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Autor: Edith Morales Gómez
Es increíble que después de tantas investigaciones y avances científicos, el hombre siga tan deshumanizado y sea tan insolente con todo lo que lo rodea, especialmente con su misma especie. La xenofobia y la intolerancia son unas de las miserias humanas que lo han acompañado siempre y traen como consecuencia el racismo y la discriminación, que lo hacen aún más soberbio y desadaptado.
La humanidad emergió en África, así es que todos somos afrodescendientes, por eso el sentirse de raza superior y mirar a los demás por encima del hombro, está mandado a recoger.
Aunque la raza humana tiene sus raíces en el África, se discrimina a las personas por el color de piel que tengan, aunque el hombre por su pobreza mental también rechaza a los demás por la casa que habitan, por el carro en que andan, por lo que comen, por cómo visten, entre muchas otras cosas que en realidad no tienen sentido, el ser humano es altamente dañino y perjudicial y lo peor de todo, ni siquiera conoce su historia.
Según el doctor Diego Arias Serna “El color de la piel no es más que un disfraz que oculta nuestra realidad, pero todos somos iguales y las pocas diferencias que se manifiestan exteriormente se dan por el recorrido que hicieron al salir de África en diferentes sentidos hace aproximadamente 60 mil años. La dirección que tomaron fue generando rasgos diferentes.
(…) Por otro lado, entre aquellos que llegaron a Australia o más tarde, a América, la subida del nivel del mar como resultado del fin de la era glacial les cerró el contacto con el continente asiático; ese aislamiento los llevó a desarrollar rasgos distintivos de los de sus antepasados. Algo similar ocurrió con aquellos que se desplazaron a China, que quedaron atrapados entre montañas al norte y océanos al sur, sin contacto con el resto de Asia”.
Debemos sentirnos orgullosos de nuestro origen y considerarnos un solo árbol con múltiples ramas. Así que todos somos africanos”.
En este sentido, es indispensable conocer nuestros ancestros, es decir, saber de dónde venimos. En Colombia, existen regiones donde la mayoría de su población es negra y afortunadamente, en gran parte se han liberado del sometimiento, muchos han logrado estudios de alto nivel y han luchado unidos por sus derechos, hoy los tienen contemplados en la Constitución Política de Colombia y gozan de algunos beneficios por parte del estado que los reconoce como ciudadanos, después de tanta crueldad y esclavismo; por eso para combatir el racismo, la Organización de Naciones Unidas adoptó en 1965 la Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial y estableció el día 21 de marzo como Día Internacional de la Supresión de la Discriminación Racial, día que sólo hasta los últimos años está siendo reconocido y últimamente desde el sistema educativo, lo que puede ayudar a nuestros niños y jóvenes a desterritorializarse de tanta intolerancia y bestialidad.
Necesitamos con urgencia un ser humano sensible, capaz de respetar la diversidad, humanizado, capaz de reconocerse en la otredad; para algo debe servir el conocimiento y la ciencia, estoy segura que la nueva clase sobre afrocolombianidad, debe servir para estudiar nuestras raíces y para aprender sobre nuestra propia historia.
edith1503@hotmail.com
La humanidad emergió en África, así es que todos somos afrodescendientes, por eso el sentirse de raza superior y mirar a los demás por encima del hombro, está mandado a recoger.
Aunque la raza humana tiene sus raíces en el África, se discrimina a las personas por el color de piel que tengan, aunque el hombre por su pobreza mental también rechaza a los demás por la casa que habitan, por el carro en que andan, por lo que comen, por cómo visten, entre muchas otras cosas que en realidad no tienen sentido, el ser humano es altamente dañino y perjudicial y lo peor de todo, ni siquiera conoce su historia.
Según el doctor Diego Arias Serna “El color de la piel no es más que un disfraz que oculta nuestra realidad, pero todos somos iguales y las pocas diferencias que se manifiestan exteriormente se dan por el recorrido que hicieron al salir de África en diferentes sentidos hace aproximadamente 60 mil años. La dirección que tomaron fue generando rasgos diferentes.
(…) Por otro lado, entre aquellos que llegaron a Australia o más tarde, a América, la subida del nivel del mar como resultado del fin de la era glacial les cerró el contacto con el continente asiático; ese aislamiento los llevó a desarrollar rasgos distintivos de los de sus antepasados. Algo similar ocurrió con aquellos que se desplazaron a China, que quedaron atrapados entre montañas al norte y océanos al sur, sin contacto con el resto de Asia”.
Debemos sentirnos orgullosos de nuestro origen y considerarnos un solo árbol con múltiples ramas. Así que todos somos africanos”.
En este sentido, es indispensable conocer nuestros ancestros, es decir, saber de dónde venimos. En Colombia, existen regiones donde la mayoría de su población es negra y afortunadamente, en gran parte se han liberado del sometimiento, muchos han logrado estudios de alto nivel y han luchado unidos por sus derechos, hoy los tienen contemplados en la Constitución Política de Colombia y gozan de algunos beneficios por parte del estado que los reconoce como ciudadanos, después de tanta crueldad y esclavismo; por eso para combatir el racismo, la Organización de Naciones Unidas adoptó en 1965 la Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial y estableció el día 21 de marzo como Día Internacional de la Supresión de la Discriminación Racial, día que sólo hasta los últimos años está siendo reconocido y últimamente desde el sistema educativo, lo que puede ayudar a nuestros niños y jóvenes a desterritorializarse de tanta intolerancia y bestialidad.
Necesitamos con urgencia un ser humano sensible, capaz de respetar la diversidad, humanizado, capaz de reconocerse en la otredad; para algo debe servir el conocimiento y la ciencia, estoy segura que la nueva clase sobre afrocolombianidad, debe servir para estudiar nuestras raíces y para aprender sobre nuestra propia historia.
edith1503@hotmail.com
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