sábado, 30 de marzo de 2019

Pagar entre todos el desastre Electricaribe: un atraco a los colombianos


semana.com, GERMÁN MANGA | 2019/03/26 


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Socializar los costos de décadas de manejos oscuros en Electricaribe envía a la sociedad el mensaje que ser corrupto paga y despejaría el camino para hacer lo propio con Reficar, InterBolsa, Odebrecht y muchos otros desfalcos a la nación.

Hablando entre líneas -que fue como soltó en su momento la propuesta de gravar con IVA la canasta familiar o eliminar los subsidios de energía al estrato 3- el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla dijo hace unas semanas en Caracol radio: “Todo el país debe hacer una vaca para financiar la sobrevivencia de Electricaribe para garantizar la continuidad del servicio”.

La propuesta -malévola, inconveniente, en esencia un asalto a los ciudadanos- está incluida en el plan de desarrollo y fue aprobada en primera vuelta. Consiste en cobrar, hasta el 31 de diciembre de 2022, una sobretasa nacional de cuatro pesos por kilovatio hora de energía eléctrica consumido, a todos los usuarios de los estratos 4, 5 y 6, comerciales, industriales y no regulados, de todos los departamentos del país.  En otras palabras, socializar los costos de varias décadas de corrupción, robos, desfalcos, clientelismo y politiquería que llevaron a Electricaribe a su estado actual.
La empresa opera en siete departamentos de la costa Atlántica, tiene 2,6 millones de usuarios y en los últimos decenios es campeona de mal servicio, con millones de quejas de sus usuarios por cortes permanentes, cobros excesivos o inadecuados y una interminable lista de otros reclamos -muchos desatendidos- por motivos que incluyen aparatos eléctricos fundidos, casas incendiadas y personas electrocutadas.  
Por la acumulación de irregularidades, entuertos, manejos oscuros y por el fracaso de un plan de inversiones conjunto con el Estado, fue intervenida en 2016 por la Superintendencia de Servicios Públicos. Desde entonces no ha hecho más que empeorar y en la actualidad está  tan mal que el pasado noviembre, cuando venció el plazo para encontrar un operador, el Gobierno no encontró a nadie interesado en la rifa del tigre de hacerse cargo de una empresa con pésima reputación, con deudas acumuladas por más de 2,5 billones de pesos, un pasivo pensional de 700.000 millones y que para estabilizar la calidad del servicio tiene que invertir 7 billones de pesos en infraestructura durante los próximos 10 años, un desastre que revela de paso la incompetencia del Estado para hacer cumplir las normas y para vigilar, controlar y sancionar a una empresa como Electricaribe, que evadió tan abierta y gravemente sus responsabilidades.  
Los 16 años que las siete electrificadoras de la antigua Corelca estuvieron bajo la egida de los españoles de la Unión Fenosa están marcados por múltiples historias de leyenda negra. Los han acusado de desmantelar miles de kilómetros de cobre de las redes que encontraron para venderlos a buen precio en Europa y que reemplazaron por cables de aluminio de mala calidad. También del despido de miles de trabajadores expertos para sustituirlos por principiantes a destajo y aumentar ganancias a costa del servicio. Y sobre todo de una estrategia dirigida a no juntar la plata buena con la mala, consistente en fragmentar la operación en cuatro empresas enfocadas a los distintos segmentos del mercado. Gracias a ello a la gente le fue muy mal y a los accionistas muy bien. Pese al tamaño de las deudas la contabilidad indica que el negocio de Electricaribe fue siempre rentable para Fenosa, -con ingresos de más de 4 billones de pesos y utilidades brutas de más de 50.000 millones año-. Un negocio por lo demás asegurado gracias a las transferencias muy poco vigiladas del Gobierno de recursos para infraestructura -60 por ciento de lo que destina Minminas para el sector- y de subsidios para atender la cartera morosa de los más humildes. La Contraloría los acusó de desfalcar esos subsidios Foes para la gente más humilde y de que se habrían llevado más de 218.000 millones de pesos, más los 100.000 millones de pesos de los Prone y Faer. También salieron lastimadas las empresas generadoras que les suministraban la energía con las cuales acumularon deudas por más de 165.000 millones de pesos.  
Por asombrosa coincidencia el coordinador ponente del Plan de Desarrollo y quien entregó la iniciativa de socializar las pérdidas del gran desastre Electricaribe a consideración del Congreso, fue el senador conservador de Barranquilla Efraín Cepeda, de quien el expresidente Andrés Pastrana dijo (en entrevista con el periodista Jorge Cura) que “vive de la corrupción, de la entrega de puestos y la entrega de contratos” y a quien llama “uno de los grandes símbolos de la corrupción en Colombia”.  Una mala coincidencia porque lleva al otro elemento desgarrador de la historia: la mano maldita de los políticos que con su feria de contratos, puestos y corrupción quebraron a Corelca. Pero sobre todo que han atrofiado el desarrollo y el crecimiento de los departamentos de la costa. Muchas de las causas de fondo de la tragedia social de la región son imputables a la corrupción, irresponsabilidad e incompetencia de su clase dirigente. Así, 80 por ciento de los usuarios de Electricaribe pertenecen a los estratos 1 y 2 y viven en condiciones de pobreza o de miseria, en lugares marginados donde mucha gente no paga y donde abundan las conexiones fraudulentas, los contadores adulterados y también los accidentes y los electrocutados. Las pérdidas por fraudes equivalen a 19,7 por ciento de la operación.
Frente a esa aterradora situación es imposible justificar que colombianos de todas partes del país -incluidos los de la propia región Caribe- terminen por pagar los costos de una larga historia de desfalcos y locuras con la cual no tuvieron nada que ver. Además de impresentable desde el punto de vista ético, ese rescate de un cadáver descompuesto, con cargo a los contribuyentes, también es peligroso e inconveniente. Primero porque el precedente que crea puede despejar el camino a la demanda por 1.500 millones de euros -una de la más grandes de la historia del país- que Fenosa se atrevió a interponer contra el Estado. Y por el mensaje de garantías a la impunidad que envía a la sociedad. Si se llegara a hacer realidad quedaría abierto el camino para la sobretasa o el impuesto Reficar, InterBolsa, Odebrecht o tantos otros de los casos de corrupción que se devoran al país. Ojalá, como ocurrió con la eliminación de los subsidios y el IVA a la canasta familiar. el presidente Iván Duque desautorice al ministro Carrasquilla y no permita que este despropósito prospere.

