domingo, 26 de abril de 2015

Será la democracia en Colombia así...?

diarioadn.co, Gustavo Álvarez Gardeazábal


Gardeazábal



.....Elegir a un congresista, a un gobernador o a un alcalde vale una milmillonada que, con el sueldo fijado por la ley, no se recupera......

....LOS CONTRATOS SON ADJUDICADOS A DEDO ENTRE LOS MISMOS CONTRATISTAS O POR LICITACIÓN.


Hace unos días demostré aquí cómo los poderes sobre los que se cimienta el estado colombiano, el legislativo, el judicial, el ejecutivo y el policial, están tarifados. Es una verdad tan de puño, admitida por todos, que nadie dijo nada.

El fin de semana, la Cámara Colombiana de la Infraestructura hizo público un estudio para demostrar cómo los contratos de obra en municipios y departamentos están viciados.

De su lectura se deduce que es de esa manera que alcaldes, concejales, diputados y gobernadores hacen real la tarifa que el Ejecutivo ha permitido desde lo alto con su mermelada, que contagia a todo el país.

Los contratos son adjudicados a dedo entre los mismos contratistas o por licitación entre uno y dos proponentes porque los demás no se presentan o por no poder pagar la tarifa fijada o porque les da vergüenza y molestia exprimir la calidad de la obra para poder cumplir el porcentaje tasado.

Elegir a un congresista, a un gobernador o a un alcalde vale una milmillonada que, con el sueldo fijado por la ley, no se recupera. El financiamiento de su campaña corre entonces por cuenta de los contratistas, a quienes se les garantiza un número y una cantidad en pesos por contratos futuros a lo largo de los cuatro años.

Son ellos, los financiadores, los nuevos dueños del poder político en las ciudades y departamentos. Por eso ya no hay jefes ni caudillos en los partidos. 

Hay administradores a porcentaje de los presupuestos de contratación de los entes gubernamentales.

Ellos son los nuevos dueños del país político. Negarlo es ir contra la historia, admitirlo, un paso más a buscarle la verdadera solución a lo que nos está pasando.

GUSTAVO ÁLVAREZ GARDEAZÁBAL
eljodario@gmail.com
@eljodario

La prima media es mejor.....no lo dude..

larepublica.co,  por Jorge Iván González,  Vie, 04/24/2015 


Imagen de Jorge Iván González

Se ha abierto la discusión sobre las bondades del régimen de prima media frente al de ahorro individual. Mientras Asofondos insiste en la conveniencia del ahorro individual, la Universidad Nacional se inclina por las ventajas de la prima media. Existen diferencias cualitativas en la naturaleza de cada una de las opciones que deben ser tenidas en cuenta. Los principios fundantes son distintos. En prima media: el joven de hoy financia al viejo de hoy. Y en ahorro individual: el joven de hoy financia su pensión de mañana.
Las diferencias entre los dos sistemas se pueden entender a partir de la solidaridad y de la incertidumbre. Mientras que la prima media es solidaria y cierta, el ahorro individual no es solidario y, además, es incierto.
La prima media mantiene la solidaridad que ha sido característica de los sistemas de seguridad social en el mundo. Las personas que están en la vida laboral activa contribuyen a un fondo que alimenta las pensiones de quienes ya dejaron de trabajar. En cada momento del tiempo, la contribución de los jóvenes de hoy es la fuente de la financiación de los viejos de hoy. El principio de solidaridad opera bien siempre y cuando no se cometan los abusos que ya conocemos. 
No es correcto que una persona pocos días antes de pensionarse se haga nombrar en un puesto con régimen de excepción, que le modifica radicalmente su mesada. Estos comportamientos excepcionales no se pueden generalizar hasta el punto de desvirtuar la solidaridad inherente al régimen de prima media. En el régimen de ahorro individual no hay solidaridad. Cada individuo, de manera aislada, se somete al albur de los mercados financieros.
La segunda diferencia tiene que ver con la certeza. En el régimen de prima media la persona sabe cuánto será su pensión, de acuerdo con las semanas de cotización y el ingreso base de liquidación. El ahorro individual, por el contrario, conlleva todas las incertidumbres de los mercados financieros. Nadie sabe qué va a pasar el año entrante. El desplome de las bolsas siempre es una eventualidad posible. Y durante 25 años que es el período durante el cual una persona ahorra para la pensión, pueden suceder muchas cosas. Utilizo el término incertidumbre y no riesgo. La incertidumbre, siguiendo la definición que propuso Knight desde los años veinte, es el desconocimiento total del futuro. 
Cuando hay incertidumbre no es posible construir funciones de probabilidad. El riesgo, en cambio, sí admite los cálculos de probabilidad. En las estimaciones que hacen los fondos de pensiones del valor futuro de la pensión hacen tres supuestos. El primero es una rentabilidad positiva durante los 25 años. El segundo es la estabilidad de los mercados financieros. Y el tercero es la ausencia de incertidumbre. Los cálculos se realizan suponiendo que existe certeza probabilística. Desde la perspectiva de los fondos privados de pensiones, es evidente que se transmita un mensaje de seguridad, y se le diga a los ahorradores que vivimos en un mundo de certeza y que la rentabilidad de los ahorros siempre será positiva.
En el régimen de prima media la incertidumbre del futuro no existe porque los dineros del joven de hoy se transfieren inmediatamente al viejo de hoy. Dadas las ventajas intrínsecas del régimen de prima media, es un error menospreciarlo. Los anuncios de rentabilidades mayores en el régimen de ahorro individual tienen un grave inconveniente: nadie sabe lo que pasará con los mercados financieros. Allí, como decía Keynes, predomina la incertidumbre y no hay certezas.

