lunes, 29 de abril de 2013

El Pipe evitó la tentación de caer en el proteccionismo’


Abril 28 de 2013 


Leonardo Villar, director de Fedesarrollo.

Las señales que arrojó la economía en el inicio del 2013 no fueron positivas, pero el director de Fedesarrollo, Leonardo Villar, considera que ya se tocó fondo y que vendrán meses con mejores datos.

Aunque considera que están bien encaminadas las medidas que recientemente ha tomado el Gobierno, como la reducción de los impuestos a la nómina y el Plan de Impulso para la Productividad y el Empleo (Pipe), insiste en que no alcanzarán para lograr un crecimiento del 4,8 por ciento este año, como lo plantea el Ejecutivo.
Sobre este y otros temas, Villar habló con Portafolio.
¿Cómo vio el arranque del año?
Los datos que salieron fueron bastante mediocres, empezando por las cifras negativas de industria. Por otra parte, no hay cifras muy consolidadas sobre el comportamiento del consumo, pero la encuesta de opinión al consumidor muestra una caída fuerte en febrero y que marzo se mantuvo abajo. A eso se unen los problemas sectoriales específicos, como los que se presentaron en el carbón, que afectarán los datos del primer trimestre.
¿Tocamos fondo ya?
Hay elementos que generan esperanza. Según la última encuesta a consumidores y comercio, pareciera que las expectativas son relativamente positivas. Desde mediados del año pasado se sintió una desaceleración fuerte y es probable que la cifra del primer trimestre esté por debajo de 3,5 por ciento, pero esperamos una recuperación gradual que nos permitiría llegar a fin de año con un crecimiento de 3,8 por ciento. Se espera que la situación vaya mejorando impulsada por la política de menores tasas de interés, el apoyo a la construcción que se hizo con el programa Pipe, pero no dará para crecimientos tan altos como el que ha sugerido el Gobierno.
¿Cuál es su visión del Pipe?
Me gustó en el sentido de que no se planteó como plan de choque, sino que se le dio un enfoque consistente con una política de mediano y largo plazo, y, en ese sentido, se evitó la tentación de caer en medidas proteccionistas y en asignar subsidios de manera indiscriminada. Me parece que lo más importante fue lo que se hizo alrededor de la vivienda, por el impacto que tiene en el empleo y los encadenamientos.
¿Cómo ve lo contemplado en infraestructura?
Eso tiene algo implícito, que es acelerar ejecución de obras públicas, para no dejar que todo dependa solo de las grandes concesiones. Hay muchas obras que no son de grandes magnitudes, pero son importantes, y hay que hacerlas; creo que eso se puede impulsar de manera más ágil sin ir en contravía de los ajustes institucionales que se han hecho. Otro tema es todo el impulso que se pueda dar para agilizar el uso de los recursos de regalías en el sector.
¿Es suficiente lo planteado en tasa de cambio?
En el frente cambiario es difícil encontrar medidas lo suficientemente efectivas, pero es interesante que los recursos de pensiones se inviertan en dólares. El gran riesgo es que los fondos tengan estímulo a moverse bajo las expectativas de corto plazo de la tasa de cambio, pero creo que es una aproximación positiva.
¿Qué medidas adicionales se podrían tomar?
El Banco de la República ha hecho todo lo que puede hacer; lo que hemos dicho es que la apreciación ha venido impulsada por el auge de ingresos del sector minero-energético, pero debe ser manejado como algo temporal, y ahorrar. Eso les ha permitido a países como Chile y Perú tener apreciaciones menores a pesar de los auges, y tener buen crecimiento.
¿Qué le faltó al Pipe?
Lo veo como parte de una política más amplia que tiene muchas acciones del Gobierno, como la reducción de impuestos a la nómina y la baja en las tasas del Banco de la República. Es una de las medidas más importantes de estímulo al empleo que se han dado en los últimos años.
¿Cómo ve las locomotoras del Gobierno?
Las locomotoras son máquinas importantes en el largo plazo como agro e infraestructura, pero no tienen un impacto coyuntural importante, porque las reformas que se están haciendo son de calado hondo.
¿A qué se refiere?
En el caso de la infraestructura, se están viendo avances, pero las grandes asignaciones de concesiones se darán posiblemente a finales de este año, y por eso no veremos obras de grandes dimensiones antes del año entrante.
¿Y la minería?
Es muy difícil que mantenga un ritmo como el que traía; veo buenas perspectivas para el tema minero, pero en hidrocarburos no hay muchos hallazgos y las reservas probadas no son muy grandes. De todas formas, nos hemos beneficiado de unos precios altos que podrían caer y por eso es prudente actuar como si se tratara de una bonanza temporal y tratar de convertirla en algo permanente.
¿Cuáles son los temas que más le preocupan?
Hay un tema complejo, que es la apreciación del peso. En los últimos dos meses ha habido un repunte asociado a la baja en precio del petróleo y hay un vínculo muy claro entre los ingresos por petróleo y revaluación. Ojalá se logre una política que permita tener una tasa de cambio más competitiva y que facilite el desarrollo del sector industrial. En una perspectiva de más largo plazo, el reto es la infraestructura.

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