Es injusto amenazar a los evasores de impuestos con cárcel,
cuando en realidad, tal desidia, radica en que sus tributos son
utilizados en gran parte, para reponer los dineros que se roban los
corruptos.
Esperamos que en el 2017 la guerra frontal contra la
corrupción sea de verdad, eso de amenazas con cárcel para los evasores
de impuestos, no deja de ser un exabrupto, para hacerlo lo primero que
hay que hacer es depurar la administración pública de tanto delincuente
de cuello blanco, dándole confianza al contribuyente, que sus dineros
van a ser invertidos adecuadamente.
La opinión pública continúa
esperando los resultados de las investigaciones sobre: Isagen,
Interbolsa, el desfalco a la salud, el descalabro de cientos de obras de
infraestructura donde finalmente se convierten en elefantes blancos,
puesto que los contratistas se esfumaron con los presupuestos asignados,
estos son unos pocos casos entre los miles que se investigan, pero que
finalmente mueren en los estrados judiciales por vencimiento de
términos.
Si se hace un balance de cuanto pierde el país
anualmente por casos de corrupción, estoy absolutamente seguro que serán
decenas de billones de pesos, eso sin delatar las obras de
infraestructura que se quedan inconclusas no solamente en los
municipios, sino en los diferentes departamentos, pero, también tenemos
que agregarle a esto, el saqueo que se ha presentado con la alimentación
de los niños, y de los que se están muriendo por casos desnutrición,
puesto que los dineros para estos programas han ido a parar al bolsillo
de contratistas y funcionarios corruptos.
Como lo hemos
manifestado en artículos anteriores: “don corrupto” nos ganó la partida y
este nefasto personaje hay que simbolizarlo como bandera de lucha
contra la corrupción, no es exagerado decir que está invadiendo la
administración pública en todos los niveles y órdenes de la vida
nacional, partiendo desde los municipios y departamentos, hasta llegar a
las altas cumbres del poder como en el caso de Odebrech, que está
estremeciendo al País y al Mundo.
La corrupción en nuestro país
está tan tecnificada, que existe un lenguaje cifrado con señas y mañas,
para que el funcionario, contratista o beneficiario de turno, se
entiendan en términos abstractos; para traducirlos hay que tener la
pericia de todo un galimatías experto en descifrar entuertos y
peculados, muchas veces la astucia de los funcionarios y contratistas
corruptos es tan contundente que las investigaciones judiciales en su
contra, fracasan, o los expedientes son archivados por vencimiento de
términos, puesto que las pruebas son tan difíciles de recaudar puesto
que se han borrado todas las evidencias.
Debemos entender que la
evasión de impuestos no va sola, va acompañada de toda una corte de
corrupción, cuyas primeras señas se encueran en la Dian,- no queriendo
decir que todos los funcionarios lo son-, donde hay expertos en borrar
cuentas de los contribuyentes, en engavetar o en desaparecer expedientes
que se siguen a los contribuyentes evasores, casos como estos, los han
denunciado respetables medios de comunicación y varios funcionarios han
ido a parar a la cárcel.
Para que la evasión de impuestos sea
penalizada, lo primero que debe hacerse es depura la administración
pública de tanto corrupto y llevarlos a la cárcel sin ninguna
consideración, con esto se allanaría el camino para que el gobierno pida
al legislativo tramitar la ley, anti evasión, con el agravante que hay
que empezar por el mismo congreso de la república, que si se hacen las
cosas como realmente debe ser, se quedaría sin quorum, puesto que la
mayoría de los representantes y senadores, están comprometidos en mayor
menor grado con actos de corrupción.
El caso debería ser a la
inversa: cárcel para los corruptos, para que los contribuyentes paguen
sus impuestos con gusto y darles seguridad que sus dineros van a ser
bien invertidos en obras de desarrollo, - es lo que se comenta y se dice
en los mentideros políticos y reuniones sociales-: pagar impuestos es
la mayor satisfacción para el ciudadano, siempre y cuando su esfuerzo se
vea reflejado en obras de desarrollo e infraestructura, con la
consecuente generación de empleo.
Es desalentador presenciar los
continuos desfalcos, peculados y chanchullos, armados y cometidos
precisamente por altos funcionarios del gobierno, pero, lo más triste es
que la mayoría de las veces estos escándalos no pasan de las denuncias,
que como en el caso de Interbolsa, se vencieron los términos y los
cacos de cuello blanco y perfumado, no solamente recobran su libertad,
sino que tienen el cinismo de demandar al Estado por daños y perjuicios.
El
gobierno no debe acudir a medida tan extrema de cárcel para los
evasores, cuando el país anda asfixiado por casos de corrupción en todos
los órdenes: por saqueos, chanchullos y peculados, cometidos
precisamente desde las altas fuentes del Estado, que es donde está don
corrupto, ordenando y haciendo de las suyas, puesto que ser honestos en
los actuales momentos, es hasta peligroso y si se es empleado oficial de
manejo, se corre el riesgo que le monten un proceso amañado con
testigos falsos y vaya a parar a la cárcel.
Si se hace una
encuesta entre desprevenidos transeúntes y contribuyentes de mayor o
menor grado, siempre tienen lista una respuesta: me da pereza pagar los
impuestos, puesto que se roban la plata, si avanzamos más en el tema,
los altos salarios de los congresistas y de los funcionarios del
gobierno, sumados a los viajes con extravagantes viáticos, sale también
de los contribuyentes.
Los descalabros de la salud, el robo de
interbolsa, la venta de isasgén entre muchos otros negociados, se
subsanan también con los dineros de los contribuyentes; las obras de
infraestructura que por lo regular se convierten en elefantes blancos
porque los contratistas se roban la plata, para recuperarla con montos
astronómicos, se hace con los dineros que pagan los contribuyentes.
Total
que si la reforma tributaria se quedó sin cárcel para los evasores de
impuestos, es un tema que debe evaluarse muy bien desde el punto de
vista de la lógica y la razón, puesto que hacerlo en las actuales
circunstancias es tan aventurado e injusto, que se prestaría para más
chanchullos y peculados, puesto que los caminos no están nada claros, ni
mucho menos expeditos para penalizar la evasión fiscal en medio de
tanta corrupción que nos está asfixiando.
¿Finalmente a todo esto
que dicen los Organismos de Control? Procuraduría, Fiscalía General de
la Nación, Contraloría General de la República, contralorías
departamentales, contralorías municipales y las oficinas de control
interno de cada ministerio, superintendencias y organismos
descentralizados.
¡Qué vergüenza!
urielos@telmex.net.co
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