jueves, 16 de abril de 2015

“Deberían quitarse subsidios a afiliados al régimen de prima media”: Asofondos

ELESPECTADOR.COM,   ECONOMÍA 16 ABR 2015 

“Deberían quitarse subsidios a afiliados al régimen de prima media”: presidente de Asofondos


Lo que tienen que tener en cuenta la reforma.
Santiago Montenegro pidió la creación de una Junta Técnica de la Seguridad Social que tenga la autoridad de ajustar la edad, la esperanza de vida y la tasa de reemplazo en el sistema pensional.

 Durante su intervención en el ‘Octavo Congreso FIAP - Asofondos’, en Cartagena, el presidente del gremio, Santiago Montenegro, dio unas pinceladas de lo que se debe tener en cuenta para una reforma pensional.
Entre otras, Montenegro consideró que es necesario una reforma laboral previa que conduzca a reducir la informalidad en el país pues de los 21 millones de trabajadores que hay en Colombia, a penas cotizan siete millones, haciendo insostenible el sistema.
“En aras de la equidad y de la sostenibilidad fiscal, todos los subsidios a pensiones deberían eliminarse en el RPM, excepto los destinados a las pensiones de salario mínimo”, dijo Montenegro.
Así mismo, dijo que es necesario ajustar el régimen de ahorro individual para reactivar y ampliar el mercado de rentas vitalicias.
“Para este propósito sería de gran utilidad que las aseguradoras estatales participen activamente en la emisión de rentas vitalicias de salario mínimo”.
La creación de una Junta Técnica de la Seguridad Social, que defina edades y la tasa de reemplazo, el salario que recibe una persona al pensionarse con respecto a lo que ganaba antes de hacerlo, es menester, según el presidente gremial.
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domingo, 12 de abril de 2015

Corrupción bloquea la gestión de las regiones

ELTIEMPO.COM, Por:    11 de abril de 2015

Solo en salud se dejaron de invertir más de 1,3 billones de pesos, cerca de un billón en educación y 2 billones más en otros sectores claves para la población.


En 2014, se dejaron de invertir más de $15 billones. Bogotá cerró el año con un billón en caja. 

La norma de contratación en Colombia (Ley 80 de 1993) se está convirtiendo en el mayor obstáculo para que las regiones hagan una adecuada ejecución de los recursos que manejan.
Las barreras son tales, en especial para los departamentos y municipios más pequeños, que el año pasado quedaron en ‘caja’ más de 15,2 billones de pesos, dinero suficiente para cubrir las necesidades de salud, educación, acueductos, vivienda y desarrollo de millones de colombianos.

