocer a Jesús como lo hizo Ana.
Y recibimos a Jesús de modo que podamos continuar Su ministerio de redención en un mundo que todavía necesita un Mesías.
 

Los versos de la primera lectura de hoy nos dicen lo que significa pertenecer al Padre. Para permanecer en la familia, la palabra de Dios tiene que permanecer en nosotrosYa que Jesús es la Palabra hecha carne (ver Juan 1:14), no debemos expulsarlo fuera de nuestros corazones negando la Palabra a través de decisiones y estilos de vida egocéntricos. Y debemos apoyarnos en el Espíritu Santo, que nos capacita para acoger la palabra y servir siendo la palabra de Dios en y para el mundo hoy. Follow us on Twitter Like us on Facebook

Para no separarnos de la familia de Dios, tenemos que conocer la voluntad de Dios y obedecerla. Tenemos que darnos cuenta que las tentaciones del mundo no nos van a ayudar en nuestra carrera, y son dañinas para nuestras almas eternas y nuestra relación eterna con la Sagrada Familia.
El Bautismo no es un momento en el tiempo que nos garantiza la vida eterna. Para seguir cosechando los beneficios de su gracia salvadora, tenemos que consagrar nuestras vidas a Dios cada vez que el mundo nos seduzca con algo que nos llevaría lejos del Padre. Pertenecer a la Sagrada Familia es una decisión diaria, algunas veces, incluso debemos renovar esta decisión momento a momento.

Esto requiere estar en continuo estado de oración, comunicándonos con Dios sin importar que tan ocupados estemos. Significa estar despiertos espiritualmente. Significa llenar nuestras vidas con la familia de la iglesia y aprender a conocer la voluntad de Dios, educándonos en la escritura y las enseñanzas de la Iglesia. Significa identificar qué tentaciones del mundo nos hacen vulnerables al pecado y pedirle al Espíritu Santo que nos fortalezca en la santidad.
Significa anhelar ser purificados de nuestros pecados, porque verdaderamente deseamos permanecer unidos a la familia de Dios por siempre. Like us on Facebook

Para renovar las gracias del Bautismo, puedes usar esta oración:
"Señor Jesús, ayúdame a vivir una vida consagrada en cada momento. Espíritu Santo, hazme consciente de las veces que fallo y muéstrame cómo volver a consagrar mi vida a Ti. Amadísimo Padre, acepta mi deseo de ser consagrado a Ti, y ayúdame a saber qué tan precioso y amado soy como tu hijo. Amén."

Reflexiones de las Buenas Nuevas

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