sábado, 27 de abril de 2019

Subsidios para pensiones, y para mi prima

Por: Martín Jaramillo
Resultado de imagen para FOTOS DE Martín Jaramillo

La teoría económica dice que la función de los impuestos es financiar “el bien común”, estos son aquellos bienes o servicios que creemos son deseables para los ciudadanos, pero son casi imposibles de comprar y vender para los individuos por sí mismos. Es difícil coordinar la gente para que voluntariamente pague por la seguridad y la defensa militar, los parques públicos y los tribunales de justicia, por eso es que se dice que el Estado debe cobrarle impuestos a la fuerza a todos los ciudadanos y regresárselos en la provisión de estos servicios.
Algunos economistas van más allá. Dicen que otra función de los impuestos es “redistribuir la riqueza” de los ricos a los pobres, algo que mi prima menor entendería como un “Robin Hood”. Allí hay un debate legítimo, pero antes de tener ese debate, hay que estar de acuerdo en uno más fundamental: en general, quienes pagan impuestos (IVA, renta, etc.), no deberían, por ninguna razón, subsidiar a los más ricos.
Mi prima y yo hemos ido un par de veces a visitar al ancianato Guadalupe en Manizales, un hogar que hace hasta lo imposible por el bienestar de los viejitos con recursos siempre insuficientes. En una de esas visitas, mi prima de diez años me preguntó, con toda razón, por qué estas personas no reciben una pensión si muchas de ellas trabajaron toda su vida.
Primo, ¿cierto que no es justo?
Isabel – le respondí – uno de los grandes problemas en Colombia es la informalidad, los trabajadores informales probablemente nunca ahorraron, por eso hoy no tienen pensión.
Pero ¿no se supone que Estado cobra impuestos para las pensiones? ¿qué hace con esa plata?
Así es – le dije – el Estado Colombiano, de hecho, gasta 20 veces más subsidiando una pensión, que atendiendo un enfermo.
Pero ¿cómo así? si estas personas son las más pobres y no ven esa plata por ninguna parte.
Como has notado, querida prima, el Estado no es muy bueno administrando las cosas.
Según cifras oficiales, el Estado se gasta 5 veces más subsidiando una pensión que educando un niño; el problema en Colombia no es que gastamos poco en pensiones, sino que gastamos mal. Subsidiamos a los ricos con los impuestos de todos como lo haría un Robin Hood malintencionado; mientras que un rico en Colombia recibe en Colpensiones hasta mil millones de pesos en subsidios, los más pobres llegan a la vejez sin protección alguna¿Por qué están los pobres subsidiando a los ricos? Por un sistema estatal mal planteado, inequitativo e insostenible.
Como decía al principio, no todos estamos de acuerdo con la cantidad de subsidios que queremos para las personas mayores, esto es una decisión democrática que debemos tomar. Sin embargo, en lo que sí debemos estar de acuerdo, es que, si entregamos subsidios, estos deben ser eficientes, técnicos y focalizados en los más pobres.
Por supuesto podríamos hablar de cosas más complejas: un sistema de ahorro individual, las tasas de reemplazo o los niveles de libertad de inversión; todos temas para otras columnas. Pero, antes que nada, una gran propuesta para los viejitos pobres como los del hogar Guadalupe, es la de eliminar por completo los billonarios subsidios que entregamos a las pensiones altas y solamente subsidiar a los más necesitados, esto no sólo mejoraría la salud de nuestra población de edad sino también la salud de nuestra economía nacional.
P.D. Con tantas reformas buenas que se le pueden hacer al sistema de pensiones, en el PND estamos debatiendo una aberración que significaría darle aún más plata de los contribuyentes a los más ricos; ojalá prime la cordura.

Reflexiones al tema pensiones

No hay comentarios:

Publicar un comentario