Solo en salud se dejaron de invertir más de 1,3 billones de pesos, cerca de un billón en educación y 2 billones más en otros sectores claves para la población.
Los datos, aunque preliminares, vienen de la propia Dirección de Apoyo Fiscal (DAF) del Ministerio de Hacienda, que también advierte que una ciudad como Bogotá, con las necesidades que tiene, terminó el 2014 con un billón de pesos literalmente quietos.
Pero no fue la única. Con excepción del departamento del Vaupés, y las capitales Leticia y Quibdó, que cerraron con déficits de 1.901 millones de pesos, 492 millones y 9.664 millones, respectivamente, en las demás regiones la ‘plata les sobró’.
Por ejemplo, Medellín y Cali fueron otros municipios capitales con 553.405 millones y 373.000 millones sin ejecución, mientras que Valle del Cauca, Meta y Córdoba lideraron ese escalafón entre los departamentos.
El análisis que hace esta Dirección de la situación fiscal de los entes territoriales deja ver que los problemas a los que se enfrentan sus gobernantes hoy no son de recursos, sino de ejecución de los mismos.
Muchos de ellos están maniatados por las limitantes que imponen el marco legal, la corrupción, el clientelismo y la poca preparación para entender las barreras creadas, precisamente, para atajar a quienes se quieren saltar la ley.
“El marco legal que tenemos para contratar está diseñado para corruptos, no para gente decente”, dice Ana Lucía Villa, directora de la DAF.
Agrega que además de exigir una serie de trámites difíciles de cumplir para municipios pequeños y apartados, impone requisitos que solo los corruptos pueden llenar porque saben cómo operan. Por eso hay que revisar a fondo la norma, solo que ve complicado quién quiera hacerlo.
“Hay un montón de grupos con intereses consolidados a los que se les dañaría el negocio”, comenta.
Y es que el 2014 no fue el primer año en el que las regiones terminaron con exceso de recursos en sus arcas. Ya son siete años de superávit como consecuencia de la disciplina fiscal a la que están sometidos los entes territoriales desde 1998, la reducción de la deuda y a que los gobernantes están aprendiendo a identificar y a enfrentar los carteles que de manera permanente empapelan a las regiones con demandas laborales, pensionales o civiles buscando pagos atrasados por obras que nunca se realizaron.
Villa dice que haber ingresado a un buen número de esos entes a la Ley 550 o de acuerdo de pasivos también les ha permitido organizar mejor su situación fiscal y los resultados, en la mayoría, se están viendo.
Hasta enero pasado estaban bajo esa norma 42 entidades, siete departamentos (Valle del Cauca, Caldas, Nariño, Caquetá, Córdoba, Magdalena y Sucre) y 35 municipios, entre los cuales figuraban Barranquilla, Montería, Sincelejo y Valledupar.
La funcionaria dice que el país está en mora de diseñar esquemas de ejecución que se acomoden a las características e idiosincrasia de las regiones, que involucre a las comunidades porque estas conocen mejor sus regiones.
Hay que programar, desde el Gobierno Central, una mejor asignación de los recursos para hacerlos más rentable socialmente, mirando dónde están las mayores necesidades en cada uno de los sectores vitales para la población; es decir, vivienda, salud, educación, obras sociales.
Será clave, también, ver cómo se elimina esa franja intermedia entre las entidades territoriales y el Gobierno Nacional, que captura una parte de los recursos y la otra la paraliza. Villa se refiere a los “sabios, expertos y bancas de inversión a los que considera un retén difícil de pasar”.
Dice que prueba de esto son los sistemas de transporte masivo del país. “Parte del fracaso son los diseños de las bancas de inversión. En Cartagena no se ha puesto en marcha porque hicieron supuestos cuando era más fácil tener realidades y costearlas”.
EL TIEMPO

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domingo, 5 de abril de 2015

Así hacen trampa los candidatos en campaña

ELESPECTADOR.COM, Por: Redacción Política, 5 ABR 2015 



Elecciones regionales de octubre.Candidatos en el país aprovechan los vacíos de las normas electorales para sacar ventaja y hacer proselitismo irregular.
Así hacen trampa los candidatos en campaña

