domingo, 4 de agosto de 2013

EDITORIAL: UN CORAZÓN SANO PARA EL CUERPO QUE QUEREMOS...

REVISTA ALO, Por: Diego León Giraldo

Un corazón sano para el cuerpo que queremos.../Editorial
Foto: Hernán Puentes

Que en Colombia se contabilicen 5,5 millones de víctimas de la violencia nos pone en una vergonzosa cercanía con la mayor masacre histórica contra un pueblo, la que durante la Segunda Guerra Mundial acabó con la vida de 6 millones de judíos a manos de los nazis.Y en esta ALÓ dedicada a la salud; la mental, la del corazón, la del alma, es sin duda la que más debemos cuidar. Y un pueblo con miedo, con rabia o con deseos de venganza no puede tener un cuerpo sano. La resiliencia, esa que se refiere a la posibilidad de seguir la vida por encima y superando tragedias tan poderosas que nos voltean la vida, es una de las formas de sanar. No se trata de olvidar, sino de “ayudar a identificar las experiencias de sufrimiento y aprender de ellas, para encontrar elementos que permitan continuar con la vida o hallarle un nuevo sentido”, según explicó la psicóloga Nelly Ariza.

En el papel suena facilito; sin embargo a veces no se logra. El testimonio de una sobreviviente del exterminio nazi que vive en Bogotá, que hoy tiene 91 años y es una de las pocas aún con vida en el mundo, traza un paralelo entre ese drama aterrador y el nuestro. “En unos años, nadie va a estar vivo para hablar de esto que vivimos, de lo que hicieron los nazis”, relató con el horror todavía dibujado en los ojos Inge Chaskel durante nuestro encuentro. Ella a veces despierta en las noches soñando que la atropellan, que vuelven los asaltos, que debe esconderse. Lo mismo les ocurre a Luz Cataño, a Diana Carolina Charry y a tantos Juanes, Marías, Estébanes, Josés, Ladys que en nuestro país han tenido que correr para salvar sus vidas luego de ver cómo masacran a algunos familiares y les roban en incendian sus casas.

No importa el bando, el ciudadano de a pie es el que siempre sufre el fuego cruzado, el campesino que ha hecho grande este país y al que hoy miramos con desdén. En las ciudades poco sabemos de esta guerra que se vive a tan pocos kilómetros y solo los titulares de incursiones o secuestros nos sacan por momentos de nuestro paraíso. Por eso es importante concientizarnos del país en el que vivimos, de enseñarles a nuestros hijos y familiares a reconocerse, de no solo preocuparnos por la banalidad sino y sobre todo de ver cómo construir país desde nuestras decisiones personales, desde la elección pensada de nuestros gobernantes y desde las enseñanzas primarias que impartimos a los más pequeños.

    1 comentario:

    1. Para proponer al gobierno y a la GUERRILLA, en los campamentos guerrilleros de la selva construir ciudades donde el estado llegue con todos los beneficios para la comunidades necesitada de vivienda, trabajo, salud, educación, servicios públicos DIGNOS.
      Vivan Christman sueña en las selvas de la Amazonia y la Orinoquia con un proyecto forestal que dará vida a tres ciudades que albergarán más de 30.000 habitantes.Para comprender el sueño colombiano del americano Vivan Christman en lo profundo de las selvas de Meta, Vichada y Guainía no hay que pensarlo como una empresa forestal sino como una novela. Transcurre en tres puntos remotos de la geografía nacional, todos marcados con estrella propia en el mapa, pero tan difíciles de alcanzar, que parecen en el universo mismo.La estrella más cercana de la civilización está en Meta. Tiene una extensión de 32.000 hectáreas de selvas degradadas en frustrados intentos de potrerización y producción de cultivos ilícitos. La segunda estrella, de 41.000 hectáreas, está en Vichada y es apenas un punto en la inmensidad de selvas y llanuras de múltiples puntos desérticos en frustrados intentos de colonización. La atraviesa el paso eterno de silenciosos ríos que tardan años recorriendo la epidermis de la tierra antes de alcanzar el mar. Pese a su vasta extensión y riquezas inexploradas, solo es habitada por cuatro familias.La tercera, de 28.000 hectáreas, situada en Guainía, lejos de toda intervención del Estado es habitada por cinco familias. De su suerte dan cuenta las lacras de hachas y las motosierras con las que algunos colonos abrieron chagras para cultivar coca, como producto rentable porque lo demás, cultivos de pancoger, cría de animales, ganados y proyectos agroindustriales se los traga la selva pues no hay forma de llevarlos, con precios competitivos, a ningún mercado representativo. - See more at: http://bogotacolombia.co/por-sueno-americano-naceran-tres-ciudades-en-la-selva/#sthash.hNJi1n2d.dpuf

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