sábado, 20 de abril de 2013

Entre Camilo Torres y el Papa Francisco: la teología de la liberación


Alonso Ojeda Awad,
Ex – Embajador de Colombia, Director Programa de Paz U.P.N

Todavía conservamos la figura fresca y atrayente de quien fuera el capellán de la Universidad Nacional de Colombia, por allá en los años de 1962.

Camilo ejercía sobre los estudiantes universitarios de la época un influjo especial que nos llevaba a pensar como él y a un más, a ser como él.

Juntaba en su pensamiento y en su forma de ser el anhelo de todos los jóvenes provenientes de provincia que por proceder de familias católicas éramos respetuosos y practicantes de nuestra fe, pero también bullía en nuestros corazones la gran epopeya cubana que acababa de concretar todo su planteamiento guerrillero con la toma del poder, al llegar sus jóvenes dirigentes del movimiento 26 de julio al palacio presidencial, después de aniquilar a las fuerzas gobiernistas del dictador Fulgencio Batista, en la Habana, Cuba.

Fue a través de Camilo y del grupo Golconda, quienes eran los sacerdotes revolucionarios que lo seguían, cuando comenzamos por primera vez a escuchar hablar de la Teología de la Liberación y que no era otra  que la de asumir como miembros de la iglesia de Cristo, en la teoría y en la práctica, la vida de Jesús de Nazareth, sus enseñanzas y su ejemplo de vida hasta su crucifixión, como el camino real y concreto de estar y participar,  en una entrega constante y cotidiana de amor por el prójimo.

Esto lo llevó a decir en el Mensaje a los cristianos, publicado en su periódico Frente Unido, No. 1, agosto 26 de 1965 "Lo principal en el Catolicismo es el amor al prójimo. El que ama a su prójimo cumple con la ley (San Pablo, Rom. Xlll, 8). Este amor para que sea verdadero tiene que buscar la eficacia. Si la beneficencia, la limosna, las pocas escuelas gratuitas, los pocos planes de vivienda, lo que se ha llamado "la caridad" no alcanza a dar de comer a la mayoría de los hambrientos, ni a vestir a la mayoría de los desnudos, ni enseñar a la mayoría de los que no saben, tenemos que buscar medios eficaces para el bienestar de las mayorías". Tomado del libro; Camilo Torres. Cristianismo y revolución. Ediciones Era.1970.

Y este fue el planteamiento central que llevó a toda una generación a comprometerse en un proceso radical de transformación de la sociedad, siguiendo el ejemplo de Camilo, hasta sus últimas consecuencias. Animados por el ejemplo de entrega, en el amor, a las mejores causas de su pueblo, supieron caminar al frente de la lucha armada, en medio de un mar de profundas contradicciones. Ese esfuerzo titánico costó decenas de vidas valiosas, tratando de hacer realidad su emblemática consigna: "El deber de todo cristiano es ser revolucionario y el deber de todo revolucionario es hacer la revolución".

Pero, los tiempos fueron pasando inexorablemente. La consigna del recordado maestro fue perdiendo fuerza con el paso de los días. Hechos históricos como la caída del bloque socialista y el surgimiento de la comunidad europea, acabaron restando la fuerza que había sido definitiva en los primeros tiempos, y el viejo planteamiento de la violencia como partera de la historia, perdió toda vigencia histórica.

Pero, los católicos continuaron la Teología de la Liberación como un camino real y justo para realizar los sueños y planteamientos de Jesús y los emblemáticos fundadores del Cristianismo.

En la actualidad el brasileño Frei Betto, teólogo de la Liberación, es el gran representante de la Teología quien se orienta por una idea de Cristo más cercana al hombre, a sus dificultades y adversidades, con el bálsamo del amor, como supremo valor de la humanidad.

"Amigo personal del Ex presidente brasileño Lula da Silva, fue perseguido, encarcelado y torturado durante la dictadura militar que gobernó a Brasil (1.964 - 1.985), experiencia que relató en “Bautismo de Sangre”, uno de sus libros, en el que describe la participación de los dominicos en la lucha contra la dictadura y en favor de las libertades", como lo anota la periodista Gloria Helena Rey, en el diario El Tiempo del viernes 22 de marzo de 2.013.

Frei Betto bautizado como Carlos Alberto Libánico Christo forma parte de un selecto grupo de defensores progresistas de la Iglesia católica entre los que sobresalen el escritor y teólogo Leonardo Boff y el teólogo suizo Hans Kung, entre otros, quienes expresan que un "gobierno colegiado de la Iglesia es el reto del nuevo papa Francisco y defienden la reactivación de lo acordado en el Concilio Vaticano ll, uno de los grandes eventos históricos del catolicismo que marcaron el siglo XX".

Y remata así la periodista Gloria Helena Rey, en este importante reportaje...Para Frei Betto "Si Benedicto XVl fue un papa de transición, su sucesor tendrá que enfrentar la difícil misión de poner a la Iglesia al ritmo de la modernidad". En días pasados, tras la elección del nuevo pontífice, Frei Betto escribió en la pagina Evared: "Habemus papam! Ya sabemos quien es: Francisco. Primera vez en la historia que un papa adopta el nombre de aquel que soñó que la Iglesia se derrumbaba y le tocaba a él reconstruirla. El tiempo dirá en qué quedó todo".

Quien lo creyera. Casi a cincuenta años de su dolorosa muerte Camilo Torres recrea, a través del grupo de los teólogos de La Liberación, los sueños de humildad y justicia del  Papa Francisco.

Edición N° 00346 – Semana del 12 al 18 de Abril de 2013

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