Programas de televisión como el que hace Rafael Pardo, candidato a la Alcaldía de Bogotá; carros propaganda como el de Orbein Zambrano, que es candidato a la Alcaldía, y la de Gustavo Martínez en Cartagena, quien también ha entregado kits escolares, están a la orden del día. En Magdalena, Rosa Cotes, tía del gobernador Luis Miguel “El Mello” Cotes, también estaría anticipando su campaña. Carlos Gómez Espitia, cercano al gobernador de Córdoba, Alejandro Lyons, también parece aspirar a la Gobernac
De acuerdo con la norma, la publicidad de campaña solo puede empezar el 25 de julio, tres meses antes de las elecciones. Pero se ha vuelto costumbre que los candidatos encuentren la forma de promover sus aspiraciones políticas en cuanto evento público haya, valiéndose de propaganda engañosa donde no es claro que son aspirantes a un cargo de elección popular, pero para los ciudadanos en cada región sí son evidentes las intenciones.
Como quien no quiere la cosa, hay cantantes que abiertamente invitan a apoyar a un candidato, pendones con referencia a apellidos, vallas de agradecimiento a los ciudadanos, programas de televisión con temáticas referentes a la ciudad para la cual van a ser aspirantes, mensajes a través de teléfonos inteligentes y hasta juegos de palabras que conducen a una aspiración. Así, los candidatos se pasan por la faja las normas electorales.
No son hechos aislados: al Consejo Nacional Electoral (CNE), a la Misión de Observación Electoral (MOE) y a la Unidad de Recepción Inmediata para la Transparencia Electoral (Uriel) llegan por decenas quejas de propaganda irregular de campañas. La “marrulla” es tal que no hay región en el país donde no haya denuncias o investigaciones iniciadas por las autoridades. Por ejemplo, en la Uriel se han presentado, con corte a marzo, 184 quejas.
En el CNE la situación no es diferente. En este momento ya hay 214 procesos, algunos abiertos de oficio por las denuncias publicadas en medios de comunicación, otros remitidos por los candidatos que consideran que se les está jugando sucio y otros por las autoridades regionales. De estos, solo 52 tienen apertura formal de investigación y se implementaron medidas preventivas.
Ahí radica la costumbre de los candidatos de violar la norma. Aunque siempre ha existido la promesa de sancionar a los aspirantes que se pasan las normas por la faja, además de retirar la publicidad es poco lo que se hace y las caravanas, vallas y propagandas siguen instalándose en el país.
El presidente del CNE, Emiliano Rivera, afirmó que va a haber sorpresas, “no crean que los candidatos van a continuar torciéndoles el cuello a las normas y generando esos desequilibrios electorales, vamos a trabajar regionalmente junto con las administraciones municipales para evitar las trampas. Tenemos la posibilidad de sancionar con multas que van desde $11 millones hasta $110 millones y las vamos ejecutar, no puede ser que matemos el tigre y nos asustemos con el cuero”.
Rivera hizo un llamado a la sanción social, al pedir a los ciudadanos que no voten por los candidatos que violan las normas. “Si en campaña les es imposible competir de forma transparente, eso deja mucho que decir de lo que harán en caso de ganar las elecciones y empezar a manejar el presupuesto de un departamento o municipio. Las personas deben ser conscientes de lo que está en juego”, afirmó.
El mismo llamado hizo la directora de la Misión de Observación Electoral, Alejandra Barrios, quien además de pedir sanciones de parte del CNE, reclamó la responsabilidad de los partidos políticos, a los que les pidió no darles el aval a los candidatos que desde ya están valiéndose de estas estrategias para sacar ventaja.
Sin que haya medidas de fondo, los candidatos siguen rampantes adelantando la campaña. Por ejemplo en Bogotá, para el segundo cargo más importante de elección popular del país, tres de los candidatos con mayores opciones abiertamente han hecho propaganda que favorece sus aspiraciones. Rafael Pardo tiene un programa en el Canal Uno sobre temáticas de la ciudad. Hollman Morris hace caravanas, visita barrios con camisetas alusivas a su aspiración y tiene en Canal Capital su principal promotor. En el Centro Democrático, Francisco Santos puso vallas en la ciudad, que fueron retiradas, pero no hay sanciones.
Ejemplos hay muchos (ver galería de fotos), sucede igual en Cali, donde Roy Barreras (hijo del senador y codirector del Partido de la U del mismo nombre) ha hecho campaña abiertamente. También lo ha hecho Roberto El Chontico Ortiz, quien espera el aval liberal. En Sucre, el cuestionado exrepresentante a la Cámara Yahir Acuña hace campaña con el logo del partido 100% Colombia, que se podría decir que es de su propiedad, y aunque el CNE no le permitió ser candidato por esta colectividad, las personas en la región establecen el vínculo inmediato con su aspiración a la Gobernación.
Pero esta no es la única forma de aprovechar vacíos para adelantar la campaña. Los candidatos encontraron en la aspiración por firmas otra forma de promover su nombre hasta un año antes de las elecciones. Aunque muchos tienen arraigo en un partido político, se inscriben por un movimiento significativo de ciudadanos y mientras recogen las firmas hacen campaña abiertamente, sin que se les pueda sancionar. Un “truquito” que de acuerdo con la Registraduría llevó a la postulación de más de 200 aspirantes, lo que implica para la Organización Electoral revisar más de siete millones de rubricas.
También hay otros ejemplos. En Quindío, para la Gobernación aspira Sandra Milena Gómez, respaldada por la gobernadora, Sandra Paola Hurtado, quien cuenta con el apoyo de Cambio Radical y la U, pero va por firmas. Por la Alcaldía sucede igual: del mismo grupo político, respaldado por estas colectividades, aspirará José Manuel Ríos. En Neiva, Fáiver Hoyos, quien militaba en el Partido de la U, se lanzó por firmas con el argumento de que la colectividad tardaba mucho en decidir sobre el aval.
En Bolívar, donde las aspiraciones por firmas parecen florecer (ya hay más de 10 candidatos), están los casos de Están Andrés Betancourt, quien era conservador;William García Tirado, que pertenecía a Cambio Radical, y Gustavo Pío Mayo, que militaba en la ASI, por eso en Cartagena afirman que la campaña empezó desde el año pasado. Casos como estos también hay en todo el país.
Cuando faltan dos meses para que empiecen formalmente las campañas, las ciudades y loa municipios ya están siendo empapelados con propaganda electoral disfrazada para evitar sanciones, candidatos con ejércitos de recolectores de firmas promocionan un grupo significativo de ciudadanos que tienen de fondo una aspiración electoral y ante la ausencia de sanciones, el llamado es a hacer una sanción social y no votar por estos candidatos. En síntesis, en Colombia se ha acuñado la frase “en política se vale todo”.

