semana.com, 3/1/2019
Reforma
pensional, una decisión inaplazable
Foto: Guillermo Torres - SEMANA
Los cambios al sistema de seguridad social y de protección a la vejez se han convertido en una prioridad para el país. La inequidad y falta de cobertura están presionando una solución oportuna. ¿Cuáles son los temas fundamentales que debería incluir?
La tasa de pobreza en
los adultos mayores en Colombia hoy es prácticamente el doble de la que
registra el resto de la población. Esto se debe a que si bien la pobreza cayó
del 50 por ciento en 2002 a cerca del 27 por ciento en 2017, la tasa de pobreza
de los “viejos” en Colombia es superior al 44 por ciento.
Buena parte de esto se debe a que de los 7 millones de adultos mayores que
hoy tenemos en el país solo el 20 por ciento ahorró y obtuvo una pensión; otro 19 por ciento recibe un subsidio del programa Colombia Mayor, pero
la cifra restante no recibe ningún tipo de ingreso en la vejez y sus
condiciones de bienestar son complejas.
Esta situación
empeorará con el envejecimiento de la población. Las proyecciones de
Fedesarrollo, el centro de estudios económicos, sugieren que para el año 2050
solo el 17 por ciento de los adultos mayores de 60 años en el país tendría una
pensión.
Esto es sin duda una
de las tantas muestras del fracaso que registra el sistema pensional colombiano
y una señal clara de la urgente necesidad de discutir este año una reforma al
sistema de seguridad social y de protección a la vejez.
El Gobierno postergó
la presentación de su proyecto de reforma pensional, pero en el Plan de
Desarrollo (PND), incluyó las primeras puntadas en esta materia, como por
ejemplo asegurar que quienes a pesar de haber ahorrado no logran las condiciones
para pensionarse, puedan optar por un Beneficio Económico Periódico, BEP, y
de esta manera evitar que los fallos judiciales puedan alterar los montos
de las rentas vitalicias, entre otros.
Sin embargo, para
David Cuervo, director de la Unidad de Negocio Bienestar Patrimonial de la
consultora Mercer, el país no puede seguir con un sistema pensional con
tan baja cobertura, tal nivel de inequidad y que resulta tan costoso para el
Estado. Además, se trata de un esquema que no cumple su propósito y es claramente
una bomba de tiempo desde el punto de vista social y fiscal. Por eso, dice este
experto, urge ampliar la discusión.
Durante el 2019 el gasto en pensiones públicas alcanzará los 57,2 billones
de pesos (es decir 57,2 millones de millones de pesos). Para poner en contexto
esta cifra, es clave saber que equivale a
construir dos líneas del Metro de Bogotá. De este gasto total, 39,4 billones de
pesos son subsidios pensionales que saldrán del Presupuesto General de la
Nación (PGN) –es decir, prácticamente todo lo que la Dian recaudará por el
impuesto del IVA– y alrededor de 17,8 billones de pesos de los aportes que
hacen los afiliados actuales a Colpensiones.
Lo preocupante es que
siendo uno de los mayores gastos que hará el Estado este año, tan solo beneficiará
a cerca de 2,1 millones de pensionados, es decir menos de una tercera parte de
las más de 7 millones de personas que están hoy en edad de jubilación.
Más grave aún es que
las pensiones estatales terminan favoreciendo mayoritariamente a los que más tienen,
por eso se convierte en el gasto más regresivo que hace hoy el Estado. Esto
muestra que el régimen pensional colombiano no solo es costoso sino también
inequitativo pues “redistribuye” los recursos de todos los colombianos hacia
los afiliados de mayores ingresos que sí logran pensionarse, y deja
desprotegidos y sin cobertura a la gran mayoría y a los más vulnerables.
Sin duda es una
discusión que el país tendrá que dar este año. Hay que terminar con la
coexistencia de dos regímenes distintos, que compiten con reglas diferentes
entre sí: un régimen de ahorro individual a cargo de los fondos privados y un
régimen público de reparto, que administra Colpensiones. Este sistema dual de
pensiones no solo genera complejidad sino un gran desconocimiento, que ha
servido de caldo de cultivo para que prosperen muchos mitos, falsedades y,
sobre todo, la creencia entre el grueso de la población de que no se va a
pensionar.
Para Mercer, uno de
los mayores expertos a nivel mundial en el tema pensional, es necesario que el
país empiece a dar un debate amplio y bien informado sobre las reformas que
requiere el sistema pensional, en el que todas las partes expongan sus
argumentos de manera técnica y con precisión.
Este es un debate que
debería preocupar e interesar a todos los colombianos, pues el modelo que se
defina tendrá que garantizar la cobertura, equidad y operatividad de un sistema
de protección seguridad social y protección para la vejez.
Lograrlo es el gran
desafío del país porque hoy, de los 22,2 millones de afiliados al sistema
pensional, tan solo 9,4 millones de trabajadores cotizan activamente. Esto
significa que cerca de la mitad de las personas no cotiza y quienes pueden
hacerlo no alcanzan las semanas requeridas. Según Asofondos, un colombiano
cotiza a la seguridad social en su vida laboral, en promedio, solo 754 semanas
(14 años). El 58 por ciento del total requerido.
Con este nivel de
cotizaciones muy pocas personas podrán pensionarse y tendrán que seguir
trabajando. De hecho, ya está pasando que las personas que cumplen la edad para
pensionarse se rehúsan a salir del mercado laboral ante la ausencia de ingresos
suficientes para disfrutar de una buena pensión. De hecho, el 37,3 por ciento
de la población de 60 años o más se encuentra ocupada, según la Gran Encuesta
Integrada de Hogares (GEIH) para 2017.
Reflexiones al tema pensiones
Twitter: @orregojj
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