“Si no salvamos Electricaribe, se cae la inversión en el país”: Óscar Darío Pérez

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Reflexiones al tema pensiones

“Si no salvamos Electricaribe, se cae la inversión en el país”: Óscar Darío Pérez


elespectador.com, 28 Mar 2019 

Jorge Sáenz. / @JorgeS_V


Óscar Darío Pérez, presidente de la Comisión III de la Cámara de Representantes y ponente del PND.
 / Óscar Pérez

El ponente del Plan de Desarrollo afirma que rescatar el servicio de energía en el Caribe es un problema nacional. El PND propone una sobretasa a los estratos altos para lograrlo. Manifiesta incertidumbre por cómo la discusión sobre la JEP afectará el debate de la hoja de ruta del Gobierno. 
El debate paralelo del Plan Nacional de Desarrollo (PND) y el futuro de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) podría perjudicar al PND, advierte el presidente de las comisiones económicas del Congreso, Óscar Darío Pérez. Insiste en que a este proyecto le espera una cuesta más empinada que la que sorteó en las comisiones.
“Hay que actuar paralelamente para que el Congreso se luzca y no vaya a dejar ninguna de las iniciativas”. Sostiene que al presidente Duque le falta manejo del Congreso.
¿Cómo se vivieron esas horas cuando el Plan Nacional de Desarrollo estuvo a punto de naufragar?
Con un altísimo nivel de estrés y de preocupación, porque realmente no sabíamos lo que podría pasar. Yo no sabía sí íbamos a constituir el quórum decisorio en la Comisión Tercera del Senado. Pero aquí lo que hace noticia son los que faltaban, no los que estaban allá. Había cien congresistas de las comisiones económicas.
¿Qué habría pasado si no se completa el quórum y fracasa la iniciativa?
Se hubiera tenido que adoptar por decreto, y para adoptarse por decreto no se podrían haber incluido los primeros cuatro artículos. El artículo dos son las bases del PND que son 1.390 páginas y además muchos artículos son orgánicos y otros tienen modificaciones tributarias y algunos pensionales. Piense también en la imagen internacional que se hubiera dado al país por un PND adoptado por decreto.
¿Qué efecto tuvieron las declaraciones del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, al advertir que el Gobierno no se iba a dejar chantajear?
Yo no sabría decirle. No creo que los senadores que aparecieron lo hayan hecho por eso, pero yo no tengo ninguna base cierta para afirmar eso, es una apreciación. Quien debe responder si lo estaban presionado o no es el ministro de Hacienda, y si no lo estaban presionado es una afirmación bastante audaz.
En ese momento crucial, ¿quién ganó el pulso: el presidente Duque o el excandidato presidencial Vargas Lleras?

