sábado, 2 de marzo de 2019

Bamos vien.....


elespectador.com, 2 Mar 2019 -
Por: José Roberto Acosta

Resultado de imagen para fotos de José Roberto Acosta
El ministro de Hacienda está feliz con el deterioro del mercado laboral, pues para Carrasquilla la preocuante cifra de desempleo ratifica su tesis de que “en Colombia el salario es ridículamente alto”.
El actual ejército de desempleados no superaba la cifra de los 3,1 millones de personas desde enero de 2010, siempre el peor mes para el mercado laboral, pero en 2010 los hogares y las empresas mostraban niveles de endeudamiento muy inferiores a los observados en la actualidad y que hoy superan sobradamente el endeudamiento que acompañó la crisis hipotecaria del año 1999.
Como seguir creciendo al debe tiene poco margen de maniobra, tanto en lo público como en lo privado, y el empleo solo se puede generar con crecimiento, la táctica que propondrá el Gobierno será la “flexibilización del mercado laboral”, que no es otra cosa que disminuir el valor del salario.
Son dos las estrategias de crecimiento del Gobierno: la primera es la de profundizar el modelo extractivista y primario basado en el petróleo y la minería, mediante el fracking y la eliminación de las consultas populares.

La segunda está basada en la teoría del rebosamiento de ayudas a los dueños de grandes capitales, esperando que con los beneficios tributaros que se les otorgaron en la Ley de Financiamiento, irriguen hacia los menos favorecidos parte de sus utilidades. Poca imaginación y solo un reencauche del continuismo de las anteriores administraciones que tanto han criticado.
Además, el flojo desempeño de la economía en la segunda mitad del año pasado no augura nada distinto para el inmediato futuro con un sector financiero que dejará de jalonar, pues sus ventas continuan estancadas. La administración pública no podrá crecer ante las dificultadades fiscales no resueltas con la Ley de Financiamiento. El sector agropecuario sufre con el desplome de los precios internacionales de café y que internamente no cubre los costos de producción. Y la construcción, que se destacó el año pasado, depende de lo que inicie Bogotá y la reactivación de las obras públicas de 4G, financiadas con los dineros de la venta de Isagén y canalizados por la Financiera de Desarrollo Nacional, entidad controlada por el Grupo Aval y el Centro Democrático.
No existen soluciones mágicas, pero, si no hay propuestas, por lo menos no cometamos errores. Necesitamos más economistas y empresarios y no tanto publicista.





Reflexiones al tema pensiones

No hay comentarios:

Publicar un comentario