Se afirma que las mejores observaciones de los economistas
son pretéritas, analizan el pasado, entonces disertamos con
autosuficiencia acerca de las causas que provocaron los hechos. Se
equivocan con frecuencia cuando predicen el futuro. Son tantos y tan
diversos los factores que inciden en el comportamiento económico que
tenerlos en cuenta a todos es imposible. Muchos dependen de la voluble
conducta humana, de acontecimientos tan impredecibles como una guerra o
una epidemia. Nadie pronosticó hasta dónde descenderían recientemente
los precios del crudo o el surgimiento del Sida.
Pues bien, se afirma que Colombia crecerá el 2% el próximo año,
afirmación de la cual discrepo. Vamos a estar rondando el estancamiento.
Crecimiento cero. Ojalá me equivoque.
Últimamente se ha producido una continua desaceleración en nuestras
cifras de desarrollo. Las tendencias conservan inercia no contabilizada
por los analistas. El factor primordial ocurrió debido a los altos
precios del petróleo que produjo una revaluación del peso frente al
dólar lo cual hirió profundamente a nuestro aparato productivo, que aún
no da señales de haberse recuperado plenamente. Durante un período
prolongado resultó mejor importar que producir nacionalmente. Otro
ingrediente que sin duda ha incidido, sucedió con la errónea decisión
del Banco Central de aumentar exageradamente las tasas de redescuento
sin mayor fundamento, puesto que la inflación crecía estimulada
primordialmente por la devaluación, un intenso verano y un paro
camionero. No existía, entonces, una marea alta de demanda que
presionara por sí misma la oferta.
En el año que se inicia continuará el déficit comercial, nuestras
importaciones excederán con creces el valor de las exportaciones. El
ingreso tributario que provino, en un 20% de la contribución petrolera,
un aporte que no afectaba el bolsillo de las personas. Ahora con la
reforma se aumentaron considerablemente los impuestos a los ciudadanos,
se incrementó en tres puntos el IVA, en otras palabras, para el
consumidor final los precios crecerán por este motivo en más del 18%,
una suma considerable, imposible de subestimar.
El entorno externo presenta un oscuro panorama, por decir lo menos.
Nuestros vecinos Venezuela y Ecuador se encuentran deprimidos, en nada
nos ayudan a estimular la demanda que ahora tanto necesitamos. El señor
Trump es una incógnita con signos más negativos que positivos. Europa
continúa inmersa en sus propios problemas. China ya no es la locomotora
del pasado.
Para fertilizar el consumo, a la vista solamente existen dos
ingredientes seguros y otros poco probables. Por un lado, las
inversiones en infraestructura 4G, y en otras latitudes, lo que se
invertirá para honrar los compromisos adquiridos con la firma del
acuerdo con las Farc, una parte de cuyo presupuesto se gastará en
burocracia concentrada en la Capital, salas, tribunales, unidades de
investigación, etc., seis nuevos entes, otra en los subsidios a los
reinsertados. Entre los poco probables, se encuentra la recuperación de
los precios del petróleo.
¿Qué hacer para que el Gobierno Nacional dilapide menos en fronda
burocrática? Durante más de un lustro creció sus gastos sobre el PIB. Se
ha convertido en un lastre difícil de sostener, pensando únicamente en
mayor tributación.
Reflexiones al tema pensional
¿Qué hacer para que el Gobierno Nacional dilapide menos en fronda burocrática? http://jujogol.blogspot.com/2017/01/augurios-economicos.html?spref=tw
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