Yo creo que el pulso lo ganó Colombia y lo ganó (al punto de) que por las vías constitucionales tiene un Plan de Desarrollo, y si usted quiere poner pulso, yo creo que si el doctor Vargas (Lleras) dio esa orden, pues entonces lo perdió.
Pero falta el segundo tiempo...
Falta la segunda etapa, donde el doctor Vargas (Lleras) y el partido Cambio Radical van a ser fundamentales. Cambio Radical es muy importante y tiene una presencia muy vigorosa tanto en Senado como en Cámara. De manera que aquí debemos es pensar en el país.
¿Ahora sigue una cuesta más empinada que en la primera etapa?
Sí señor, mucho más empinada porque ya son todas las plenarias y si con las comisiones teníamos 3.000 proposiciones, imagínese lo que puede pasar en las plenarias.
¿Pueden presentarse ahora más palos en las ruedas que en la primera etapa?
Más dificultades pueden darse sin duda, pero también hay una cosa que no sé cómo analizar: este (PND) se está entrelazando o cruzando con las objeciones de la JEP. ¿Entonces el Congreso se va a ocupar más del tema de la JEP que del Plan de Desarrollo?, porque ese PND lo tenemos que aprobar o improbar o hacer lo que haya que hacer antes del 7 de mayo, de lo contrario, se tendría que adoptar por decreto.
Nunca habíamos vivido una situación parecida con un Plan Nacional de Desarrollo.
Así es. Si usted quiere decir que el Gobierno nunca había tenido un manejo tan poco claro del Congreso, como ahora, puede tener razón.
La salvación de Electricaribe es un tema muy polémico. ¿Por qué salvarla a costa del bolsillo de los colombianos?

Electricaribe es un problema nacional y se ha venido mostrando como si fuera solo de la zona norte del país. El problema de Electricaribe vale $7 billones, el Estado no tiene esos $7 billones. Las inversiones correctivas debieron hacerse desde el año 2016 y no se hicieron. Hoy Electricaribe no es viable si no se le hace un saneamiento. La carga pensional vale $1,2 billones, el Gobierno la puede asumir a ochenta años con un costo anual de $80.000 millones y con eso la sanea pensionalmente. Entonces se ha creado una tasa de $4 por kilovatio/hora que tiene un impacto marginal en las tarifas, es un pequeño esfuerzo porque si Electricaribe no se sanea, no se le puede entregar a un privado. Si eso no lo hacemos les van a caer a todos los colombianos con menos inversión, más deuda pública, más déficit fiscal y más inflación.
¿Cómo queda el tema pensional?
A una persona a la que no le hayan devuelto los saldos que aportó pero que no logró la pensión, tiene dos opciones: o retira el saldo y los gasta, o los puede dejar en BEPS (Beneficios Económicos Periódicos), que por cada peso que deje le dan 20 % y eso se vuelve una renta vitalicia. La crítica estaba en que se habían dejado diez días de espacio para decidir, pero ahora vamos en cuatro meses, pero puede ser un año.
¿Y los licores?
Ahí había un artículo que era muy delicado para las rentas de los departamentos, porque de cierta manera favorecía las importaciones de los licores. No tenemos nada contra los importadores, porque ellos también pagan impuestos, pero sí afecta a las licoreras de Colombia. El Gobierno se comprometió que para calcular la base gravable de los licores se tenga en cuenta los sitios donde más se consume y ahí hay una propuesta de decreto del Ministerio de Hacienda para establecer una fórmula de cómo el DANE debe calcular.
¿Cuántas reformas tributarias tiene el Plan?
Ninguna. Se busca subsanar lo que le pasó a la Ley de Financiamiento que por un error del Gobierno no incluyó una renta deducible para las personas naturales de los aportes en AFC y en pensiones voluntarias y por un error de transcripción el Gobierno no incluyó lo aprobado en la Ley de Financiamiento.
¿Qué suerte va a tener el tema de los aranceles?
Es muy polémico ese artículo, la ANDI ha hecho algunos estudios contra él. Dice que el Congreso por ley no puede legislar en materia de aranceles y eso es contraproducente, pero también entendemos que los empresarios de la cadena fibra, textil y confección se están quebrando, porque está entrando contrabando técnico con mano de obra barata de China, India o Indonesia. Debemos defender a los unos sin afectar a los otros y, sobre todo, que Colombia puede ser sancionada por la OMC.
¿Le ataron las manos al presidente para no feriar los activos del Estado?
No puede, porque el Gobierno pidió facultades plenas y no se le dieron. Se le dieron limitadas. Por ejemplo, en el país hay tres fiduciarias públicas (Fiduprevisora, Fiduagraria y Fidubancoldex), dos aseguradoras (La Previsora y Positiva) y 60.000 trámites. Aquí no viene la inversión, porque la tramitología se los traga, pues reduzca eso a la mínima expresión, eso no fue una propuesta de campaña. Hay bancos públicos que tienen más vicepresidentes que todo el Grupo Aval.

