miércoles, 30 de diciembre de 2020

2021, año de triunfos o derrotas.

www.cronicadelquindio.com, DICIEMBRE 31 DE 2020

Por: Juan José Orrego López





Se va el 2020, año confuso y retador, dejando vivencias positivas para recibir al 2021 lleno de ilusiones para un pueblo en busca de una recuperación social y empresarial, levantar esa tristeza por lo vivido durante un año que fue para muchos destructor de sueños, pero, para otros, será el turno para despertar y darle el giro que el país necesita, frenando esas manos codiciosas que han estancado el verdadero desarrollo y despegue económico del país.

Charles Darwin en sus libros deja inmensas reflexiones que como esta vale la pena recordar: “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”.

Con la situación tan crítica que se vive, el 2021 obliga al gobierno y al Congreso, a rectificar y corregir errores, pactando las reformas estructurales omitidas. No es el instante para seguir mintiéndole al pueblo y abusar de su ignorancia pública. Como responsables de los errores, el 2021 será para sanar heridas que hoy le duelen a los colombianos o el camino será la derrota de muchos congresistas.

Albert Einstein expresó: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”.

En el 2021 los problemas seguirán, pues no hay varita mágica ni un soplo divino que los pueda acabar. El comportamiento del gobierno hace que el 2021 sea el año de la sociedad civil, donde seguro se moverá en defensa y en forma oportuna exigiendo respeto a una comunidad herida y ofendida. Muy ‘simpático’, sin terminar el 2020, el gobierno con el decreto 1779 del 24 de diciembre del 2020 insiste en su ruta de imprudencias, aunque tenga un soporte de legalidad el aumento salarial a los congresistas, importó más generar ese beneficio a ellos que actuar con prudencia y respeto al país.

Es increíble que mientras unos congresistas pedían devolver dineros y rebajar los salarios, el gobierno en vez de apoyar la idea por la crisis, decide aumentarlos, sin interesar que decisiones como esta, aumenta el fastidio, alterando más a toda una sociedad civil.  

Es el momento de actuar como ciudadanos civilizados sin destruir patrimonios ajenos, corrigiendo el manejo y control del país en forma integrada, dejando a un lado las soluciones individuales.

La experiencia de la pandemia nos muestra la urgencia de abrir el camino, pensando más en los demás y no en los privilegiados —como los del alto gobierno, funcionarios o atenidos—, personas intocables, básicas para la próxima campaña electoral, aunque sean torpes y no sirvan para nada hay que dejarlas, ejemplos, sobran.

El papa Francisco en su vista a Colombia nos dejó esta reflexión: “No se dejen vencer, no se dejen engañar, ni pierdan la alegría, no pierdan la esperanza, no pierdan la sonrisa”.





2021, año de triunfos o derrotas.


miércoles, 23 de diciembre de 2020

¿Para quién llegó la Navidad?

 www.cronicadelquindio.com, DICIEMBRE 24 DE 2020

Por: Juan José Orrego López



Llegó el 24 de diciembre y en muchos hogares se siente el fervor de la Navidad de manera diferente. Unos, a pesar de los aprietos vividos y no poder compartir regalos, espiritualmente y al amparo de mi Dios estarán rodeados por ese calor de hogar humilde, repitiendo la misma porción diaria, la aguapanela o el arroz sencillo y, aunque no tengan esa ración para el 24, con el regalo anticipado que mi Dios proveyó, oirán el entusiasmo del vecino y la alegría de sentir ese gozo con la esperanza que el próximo año rescatarán la fiesta tradicional y el encuentro y volverá el abrazo y el beso de familia.

Cuántos hogares colombianos vivirán alegrías y en cuántos no sentirán el calor humano, fruto de ese poco interés de gobiernos que los han clasificado electoralmente inútiles. Es reprochable esta discriminación; por fortuna mi Dios es tan grande y muchas de esas familias olvidadas han sido beneficiadas por una sociedad civil, no política, por empresarios y ciudadanos, regalándoles una alegría, haciéndolos sentir colombianos y ciudadanos de bien; honor que unos elegidos se toman, que ni siquiera se merecen, porque a través de las manipulaciones que han hecho durante su trayectoria política solo han dejado en su camino regalos como el dolor y la orfandad que hoy viven millones de colombianos.

Miles de ciudadanos cuestionan eso de diciembre mes de alegrías e integración familiar y con razón preguntan: ¿Por qué para el gobierno y líderes, conociendo la crisis humana y empresarial, les resulta tan difícil y casi imposible recapacitar y reflexionar para actuar por un bien colectivo de nación?

