jueves, 4 de julio de 2013

¿El Gran Colombiano?

ELESPECTADOR.COM, Opinión3 Jul 2013 

Juan Manuel Ospina


Por: Juan Manuel Ospina

Característico de estos tiempos mediáticos e inmediatistas es la plaga de los reinados sobre lo divino y lo humano – de todas las frutas, de todos los rasgos de las personas, de todas… - y los rankings de la cotidianidad – el mejor restaurante, la mejor playa, la mejor película, la mejor canción, el mejor colombiano… -. Las encuestas mandan.

Yo ya no pienso, la encuesta piensa por mí y me indica en qué dirección actuar. Nunca había sido tan cierto aquello de “¿a dónde va Vicente? A donde va la gente”.
Son tiempos sumidos en un presente eterno y omnipotente, que anula pasado y futuro; que arrasa con la memoria y paraliza los sueños. Tiempos de ciudadanos sin raíces ni horizontes, a la deriva en el presente. La historia, la nuestra y la universal, la geografía de nuestro territorio, de cívica -nuestra organización institucional y régimen político- salieron del pensum escolar.
Esa torpe decisión implicó abandonar en la formación de los jóvenes la perspectiva histórica, la generación de un sentido de pertenencia, de identidad y de propósito que constituye el fundamento del sentido de nación. Hoy en Colombia reina el egoísmo y la ausencia de todo valor diferente al enriquecimiento instantáneo, el cortoplacismo, las posiciones emocionales sin sustento en análisis y reflexión. Desapareció la discusión y la evaluación de alternativas de acción que exijan convocar, focalizar y darle perspectiva a la energía ciudadana, hoy dispersa y al garete.
Reina la fantasía de “la solución mágica” que cae del cielo. Vivimos en un país donde se entronizó la negación o la desconfianza del esfuerzo colectivo, del propósito compartido y todo se redujo a apostarle a la figura del líder carismático, del padre benevolente que solícito, responde por sus hijos.
Lo dicho tiene que ver con la escogencia, y de manera abrumadora, de Álvaro Uribe como el gran colombiano de todos los tiempos. No dudo de la transparencia del proceso de History Channel. Si me dicen, que el expresidente Uribe resultó votado como el dirigente político colombiano más importante del último cuarto de siglo o del inicio del milenio, lo entiendo porque es innegable su enorme capacidad para ocupar escenarios y conectarse con el ciudadano común y como logró transmitir un mensaje de confianza, de compromiso personal y de contundencia en su propósito y logros.
Pero extrapolar ese “presente uribista” hacia el pasado, vuelve no creíble el voto ciudadano en el programa. México que tiene conciencia de su historia y de su ser nacional, votó por Benito Juárez, no por Pancho Villa. Los ingleses por Winston Churchill y no por la señora Thatcher. Aún en esos países el voto admite discusión. Por ejemplo, la importancia universal de ingleses como Adam Smith para la comprensión de la sociedad y de la economía de la era capitalista o de Charles Darwin para entender el proceso y evolución de la Vida con mayúscula, opacan a Churchill a pesar de su indiscutible talla histórica.
Esto solo para dar un ejemplo no colombiano de lo frívolo de esas competencias, rankings y encuestas que nos inundan y distraen y que acaban por alimentar la confusión reinante al impedirnos conocernos mejor como sociedad, para lo cual se requiere levantar los ojos de un presente acaparado por el bombardeo mediático y la proliferación de concursos hollywoodescos. El expresidente Uribe no necesita esa confusa exaltación y al país poco le sirve para poder finalmente reencontrarse consigo mismo.

3 comentarios:

  1. Cierto!!!el expresidente Uribe no necesita esa....exaltación. Pero se dio!!!!!!!qué hacemos?

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  2. Yo pregunto: ¿Si el elegiddo hubiera sido otro, el hecho habría causado tal alboroto?

    Yo mismo me respondo: No¡¡¡¡. Lo que aquí ocurrió es que la minoría antiuribista se sintió aporreada y jamás pensaron que la encuesta, manipulada por los más fieros y venenosos contradictores de Álvaro Uribe, fuera a arrojar un resultado tan abrumador en favor del expresidente. Señores "periodistas" que fueron el jurado (...entre ellos María Jimena Duzán, javier Hernndez Bonnet y el Director del diario el Espectador, entre otros), ustedes han quedado desenmascarados ante el país y han mostrado la visceral y miserable condión humana que los caracteriza y que hace que no sean dignos de tener el título de "periodistas" que se abrogan, puesto que esta profesión exige muchas cualidades que ustedes evidentemente no las tienen, pues son parcializados y mendaces.. Veo que estos pseudoperiodistas, están conmocionados y su ceguera espiritual no les permite ver que la gran mayoría del pueblo sigue apoyando la gestión de Álvaro Uribe, contra la pobre concepción de la historia que tienen estos contradictores que se revuelcan en el miasma del desespero y el odio irracional .

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    1. Deacuerdo con el comentario anterior. Respiren por la herida!!!!!!!

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