Pagar entre todos el desastre Electricaribe: un atraco a los colombianos




Reflexiones al tema pensiones

viernes, 29 de marzo de 2019

‘Reforma pensional: discusión no debe ser politizada ni ideologizada’

POR:
 
PORTAFOLIO
 
MARZO 26 DE 2019 
Santiago Montenegro Trujillo
Santiago Montenegro Trujillo, presidente de Asofondos, gremio de las administradoras privadas de pensiones y cesantías.
CÉSAR MELGAREJO / PORTAFOLIO
Santiago Montenegro, presidente de Asofondos, insiste en que el debate sobre el sistema que necesita el país no debe darse de manera apresurada.

Aunque el Gobierno descartó la posibilidad de presentar una reforma pensional este año, el debate sobre el sistema que necesita Colombia no pueden aplazarse.

Santiago Montenegro, presidente de Asofondos, el gremio de las administradoras privadas de pensiones, insiste en que las discusiones no deben politizarse ni ser ideologizadas, sino que deben ser técnicas e ilustradas.

Justamente, el gremio traerá la próxima semana a su Congreso anual un grupo de panelistas de distintas nacionalidades para revisar el estado del arte en esta materia. Sobre este y otros temas, el directivo habló con Portafolio.

¿Qué pueden esperar los asistentes al Congreso anual?

Es un escenario de altísima discusión técnica y académica sobre el futuro del sistema de protección a la vejez. Vienen 12 conferencistas del exterior, quienes darán insumos de lo que está pasando en otros países, lo que es útil para Colombia porque estamos discutiendo otra vez, con alguna intensidad, una reforma pensional.


¿Y el año entrante sí habrá reforma?

Lo veo posible, pero en esto no se debe correr, el tema no debe ser politizado, ni ideologizado, la discusión debe ser técnica e ilustrada. En ese sentido no me preocupa que tome más tiempo porque hay que tomar las mejores decisiones posibles. Tarde o temprano hay que hacer una reforma al sistema de protección a la vejez, y uno de cuyos componentes es la parte pensional. Mientras la informalidad laboral siga tan alta, no son muchas las personas que se van a jubilar con al menos una pensión de un salario mínimo, entonces hay que pensar también en quienes van a tener una devolución de saldos y en quienes ni siquiera aportaron y que tendrán que estar cubiertos con programas como Colombia Mayor. Si no hacemos nada, en el 2055 vamos a tener 15 millones de adultos mayores de 60 años de los cuales casi 10 millones no van a tener ningún tipo de protección, eso es una situación socialmente explosiva que tenemos que corregir desde ahora.


¿Ha cambiado su propuesta de ajuste?