En Navidad referenciar a Warren Buffett es pertinente, pues invita siempre a mirar más allá con esta reflexión: “Cuando baja la marea, se descubre quien nada desnudo”. Esta frase sirve para ver la realidad del país y de los líderes cuyo interés siempre estará en otro lugar, convirtiendo esa esperanza de campañas en sueños perdidos. Esta mala conducta de muchos líderes ha sembrado en la ciudadanía un sentimiento de rebeldía e inconformismo que obliga poner atención inmediata e integrar a todos los grupos políticos sin excluir por ideología a nadie.

Y, ante ese inconformismo y malestar, pregunto: ¿Qué tan difícil es lograr pactos, caminos empresariales y humanos, respetando patrimonios, para darle la mano a los más necesitados, ajustando esos abusos y olvidos que claman los ciudadanos?

Ya millones de colombianos se vienen sorprendiendo y asustando de tantas cosas, que van dejando en el aire dudas que nadie quisiera imaginar y ni si sería hoy o mañana, dónde el alto gobierno estaría poniendo en peligro la existencia de la misma democracia por acciones u olvidos, que podría conducir muy rápido al país, simplemente por sostener el orgullo y poder de pocos, a una situación que 50 millones de colombianos no desean.

¿Será que actuar en beneficio de la nación es un delito?





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miércoles, 16 de diciembre de 2020

Culpables y siguen tranquilos

www.cronicadelquindio.com, DICIEMBRE 17 DE 2020

Por: Juan José Orrego López





Otra vez, con la misma “ilusión”, se empieza a hablar de reformas y programas transformadores para el país, acompañados de expresiones como: “Ahora sí será”. Así es que los diversos aspirantes de esa fila inmensa a la Presidencia y al Congreso, acompañados de ese empuje emotivo y con gran expectativa, hacen vibrar corazones y atraen inocentes ciudadanos agobiados por sus necesidades. ¿Será que volverán a caer millones de colombianos?

La crisis obliga a corregir errores identificando otros como la globalización, el sistema bancario, la apertura económica, los TLC que afectan la industria y empleo, el abuso a las finanzas, y otros más, pero hay que señalar al Congreso y a algunos de sus integrantes como los verdaderos responsables de la crisis, del tiempo perdido, por esa ineficaz y costosa ley que regula el trabajo que no han querido modificar, alegando daños a ellos. Si hace falta un gran ejemplo es preciso recordar los conocidos famosos $ 14 millones que nunca devolvieron. Increíble.

La trayectoria de años de los congresistas reelegidos ratifica esa cara escondida e identifican los posibles líderes no ideales. La prueba de su inutilidad se ve en actos básicos para el país, se advierte en iniciativas que han requerido cambios justos en el porcentaje de aumentos salariales, reformas laborales y otras que por años han prolongado las mismas deficiencias estructurales, económicas y sociales, sin que haya una respuesta del gobierno ni del Congreso. Prefieren abrigar pactos políticos que dar la razón; sumar errores creados tras esa lucha de intereses, mentiras y olvidos en reformas hechas que hoy dañan familias y su futuro, como el decreto 1174, los Beeps, sin soluciones que se pueden dar con reformas a la pensión anticipada y la familiar, dejando pasar el tiempo sin solución alguna. Ahí está el efecto y el reflejo de la crisis y angustia del país.

¿Existirá en ellos remordimiento o vergüenza del daño que hoy sufren millones de colombianos y empresarios? Increíble el silencio.

Es tal su burla o atrevimiento, que unos con apoyos de otros, intentan mostrar ahora cara de redentores y defensores del país. Qué falsedad, están es temerosos, rescatando proyectos de años exhibidos por distintos autores como el de reducir el Congreso y los salarios, iniciativa que es intocable para unos congresistas, que, si querían presentar, debieron iniciar su lucha ya posesionados como congresistas y no ahora, porque saben que el procedimiento y tiempo establecido impide resolver en menos de un año el trámite y no pasará, como ya ha sucedido; lo van a archivar, burlándose una vez más para seguir igual, muy tranquilos.

Qué hacer, ya ni se sabe. Son ellos, los congresistas, los que tienen la facultad para cambiar, si existiera voluntad, claro, en modificar a fondo o pactar reducir el Congreso y cambiarlo, conscientes que unos o muchos no volverán al poder legislativo.

¿Creen que harán algo por el país así no más? Guardo silencio y ojalá esté equivocado.