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sábado, 4 de abril de 2015

La carta de William Ospina para Carlos Gaviria

ELESPECTADOR.COM,   Especial para El Espectador, 1 ABR 2015 


Vivir estéticamente
Homenaje y memoria
Cuando el exmagistrado aspiró a ser presidente de Colombia, el novelista le mandó este mensaje que dibuja al dirigente fallecido.

En estos días me vino a la mente la imagen de una casa abandonada, esa casa que está en la memoria de todo colombiano, y hoy sobre todo en la memoria de tres millones de desplazados.

Mientras la recorría en mi imaginación, paredes manchadas, techos desvencijados, hierba invadiendo los corredores; me pareció oír la letra de la canción: "Ya no vive nadie en ella, y a la orilla del camino silenciosa está la casa / se diría que sus puertas se cerraron para siempre, se cerraron para siempre sus ventanas". Sentí que esa vieja historia de la casa perdida, que es la historia de Colombia, lleva ya demasiado tiempo repitiéndose, y una vez más me dije con tristeza: "Esto tiene que cambiar".

Hoy he estado leyendo el programa de gobierno que usted y el Polo Democrático nos proponen a los colombianos, y pienso que debería ser repartido masivamente, en folletos, que debe llegar a todas las manos, porque tal vez no habrá mejor propaganda, en el sentido noble del término, para su campaña, que esa serena exposición, tanto de lo que se proponen hacer usted, Patricia Lara y el resto de su equipo cuando lleguen a la Presidencia, sino de las razones por las cuales esos propósitos son necesarios.

Toda persona sensata entenderá la necesidad de los cambios que usted propone. Pero muchos todavía no conocen ese programa, y es necesario un ejercicio pedagógico insistente y muy amplio para que nadie se quede sin enterarse de sus propuestas, para que cada quien pueda tomar una decisión serena ante las elecciones que vienen.