Seguimos insistiendo en que en la combinación del envejecimiento de la población -que es mucho mayor de lo que creíamos- con la informalidad laboral, solo hay dos cotizantes activos por cada adulto mayor, lo que quiere decir que un régimen de reparto no es viable, porque ya es una pirámide financiera, en la que los jóvenes no van a tener quién les pague una pensión cuando sean viejos. El sistema debe unificarse en un sistema de ahorro y capitalización que podrá ser administrado tanto por el sector privado como por el público. Al hacerse esa unificación, además de tener un sistema viable, se irán eliminando los subsidios del régimen público y se hará más sostenible fiscalmente. La inviabilidad del régimen público ya se ha venido haciendo manifiesta con la publicación de las cifras de devoluciones de saldos en los últimos cinco años.


¿Eso qué indica?

Hay que llamar la atención sobre estas cifras: entre 2013 y 2018, 540.000 personas no se jubilaron en el régimen público y tuvieron una devolución de saldos de menos de 5 millones en promedio, mientras que en el privado no se jubilaron 116.000 personas, y las devoluciones fueron, en promedio, de 35 millones. Con eso, se les podría dar un Bep de 280.000 pesos mensuales, que cubre la línea de pobreza. Eso muestra que las rentabilidades del privado han sido buenas y que son del ahorrador, no del sistema financiero y que, a diferencia de lo que se dice, las personas no se están jubilando en el régimen público.

¿Qué otras cosas debe tener la reforma?

El régimen podrá ser administrado por públicos y privados, así como pasa con aseguradoras y fiduciarias, debe respetar los derechos adquiridos de los jubilados y de quienes están próximos, que las devoluciones son importante para hacer Beps y eso va a cubrir la línea de pobreza a unas 3 millones de personas de aquí al 2055.

¿Qué lectura hace de la propuesta en ese sentido del Plan de Desarrollo?

Se hizo un escándalo sobre algo que no es cierto, a nadie se le está despojando de su plata, eso es voluntario, no obligatorio, además es administrado por el régimen público, entonces tiene todo el sentido de que la gente no se gaste la plata en cualquier cosa y que se convierta en una renta vitalicia que al menos cubra la línea de pobreza. Las personas deben tener asesoría y ser conscientes de lo que hacen para tomar una decisión, pero es temerario acusar que se le va a despojar a la gente de su plata.

La informalidad también es un tema sobrediagnosticado. ¿Cómo empezar
a actuar en ese frente?

Con la Ley de Financiamiento se tomaron unas decisiones importantes, al reducir las cargas tributarias al sector empresarial, eso incentiva la inversión y va a generar más empleo formal, pero hay que complementar con otras medidas. La productividad y la informalidad son temas hermanos, hay que reducir los trámites a las empresas, hay que pensar en los costos salariales y no salariales, ir flexibilizando eso entre jóvenes y adultos, entre regiones, porque no tiene sentido que el salario mínimo en la zona financiera de Bogotá sea el mismo que en municipios retirados, también creo que Colombia tiene exceso de efectivo, fue un error haber sacado el billete de $100.000 pesos, y hay que reducir o eliminar el 4 por mil. La informalidad hay que atacarla desde distintos frentes.

luicon@eltiempo.


Reflexiones al tema pensiones

jueves, 28 de marzo de 2019

¿Salvar A Electricaribe Para Entregársela A Privados?

costanoticias.com28th March 2019 
Por: Jorge Vergara Carbó


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Supuestamente con la votación ayer de los dos parlamentarios de Cambio Radical, Arturo Char y Luís Díaz Granados y uno del partido Liberal, Mauricio Gómez, sumados a los del partido de la U y del partido Conservador , se le dio aprobación en primer debate al Plan de Desarrollo del gobierno Duque, el cual debe discutirse en 45 días para que logre su aprobación. El argumento para votar de los parlamentarios de la Región Caribe fue la salvación de Electricaribe, al incluir en el Plan, la propuesta que hiciera la Superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios que comprenden siete puntos que analizaremos con detenimiento en este documento.......entra al link..



