sábado, 20 de julio de 2013

POBREZA Y DIGNIDAD...

POR: TABLERO DE PAPEL

POBREZA Y DIGNIDAD
Un hombre de negocios caminaba por la avenida a paso rápido entre trámites bancarios y encuentros con clientes. Al llegar a una esquina tiró apresuradamente un dólar en la taza de un hombre que estaba vendiendo flores y luego se alejó.
El vendedor de flores estaba sucio y mal vestido, su mirada estaba vacía y apuntaba hacia abajo ya que no sentía que merecía mirar a los ojos a la gente.
El empresario siguió su camino pero a media cuadra de distancia se dio vuelta súbitamente y regresó hasta donde estaba el mendigo.
-"Lo lamento", dijo, sacando una flor del ramo que el mendigo tenía en una lata a su lado. "En mi apuro deje de efectuar mi compra. Después de todo, usted es un hombre de negocios igual que yo. Su mercadería está a buen precio y es de buena calidad. Espero que no se haya disgustado con mi falta de atención en mi compra".
Y diciendo eso, el hombre de negocios sonrió y se alejó con una flor en la mano.
Semanas después, mientras el empresario almorzaba en su restaurant  favorito, se le acercó  un hombre bien parecido, limpio y bien afeitado vestido con pulcritud. Se paró frente, se presentó a sí mismo y luego le dijo:
-"Estoy seguro que usted no me recuerda, y yo ni siquiera sé su nombre. Después de todo solamente su vida y la mía se cruzaron brevemente; pero su rostro es uno que nunca olvidaré. Usted es el hombre que me inspiró para que hiciera algo de mí mismo.
Yo era un vagabundo, que me ganaba las monedas necesarias para sobrevivir vendiendo flores marchitas hasta que usted me mostró que estaba vivo, devolvió el palpitar a mi corazón, le dio un nuevo sentido a mi vida al hacerme sentir digno.
Ahora creo que soy un hombre de negocios".
El empresario se puso de pie, se abrazaron y nunca más volvieron a verse.
Desconozco su autor. Enviado por Héctor Spaccarotella
Que la gracia y la paz de Cristo, estén contigo esta semana!!!! 

Reflexiones al tema de las Pensiones


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