POR: Édgar Ortega Delgado
<edgardel.14.06@hotmail.com
A eso de las
seis de la tarde en todo el país, la mayoría de la gente pide (pido, pedimos)
que le bajen el volumen al radio o que lo apaguen.
Porque en ese
momento estarán tronando los parlantes con redoblantes marciales y unas trompetas
que anuncian el comienzo del Himno Nacional de Colombia. No lo hacemos por
falta de patriotismo, ni porque desdeñemos la patria, esta patria que amamos,
sufrimos y disfrutamos, sino por otras razones.
Creo que todos habremos leído al menos una vez todas las estrofas del Himno; y creo que a todos nos tocó aprendernos ese rosario de versos inentendibles y anacrónicos, porque de no hacerlo una mala nota nos seguía los pasos, y uno se rajaba como colombiano. Al sol de hoy, muchos niños todavía creen que el bien germina allá; y que los surcos no pueden ser de dolores sino de colores.
El himno nacional de Colombia es un himno militar, lleno de soldados de "varonil aliento". No es un himno que represente a la ciudadanía. De hecho, ni siquiera dice la palabra Colombia. Fue un himno impuesto por un pupitrazo de un presidente, uno de esos decretos faraónicos inapelables.
Pero en Colombia existe un himno popular que todos cantamos con dicha. Uno verdadero, que conmueve a todos los colombianos desde punta Gallinas hasta Leticia; desde Buenaventura hasta Puerto Carreño. Ese himno fue compuesto por Lucho Bermúdez y se llama Colombia, tierra querida. Nadie tiene que hacer ningún esfuerzo mnemotécnico para aprendérselo, y su letra nos representa.
Cuando
Colombia gana alguna cosa, en fútbol, en literatura, en patinaje o ciclismo, en
lo que sea, las emisoras lo tienen a la mano y lo ponen a reventar parlantes.
No sobra decir que nadie pide que le bajen volumen a eso. Porque nos
representa. Suena bien en todos los aires. Ha sido interpretado por papayeras,
por la Orquesta Filarmónica de Bogotá, por conjuntos vallenatos, por
bambuqueros; en aire de chirimía o música llanera o cumbia, en salsa; por
bandolas, tiples boyacenses, gaitas sinuanas, acordeones. Y cuando un músico
quiere gritar con orgullo que es colombiano, incluso dentro de Colombia, para
despertar un verdadero fervor patriótico, no interpreta el himno oficial sino
el verdadero, el que nos define. Ahí están las versiones de Andrés Cabas,
Juanes, Yuri Buenaventura, Totó nuestra momposina, Carolina la O y tantas
otras, sin olvidar la entrañable versión original de Matilde Díaz y Lucho
Bermúdez.
No es un himno
militar, es un himno a Colombia, a lo que significa Colombia para todos
nosotros. Es el himno del futuro que queremos, lleno de frases memorables y
sentidas. Es un himno de fácil manejo, con dos estrofas sonoras bien
concebidas, que encierran toda la poesía de esta tierra.
Y un coro que
a todos nos dan ganas de gritar con orgullo:
"Colombia, tierra querida, himno de fe y armonía /
Cantemos, cantemos todos grito de paz y alegría /
Vivemos, siempre vivemos a nuestra patria querida /
Tu suelo es una oración y es un canto de la vida (bis).
"Cantando, cantando yo viviré, Colombia, tierra querida /
Cantando, cantando, yo viviré, Colombia, tierra querida.
"Colombia, te hiciste grande con el furor de tu gloria
/
La América toda canta la floración de tu historia /
Vivemos, siempre vivemos a nuestra patria querida /
Tu suelo es una oración y es un canto de la vida
(bis)".
Lo digo en
serio. No es una propuesta descabellada -interpretado por la Filarmónica es
soberbio-. Es un himno superior en su letra, en su música (porque, como dije,
es la verdadera música colombiana), y en su sentido patriótico.
No hay que
inventar nada. No tenemos que hacer un plebiscito, ni llamar a concurso para
tener un nuevo himno. Ahí está. Y es el mejor.
LETRA 'HIMNO
NACIONAL DE COLOMBIA'
CORO
¡Oh gloria
inmarcesible!
¡Oh júbilo
inmortal!
¡En surcos de dolores
El bien
germina ya.
Primera estrofa.
Cesó la horrible noche
La libertad
sublime
Derrama las
auroras
De su
invencible luz.
La humanidad
entera,
Que entre
cadenas gime,
Comprende las
palabras
Del que murió
en la cruz
Segunda estrofa.
"Independencia" grita
El mundo
americano:
Se baña en
sangre de héroes
La tierra de
Colón.
Pero este gran
principio: "el rey no es soberano"
Resuena, Y los
que sufren
Bendicen su
pasión.
Tercera estrofa.
Del Orinoco el
cauce
Se colma de despojos,
De sangre y
llanto un río Se mira allí correr.
En Bárbula no
saben
Las almas ni
los ojos
Si admiración
o espanto
Sentir o
padecer.
Cuarta
estrofa.
A orillas del
Caribe
Hambriento un
pueblo lucha Horrores prefiriendo
A pérfida
salud.
!Oh, sí¡ de
Cartagena
La abnegación
es mucha,
Y escombros de
la muerte
desprecian su
virtud.
Quinta
estrofa.
De Boyacá en
los campos
El genio de la
gloria
Con cada
espiga un héroe
invicto
coronó.
Soldados sin
coraza
Ganaron la
victoria;
Su varonil
aliento
De escudo les
sirvió.
Sexta
estrofa.
Bolívar cruza
el Ande
Que riega dos
océanos
Espadas cual
centellas
Fulguran en
Junín.
Centauros
indomables
Descienden a
los llanos
Y empieza a
presentirse
De la epopeya
el fin.
Séptima estrofa.
La trompa
victoriosa
Que en
Ayacucho truena
En cada
triunfo crece
Su formidable
són.
En su
expansivo empuje
La libertad se
estrena,
Del cielo
Americano
Formando un
pabellón.
Octava
estrofa.
La Virgen sus cabellos
Arranca en
agonía
Y de su amor
viuda
Los cuelga del
ciprés.
Lamenta su
esperanza
Que cubre losa
fría;
Pero glorioso
orgullo
circunda su
alba tez.
Novena estrofa.
La Patria así se forma
Termópilas
brotando;
Constelación
de cíclopes Su noche iluminó;
La flor
estremecida
Mortal el
viento hallando
Debajo los
laureles
Seguridad
buscó
Décima estrofa.
Mas no es
completa gloria Vencer en la batalla,
Que al brazo
que combate Lo anima la verdad.
La
independencia sola
El gran clamor
no acalla:
Si el sol
alumbra a todos
Justicia es
libertad.
Undécima estrofa.
Del hombre los
derechos
Nariño
predicando,
El alma de la
lucha
Profético
enseñó.
Ricaurte en
San Mateo
En átomos
volando
"Deber
antes que vida",
Con llamas
escribió.
Letra: Rafael Núñez.
Música: Oreste
Sindici.
oki gracias
ResponderEliminarNo resolvió nada me dejó peor
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