P.N.D.: Gobierno y congreso juegan con la ignorancia del pueblo

https://jujogol.blogspot.com/2019/03/pnd-gobierno-y-congreso-hoy-juegan-con.html




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lunes, 25 de marzo de 2019

P.N.D.: Gobierno y congreso juegan con la ignorancia del pueblo

Marzo 26 de 2019
Juan José Orrego López


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El juego y manejo que se dio para la aprobación del P.N.D., en las comisiones conjuntas, es el ejemplo más claro de cómo el gobierno de hoy y anteriores con el congreso, abusando en parte de su poder, apoyan propuestas igual que años anteriores para incluir y aprobar, puntos y soluciones, debatibles y costosos para el estado, comprometiendo en el P.N.D. partidas millonarias de una manera irresponsable, sin recursos inmediatos como fuentes de ellos, generando dudas en unos por sus actuaciones como profesional y defensores de la nación, pues para quedar bien y ratificar ese liderazgo disfrazado, incluyen  soluciones populares, que pagaran los 46 millones de colombianos, para quedar ante el pueblo, como los verdaderos líderes defensores de la nación y sus recursos.

Así como incorporaron en el P.N.D., puntos discutibles que generaran billones de gastos, como el pago o compromiso del pasivo pensional Eletrocaribe y la sobrepasa de $ 4 que pagará toda Colombia, con ese amor de patria que muestran, porque no incluir de la misma manera en el  P.N.D., alternativas diversas[1], que generen recursos nuevos y no gastos a partir de su aprobación, recursos que sean permanentes y no transitorios, crecientes  hoy y a futuro, con beneficio a la nación, dentro de ellos, como es el aporte a pensiones por los trabajadores, públicos y privados, con porcentajes diferentes y progresivos, donde a mayor salario mayor el porcentaje [2], punto clave que de aprobarse en el P.N.D. , generará recursos nuevos, en forma directa y permanente, como es al sistema pensional, reducir los aportes por transferencias a pensiones, rebajar ese déficit presupuestal de recursos que gira la nación al sistema pensional, el porcentaje de participación en PIB, entre otros beneficios, sin afectar en nada recursos al sector empresarial ni a la nación comprometidos hoy y para vigencias futuras,  siendo está una o la herramienta apropiada del estado para ir reduciendo esos millonarios recursos que gira y paga la nación en subsidios para las pensiones altas o millonarias.

Si por las normas o caprichos existentes de no querer o no poder eliminar esos privilegios y beneficios salariales millonarios, la aprobación de los aportes diferenciales, a mayor salario mayor aporte, de manera directa, generarán recursos adicionales, para ampliar la cobertura y afianzar desde ya una mayor sostenibilidad y viabilidad financiera al sistema pensional en Colombia, pero ante todo, básicos para ir reduciendo esos desequilibrios financieros que gran daño le han hecho y hacen todavía a la nación.

Hoy o nunca, pues si hay voluntad, sinceridad y responsabilidad del estado y congresistas, será un gran paso donde demostrarán y recuperarán esa confianza pérdida, pues él no hacerlo, ampliará esa desconfianza institucional hacia ustedes, donde confirmarán que vale más los intereses personales y políticos que la defensa de la nación.

Juan José Orrego López



[1] Existen varias alternativas que se podrían incorporar para beneficio de la nación y aumentar sus recursos.
[2] Se establecerá la escala de salarios con sus respectivos porcentajes diferentes.




Reflexiones al tema pensiones

miércoles, 20 de marzo de 2019

Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022: algunas inquietudes económicas