Hasta hace poco, muchos pensábamos que su candidatura no tenía posibilidades. No por sus calidades personales, pues pocos candidatos pueden mostrar una alianza de conocimiento, firmeza de principios, claridad en sus convicciones, elocuencia, cordialidad, y correspondencia de sus actos como juez y parlamentario con las ideas que ha defendido siempre, sino porque aquí nos han acostumbrado a pensar que sólo los dueños tradicionales del poder pueden llegar a la dirección del Estado, y que alguien que procede de sectores populares, y se identifica con ellos, no estaría en condiciones de manejar un país lleno de intereses privados, de fuerzas de presión y de intimidación, violencias e intolerancias.

Yo incluso llegué a pensar que, frente a la tarea principal del Estado colombiano, que es la negociación política con los ejércitos al margen de la ley, para desmontar por fin esta guerra que nos arruina y nos degrada, sólo los dueños tradicionales del país podrían manejar ese proceso. Ahora pienso que tal vez sólo un movimiento político distinto de los partidos tradicionales (el de Uribe está compuesto por los mismos partidos tradicionales con nombres cambiados), un triunfo de grandes mayorías, estaría de verdad en condiciones de celebrar un pacto pacificador con todos esos grupos ilegales, que son fruto de la irresponsabilidad de los viejos poderes, precisamente porque representaría la voluntad renacida de un país que fue destituido tantas veces de su iniciativa política por el poder de castas, grupos de influencia y privilegios de todo orden, y excluido de las decisiones.

Hemos tardado mucho en aprender que el país es de todos y que tenemos que saber actuar como sus dueños legítimos. Porque lo malo no es que los poderosos y los privilegiados se sientan voceros únicos del país y de su destino, y se indignen cuando el resto de la población pretende ejercer su soberanía: lo grave es que los demás nos dejemos influir por esa escandalosa impostura, y lleguemos a creer que de verdad el país no nos pertenece, que jamás nos dejarán acceder al poder, como si un pueblo tuviera que pedir permiso para ser dueño del país que le ha concedido el destino.

A mí me gusta además la serenidad de su propuesta. Usted es un hombre elocuente, pero no lo atrae la oratoria tremendista que ya cumplió su papel en la historia de Colombia. Usted parece decirnos que es la hora de la fuerza tranquila, para refutar las prevenciones y los prejuicios, y para contrastar con todos los que creen que la violencia es la solución de nuestros problemas. Frente al actual presidente, irritable y autoritario, que siempre responde con una voz trémula, crispada y ceremoniosa, es importante que el discurso sea sereno, que no renunciemos a la firmeza pero tampoco a la cortesía, porque el colombiano, como decía Borges de los compadritos argentinos, aspira a la finura. Es proverbial nuestro respeto por el lenguaje, aquí se valora la elegancia de los gestos, y no hay mejor respuesta que la serenidad ante los energúmenos que todo lo manejan con rudezas e intimidaciones. Colombia debe aprender a ser una fuerza tranquila.
Punto por punto comparto su programa de gobierno.

Tal vez sólo falta en él un énfasis especial sobre el papel de la cultura, ya que los males de Colombia son sobre todo males culturales. ¡Cuánto no se habría hecho dedicando a procesos culturales y educativos siquiera una décima parte de lo que se ha derrochado estérilmente en guerras! Me parece importante recordar que somos un país de individuos, que en eso consistió siempre y seguirá consistiendo nuestra fortaleza, pero que los excesos de ese individualismo, por el desamparo en que ha crecido aquí cada ciudadano, por las adversidades que nos han hecho tan competitivos, son también causa de muchos de nuestros males.

Hoy Colombia requiere un mínimo sentido de comunidad.

No la idea fracasada de un colectivismo que ahogue lo individual, sino la idea de un sentido de comunidad que permita formar una fuerza civilizatoria sin anular la iniciativa de los individuos.

A eso lo llamaría yo un camino colombiano al desarrollo. Individualidades vigorosas y libres, unidas por un propósito común. Yo sé que usted comprende estas cosas, porque su formación intelectual, nutrida de ciencia jurídica y de humanismo literario han desarrollado su amor por las virtudes más profundas de la civilización, por las ciencias que interrogan al mundo y por las artes que lo celebran, lo embellecen y lo dignifican, pero también han alimentado en usted un espíritu crítico, hijo de la sonrisa cáustica de Voltaire, de la inteligencia de Marx, de la lúcida ironía de Nietzsche, de una sensibilidad social que alía lo más generoso del cristianismo con lo más lúcido de la Ilustración.