Reflexiones al tema pensiones 

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miércoles, 9 de diciembre de 2020

Hay que contar la verdad

www.cronicadelquindio.com, DICIEMBRE 10 DE 2020

Por: Juan José Orrego López 

 


Hacer ajustes en porcentajes de aportes a pensiones, en crisis, sería ilógico para unos por sus alcances. No se trata de lesionar o quitar derechos, es iniciar la protección del país ante ese error de años, no corregido, que es en parte causa del gran daño económico y social y la injusticia que se vive. Para no seguir con el error se requieren ajustes rápido, proteger las finanzas, a los empresarios, el sistema pensional, futuros pensionados y los pensionados. Si no se actúa a tiempo, los daños a todos los actores, incluidos los jóvenes, serán mayores. El futuro es incierto, no se sabe quiénes serán los primeros afectados.    

Con voluntad del gobierno y líderes, unidos, pueden afrontarse los aprietos fiscales y sociales, es oportuna esta recesión para ajustar esos vacíos, integrando y analizando la reforma fiscal y sus excepciones; la reforma laboral y la reactivación económica con empresarios; y la reforma tributaria, integrando a las pensiones para no ampliar daños, sanar injusticias y no afectar más por su alto costo al país. Este es el camino obligatorio para no tocar otros factores —edades o semanas—, los  porcentajes de aportes se deben ajustar, deben ser diferentes y ascendentes dependiendo del salario, el vínculo laboral, si es contrato fijo o independiente, el total de semanas u otras opciones, que generarían más ingresos para el país, aumento en aportes al trabajador y la opción de ganar más al momento del retiro, reduciendo el déficit por los subsidios a las pensiones con excesos; no es dejar de pagarlos, es controlar los montos y giros de subsidios, hoy sin rumbo.

Es el momento para no mentir más, corregir los errores que destruyen las finanzas y la estabilidad social, así como el costo fiscal y los regímenes especiales difundiendo esa realidad hoy desconocida en muchos ciudadanos. Es la sociedad civil la que debe exigir y recordar al gobierno y Congreso que reactivar la economía no es posible tapando los errores o el interés de sus patrocinadores, se logra con soluciones futuras para no volver a caer, porque en medio hay un pueblo que pide apoyo a sus múltiples necesidades.

¿Qué es más fácil: voluntad al servicio del país o destruirlo? Es inadmisible e inexplicable, bajo la teoría económica, que ampliar la demanda agregada de bienes y servicios signifique reducir el salario mínimo porque es alto o pagar el 80 % de éste. Con desempleo, reducir la jornada laboral es hacer más costoso y difícil la contratación. Aumentar el porcentaje de productividad para fijar el salario mínimo genera desconfianza. ¿Acaso será premeditado?  

¿Si el salario mínimo es alto y costoso, entonces a las UVT de 1.000 o los $36.000.000 de pensiones libres de impuestos hay que subirle, al salario integral de 10 salarios y al máximo permitido de 25 SMMLV hay que aumentarlos incluyendo más beneficios y excepciones tributarias para guardar el equilibrio social o fiscal? Es increíble el silencio.





Reflexiones al tema pensiones 

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Desmonte de exenciones, eje de nueva reforma tributaria

elnuevosiglo.com.co/ Diciembre 08, 2020 
Redacción Economía,  


Una eventual reforma tributaria deberá tener dos pilares fundamentales: el desmonte de las exenciones y beneficios, así como ampliar la base impositiva. Así lo consideran varios analistas al conocer que el Gobierno finalmente presentará el proyecto para modificar la carta en el primer trimestre del 2021.



Las actuales exenciones tributarias llegan a $92 billones, distribuidas así: $46 billones van a educación, servicios, transporte y sector del agro; $17 billones tienen que ver con beneficios en renta; $5 billones están dirigidos a las personas naturales, $11 billones a beneficios a las empresas y $74 billones tienen que ver con alivios en el IVA.

Frente a esta situación, el presidente de Anif, Mauricio Santamaría, indicó los aspectos que a su juicio deben incluirse, comenzando por una ampliación significativa del número de aportantes de renta, que muchos más colombianos paguen, "cada uno de acuerdo a su capacidad de pago”.




El economista explicó que “es inverosímil que en Colombia las personas naturales tan sólo paguen 1,2% del PIB en impuesto de renta y que tan sólo haya cerca de 2 millones de contribuyentes, 4,5% de la población económicamente activa”.