Por: César Ferrari

Un plan nacional de desarrollo es un documento que se plantea como guía de la gestión estatal con la finalidad de lograr las metas del Gobierno para un periodo determinado. Usualmente se diseña bajo diversos escenarios, unos más y otros menos favorables de tal manera que ante unos y otros se planteen políticas que compensen insuficiencias, superen deficiencias y refuercen oportunidades.
El documento “Bases del Plan 2018-2022”, presentado hace pocas semanas al Congreso colombiano, plantea como meta de crecimiento en el periodo de gobierno, en el mejor escenario, una tasa promedio anual de 4,1%, superior a una tasa promedio de 3.3% en el escenario base tomado de las proyecciones para Colombia del Fondo Monetario Internacional de abril de 2018. Las tasas anuales de crecimiento serían en ese mejor escenario: 3,6% en 2019, 4% en 2020, 4,2% en 2021 y 4,5% en 2022.
Los cinco escenarios planteados, que podrían considerarse progresivamente optimistas a partir del escenario base y van incorporando mejoras de productividad que, a su vez, se traducirían en incrementos en la tasa de crecimiento, incluyen: aumentos en los precios petroleros mundiales, de una base de 70 dólares barril (65 en 2019) a una situación más favorable de 75 dólares por barril; mejoras regulatorias que se traducirían en menores trámites; “apuesta” por la agroindustria; mejora productiva en la economía naranja (artes, actividades culturales, turismo, tecnologías de la información), y mayor gasto en la educación.
La primera inquietud tiene que ver con dichas supuestas mejoras en productividad y con incrementos en la capacidad de producción para lograr tasas más elevadas de crecimiento con cada escenario. Aumentos en la productividad, es decir, producir más con menos recursos, implican mejoras en tecnología o en los procedimientos productivos y ambas suponen mayor inversión. Aumentos en la capacidad de producción, es decir, más máquinas para producir, implican también mayor inversión. El plan plantea que la tasa de inversión respecto al PIB aumentaría de 22,3% en el escenario base a 26% en el mejor escenario.
Cabría preguntarse ¿por qué aumentaría la tasa de inversión? Solo podría ocurrir si el monto de inversión crece más rápidamente que el monto del PIB. Tal no se muestra en todos los escenarios. Lo que sí se aprecia es que, en el mejor escenario, la tasa de crecimiento promedio anual proyectada de la inversión es 5,7% mientras que la tasa de crecimiento del PIB, como indicado, sería 4,1%.
Pero ¿por qué se daría esa situación en ese mejor escenario? Significaría que el consumo debería crecer menos que el PIB. Pero la tasa de crecimiento promedio anual proyectada del consumo es también 4,1%. Lo cual implica que ese crecimiento se traduciría en un crecimiento de las importaciones superior al de las exportaciones y, por lo tanto, en mayor financiamiento externo. En efecto, las importaciones se proyectan creciendo 3,5% y las exportaciones 3,4%.
Pero si las importaciones crecen más que las exportaciones, quiere decir que los sectores transables (los que exportan y compiten con importaciones) perderían competitividad y, por lo tanto, rentabilidad. Y que los sectores que más crecerían serían los no transables y que, por lo tanto, la inversión se orientaría hacia estos últimos sectores. En efecto, entre los sectores más significativos en la estructura del producto, las proyecciones más elevadas de las tasas de crecimiento promedio anual son para las actividades financieras (5,4%), comercio (5,2%), y construcción (4,9%); tasas mayores que las que lograrían los sectores transables: agropecuario (4,2%), explotación de minas y canteras (3,7%) y manufacturas (4,7%).
Mejor dicho, todo pareciera descansar en unos buenos precios petroleros que se traducirían en mayores ingresos externos, que dinamizarían las actividades no transables y, así, generarían mayores ingresos internos, pero con mayor endeudamiento externo para financiar al sector privado: el crecimiento promedio anual del gasto público en el mejor escenario es de 3,3% mientras que el del consumo privado en el mismo escenario es de 4,3%.
¿Por qué no plantear escenarios más y menos optimistas y, así, más realistas? Como se señaló en una columna anterior, el Fondo Monetario Internacional proyecta para el 2019 un precio promedio de 48,9 dólares barril para el petróleo WTI, el relevante para Colombia; para los siguientes años estima precios de 50,4 en 2020, 52 en 2021 y 53,4 en 20221. Esos precios son consecuentes con la desaceleración que el mismo Fondo Monetario proyecta recientemente para las principales economías mundiales: la economía estadounidense en 2019 reduciría su tasa de crecimiento a 2,5% y en 2020 a 1,8%; en la Zona Euro la tasa se reduciría a 1,6% en 2019 y a 1,7% en 2020; en China la tasa sería 6,2% en 2019 y 6,2% en 20202.
Y si el mundo acaba siendo menos favorable, ¿los resultados proyectados en el Plan serán también menos favorables? Amanecerá y veremos.
* Ph.D. Profesor titular, Pontificia Universidad Javeriana, Departamento de Economía.