EDITORIAL:...Santos: gobierno de ‘Tercera vía’

CRONICADELQUINDIO.COM, Agosto 08 de 2014

El presidente advirtió a las Farc que la paciencia del país tiene límites.


Hace cuatro años el gobierno de Juan Manuel Santos nos habló, en su comienzo, de las locomotoras de la prosperidad, que, en realidad, les faltó mucho combustible. Ahora nos anuncia un gobierno para la paz, pero con el modelo de la ‘Tercera vía’. Abandona el presidente el eufemismo del tren y asume tres retos: paz, equidad y educación.

En el tema de la paz fue muy evidente en el discurso del presidente la molestia que vienen causándoles al país los nuevos atentados de las Farc y el Eln, que incluyen niños y la infraestructura petrolera, mientras se dialoga en La Habana, con el primero, y se adelanta un acercamiento con el otro. Santos les dijo a los colombianos, con relación a este tema, lo que querían oír: “La paciencia de los colombianos y de la comunidad internacional, no es infinita. 

Señores de las Farc: ¡están advertidos! La guerra sigue mientras no se llegue a un acuerdo –eso lo sabemos–, pero… ¡saquen a los niños, saquen a las mujeres, saquen a los civiles de sus acciones violentas! ¡No dinamiten las vías de los campesinos! ¡No más pueblos sin luz o sin agua! ¡No más petróleo contaminando nuestros ríos! ¡Actos de paz!... Eso es lo que Colombiapide hoy”. 

Este discurso, precedido de un informe sobre los avances de los diálogos y las altas probabilidades de firmar un acuerdo con las Farc, deja claro que el gobierno sabe muy bien que los miembros del secretariado están jugados con la terminación del conflicto, por la profunda crisis por la que pasa esta guerrilla y el envejecimiento de sus ideólogos, arrinconados en La Habana y en Venezuela. Por eso, Santos sostuvo claramente: “Paz, con o sin diálogos con las Farc”.

Los puntos de la equidad y la educación tienen una íntima relación con su propuesta de ‘Tercera vía’. “Colombia necesita un nuevo pacto social que tome lo mejor de lo que hemos conocido como la izquierda o la derecha para construir –en una ‘Tercera vía’– un país próspero y con equidad. Un país que cree en la propiedad privada y la protege; un país que fomenta la inversión y el crecimiento económico… pero que lo hace con corazón y con sentido social, para que los más vulnerables, los más pobres, superen su situación y no se queden rezagados”. 

Esta parte del discurso es ambivalente, pues Santos entiende la ‘Tercera vía’ como una renovada vía hacia el neoliberalismo, por sus actos del pasado y su puesta de gobierno, y no como la visualizan en Europa, como una renovación de la socialdemocracia, de centro izquierda, alternativa al neoliberalismo. Es poco claro aquello de “un pacto social que una lo mejor de la izquierda con lo mejor de la derecha”, es decir, ¿un acuerdo social entre Álvaro Uribe e Iván Cepeda, para que los colombianos puedan vivir mejor?

En los dos últimas décadas, y a pesar de la Constitución de 1991, considerada de corte socialista, el país ha tenido una retracción enorme en la inversión social en aras del equilibrio fiscal, con aumento de las privatizaciones y haciendo del mercado un lugar sin regulaciones donde los monopolios y las multinacionales tomaron el poder con detrimento de los intereses individuales y colectivos de los colombianos.

La intención de Santos de trabajar en la equidad y la educación, como elementos que pueden ofrecer una alternativa social frente al neoliberalismo, apuntando a la ‘Tercera vía’ europea, es buena, pero con muchas dificultades. Todas ellas mostradas por los intereses históricos de políticos y empresarios, los primeros alumbrados por la corrupción y el clientelismo, y los segundos empeñados en la máxima ganancia, poniendo en el patio trasero el desarrollo social.

Hay que ver las propuestas del discurso de Santos en su nuevo plan de desarrollo, para los próximos cuatro años, que debe llegar al Congreso en el mes de octubre. Sabemos que ese plan contempla los elementos sustanciales de la transición hacia la paz, la transformación del campo, la equidad social y un nuevo plan educativo. Lo que aún desconocemos es la metodología y la voluntad política para que se convierta en realidad. Santos arrancó su nuevo mandato, con la ‘Tercera vía’ como norte y con la paz como propósito