Beneficios

En cuanto a los incentivos tributarios que se dan en el país, Anif considera que el proyecto de ley debe eliminar la mayoría de las exenciones y excepciones, tanto en renta como en IVA, que valen cerca de 8% del PIB e incluye exenciones a altos ingresos y sectores en renta y la exclusión de la canasta familiar del IVA, cuyo impacto regresivo se puede contrarrestar aumentando la devolución que ya se encuentra en marcha.

Asimismo, Santamaría explica que la reforma debe continuar el camino de reducción de impuestos parafiscales que empezó en 2012 y avanzar con los impuestos verdes, sin afectar la generación de energía eléctrica ni sus precios para el público.



Argumentos

Entre los  argumentos que el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, expuso para finalmente decidir que la reforma a la carta tributaria va el próximo año está que el país ha tenido que disponer de una mayor cantidad de recursos para asumir los costos derivados para el manejo de la pandemia,  lo que ha producido un alto endeudamiento, que ya bordea el 62% del Producto Interno Bruto (PIB). Además, el país ya ha  tenido que gastar alrededor del 4% del PIB en la atención de la pandemia ($44 billones).

Carrasquilla señaló en declaraciones a Blu Radio que “el telón de fondo de la situación es que por el coronavirus el Gobierno tuvo un doble efecto en sus cuentas”. 

Explica que el país ha tenido un menor recaudo de impuestos este año y, al contrario, ha tenido más gastos. Señaló que “entonces ese doble tren nos llevó a tenernos que endeudar en montos significativos y ese incremento de la deuda, que era necesario hacer, pues hay que pagarlo”. Carrasquilla recalcó que hay que ir pensando en la manera de conseguir la plata para pagar esa deuda.

Estudio

Al señalar que aspira a dejar presentada la reforma, Carrasquilla señaló que entre enero y febrero la Misión de Expertos que está estudiando los incentivos que deberían desaparecer, y que desde ya se están dando diversos análisis permanentes en el Gobierno, al tiempo que se han comenzado discusiones con varios congresistas acerca de las características que deberá tener la reforma tributaria. “Tenemos conciencia de que hay que concertar”, indicó Carrasquilla.



Inoportuna

Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes Fenalco, Jaime Alberto Cabal, dijo que “no vemos oportuno que en el primer trimestre del próximo año cuando apenas la curva de la recuperación y la reactivación puede ir fortaleciéndose, se genere un nuevo marco de incertidumbre para los empresarios y en este caso sería la reforma tributaria”.

Señaló que abrir la caja de pandora en el Congreso con una reforma tributaria, también significa eventualmente perder incentivos que quedaron dados para el sector empresarial y la disminución de la carga tributaria que se dio con la reforma a la ley de crecimiento económico.

“Creemos que el Gobierno debería liberar una gran iniciativa de reducción del tamaño del Estado, de adelgazamiento en todos sus poderes y de esta manera tratar de generar caja a través de reducción de gastos de funcionamiento y no de la inversión que se tiene que dar en políticas públicas, tanto en el ámbito económico como en el ámbito social”, manifestó el dirigente gremial.

Por el lado de los sindicatos, el presidente de la Confederación General del Trabajo CGT, Julio Roberto Gómez, calificó de absurdo, inaceptable e inoportuno, sin sentido y que no tiene presentación, que en medio de la pandemia, en medio del empobrecimiento de la población colombiana, el Gobierno anuncie una reforma tributaria.

“Nuestro rechazo es categórico, no estamos de acuerdo de ninguna manera que se plantee una situación de esta naturaleza, en medio de una pandemia que ha hecho crecer el desempleo y la informalidad en nuestro país”, afirmó el dirigente sindical.

 Propuestas

Por su parte, la presidenta de Camacol  y del Consejo Gremial, Sandra Forero, dijo que por ahora no han sido contactados por el Gobierno para analizar los puntos que debería tener la reforma o socializar las ideas que hay.



Sin embargo, la directiva planteó igualmente cuatro puntos fundamentales que debería tomar en cuenta el proyecto de ley. El primero es incentivar la inversión y el desarrollo empresarial, lo cual impulsará el crecimiento y el emprendimiento; segundo, fortalecer los incentivos a la formalización de las unidades productivas, para tener un sistema más incluyente y articulado.

En tercer lugar, según Forero, la reforma debe tener en cuenta el control efectivo a la evasión y, como cuarto eje, ser lo más simple posible, ya que eso facilita el recaudo y la apropiación por parte de todos los actores.

Impuestos a industria digital

La tributación a la industria digital, es decir a las grandes aplicaciones, como Amazon, Facebook, Google, Uber, DiDi, Rappi y demás no es similar a la de otras compañías debido a su virtualidad. Por ejemplo, uno de los impuestos que no les aplica es el de renta.