Ya va siendo hora de que llegue a Colombia la modernidad, no bajo su forma brutal de cemento y de humo, de prisa y de neurosis, sino bajo la forma de principios de igualdad y de dignidad, de respeto por la diferencia, de freno al egoísmo, de prioridad en la defensa de los más frágiles, de dignificación del trabajo. La democracia no sólo como el poder de las mayorías sino el respeto por las minorías, todos esos principios de los que se ha burlado hasta ahora el poder de los privilegiados y de los potentados, y de los que se sigue burlando el poder de las mafias y de los criminales.
Como lo prueba el respaldo que su candidatura tiene entre los más sensibles de nuestros empresarios, aquí todo ser inteligente sabe que el país no puede seguir siendo gobernado por la codicia, la insensibilidad y la torpeza. Sólo el imperio de una ley justa y general puede librarnos de este caos de poderes arbitrarios y de influencias ocultas manejando la agenda de los gobiernos. Necesitamos el orgullo de una soberanía inalienable, la consciencia elemental de que somos parte de un continente y de que tenemos tareas que cumplir en él.

Sé que usted tiene la principal virtud que yo exigiría de un gobernante: el que sea incapaz de alegrarse por la muerte de un colombiano, por la muerte de un ser humano. Hace poco vi en un periódico una fotografía en la que el ejército nacional exhibía los cadáveres de unos delincuentes dados de baja, con un letrero obsceno en el que decía que aquellas bajas eran un premio que Dios concedía a la persistencia de los guerreros. Ya nos duele hasta la médula ver que hablan en nombre del país los que creen que es lícito alegrarse porque murió un muchacho de las guerrillas, de los paramilitares, del ejército, o cualquier humilde delincuente de las barriadas al que no fuimos capaces de brindarle otro destino.

Por último, Carlos, no es la menor de las motivaciones para votar por usted su amor por la cultura popular. Ese otro saber, el de las canciones que le he oído cantar en noches de fiesta, y que revelan en usted a un colombiano del común, a un hombre sencillo que cree en la sabiduría que brota de los labios de los humildes. Porque un gobernante en una democracia no se puede sentir superior a aquellos a quienes gobierna. Walt Whitman decía que la democracia es un orden donde no son los ciudadanos los que se inclinan ante el presidente, sino el presidente el que se inclina ante los ciudadanos.
Pero usted y Colombia necesitan el triunfo de una mayoría verdadera. No una mayoría meramente numérica sino vigilante y activa. Millones de ciudadanos llenos de convicción y de esperanza, capaces no sólo de elegir a un gobernante sino de apoyarlo, de defenderlo, de respaldar su gestión si es acertada, de impugnar su gestión si es equivocada, y de hacerle frente a las muchas conspiraciones que el egoísmo y los privilegios saben desencadenar para impedir que algo cambie. Ojalá llegue ahora ese triunfo, no sólo estadístico sino filosófico y político. Pero no importa que no sea así.

El modelo que se impone hoy en Colombia está destinado al fracaso porque es una vez más el proyecto de unos cuantos. Mucho me temo que a Álvaro Uribe su proyecto político se le va a deshacer entre las manos, y eso me duele, porque su fracaso traerá mucho dolor todavía para los colombianos. Pero el que nosotros tenemos el deber de construir, en elecciones y fuera de ellas, antes de las elecciones y después de las elecciones, es el proyecto de rescatar a un país magnífico del abismo al que lo llevaron la exclusión, la discriminación, y el irrespeto por la dignidad humana; el proyecto de fortalecer y hacer renacer la inmensa creatividad anulada o dormida de todo un pueblo. Y para ello podemos y debemos ser pacientes. Si usted es elegido presidente este año, Colombia tendrá que aprender muchas cosas sobre la marcha. Y lo hará. Si usted no es elegido este año, tendremos un poco más de tiempo para preparar y madurar el maravilloso renacer de Colombia.

* Este texto fue publicado originalmente en la revista ‘Cromos’, de la misma casa editorial de El Espectador, en mayo de 2006

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