Hoy, en Colombia, este tipo de industria digital paga el impuesto sobre las ventas (IVA) y el impuesto de Industria y comercio (ICA). Además, la legislatura nacional se rige bajo una de las medidas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), grupo en el que Colombia hace parte, que establece reglas y criterios fiscales para le economía digital.

Por ejemplo, en 2019, las plataformas pagaron $253.678 millones, lo que no es más que 0,68% del recaudo total de IVA en, que totalizó $37,08 billones, indicó la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian). Entre enero y octubre de este año, el recaudo tributario por compañías digitales es de $209.887 millones, sobre más impuestos la entidad no se pronunció.



Un reciente estudio de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) puntualizó que, mediante diversas prácticas, las compañías digitales trasladan sus beneficios a guaridas fiscales y así evaden y eluden impuestos, pagando globalmente un porcentaje bajo de sus ingresos. Además, no tributan en países donde no tienen presencia física, pero sí tienen millones de usuarios que contribuyen a la creación de valor.

El socio director de impuestos en Crowe Colombia, Pedro Sarmiento, advirtió la necesidad de que la próxima reforma tributaria contemple un nuevo tributo para estas plataformas debido a su solidez económica y la obligación de aumentar el recaudo para afrontar la crisis.


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miércoles, 2 de diciembre de 2020

¿Por qué estamos en crisis?

www.cronicadelquindio.com, DICIEMBRE 03 DE 2020
Por: Juan José Orrego López


Diciembre, mes de esperanzas y análisis de nuestras vidas que, al calor del hogar, se prepara para el nuevo año. Simpático, a punto de finalizar el año no saber cómo queda el salario mínimo de 2021. Ya unos empresarios proponen pagar el 80 % del salario mínimo y el gobierno y Minhacienda, ante la crisis del país, promueven realizar y presentar una reforma tributaria en 2021.

Con lenta reactivación económica, una reforma tributaria con la que se deleita el presidente derrochando recursos llenos de privilegios con el alto gobierno y funcionarios, con 253 beneficios fiscales y, aun así, querer ampliar más. Corrupción sin control, seguro esta reforma no será bien recibida en varios sectores, salvo en los que los favorecidos con ella ya se identifican.

El país en recesión, lo que requiere cambios urgentes y no reformas parciales. La reforma debe integrarse con todos los sectores productivos ajustando lo que genera mayor gasto, la reactivación y proyección de recursos es más fácil y abundante de forma integrada y no con una reforma parcial donde esta se convertiría en un desespero buscando recursos y generando otro impuesto, quizás injusto para millones de colombianos, repitiendo la historia, como es normal.

Anif, la Red de Trabajo Fiscal y algunos académicos, entre otros, han divulgado opciones interesantes y discutibles, otras muy claras y oportunas, con críticas por el Iva ampliado y la capacitación nacional en cultura tributaria. Fascinante que coincida con un artículo en donde comento la enseñanza en los colegios, opciones que abrirán más el espacio de discusión. Como miles de ciudadanos, me duele el país, como lo manosean, en el que los intereses de unos van por otro rumbo sin mirar más allá. Si hubieran obrado como deben, no estaríamos en la incertidumbre que se vive. Esto me motiva sugerir una opción que poco se toca, que incomoda, donde quieren que siga igual, porque aspiran ellos y sus amigos a gozar del desorden institucional, conseguir el máximo provecho económico, antes de que sea muy tarde.

Con la reforma tributaria 2021 no parcial y sí integrada, se debe de manera urgente ajustar ya el porcentaje de aportes a pensiones ampliándolo pero de forma diferente, dependiendo de otros factores como salarios y semanas, pues, como está, es un derroche inmenso para el país, un desangre de recursos. Trabajadores públicos y privados quieren vivir pegados ahí sin soltarse, pues conocen que el aporte de años, confrontado con el regalo o giro millonario que se da en subsidio a las pensiones, no se consigue sino pegados ahí. Es el momento de remediar, de no aplazar el ajuste y salvar al país.

Presidente vea a futuro el país, no deje que se desangren más sus finanzas por nutrir privilegios que también usted gozará a su retiro pensional. Actúe como presidente, integre reforma tributaria y pensiones, cambie porcentajes en aportes, elimine el decreto 1174 y abra el espacio a millones de colombianos que aspiran pensionarse como es y no con los Beeps, que es una mentira disimulada. Feliz Navidad.







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