Por: Yamid
Amat, 03 de noviembre 2018
No
parece existir ninguna duda. La gran
necesidad de la inmensa mayoría de los colombianos es disponer de adecuados y,
sobre todo, oportunos servicios médicos.
Las quejas sobre el funcionamiento del sistema de salud son aterradoras. La
mayor parte de las miles de tutelas que a diario presentan los colombianos a
los jueces de la República son para que el derecho a la salud sea atendido como
fundamental. Lo peor es que, precisamente, en la salud
se han presentado los más dolorosos descubrimientos sobre corrupción, desviación de presupuestos, mal funcionamiento
de EPS y peligro de muerte de decenas de hospitales.
El
médico cirujano Juan Pablo Uribe, exdirector de la consagrada Fundación Santa
Fe, ejerce ahora como ministro de Salud.
Uribe, de brillante trayectoria en la planeación y ejecución de servicios de
atención médica, fue viceministro de Salud hace varios años.
Revela su objetivo inicial como ministro: lograr un acuerdo estructural de punto final que debe
comenzar con el reconocimiento de las deudas de la nación al sistema de salud. En el siguiente diálogo, el ministro Uribe
explica en qué consiste ese acuerdo de punto final.
¿Cuál fue el mayor problema que usted encontró en el
sistema de salud?
Nos han sorprendido los varios y, en ocasiones, profundos desequilibrios que
arrastra nuestro sistema de salud en lo financiero, en la calidad asistencial
y, dentro de esta, los esfuerzos en promoción y prevención, en la
heterogeneidad de servicios y resultados en los territorios, así como entre EPS
e IPS públicas y privadas.
Recuperar un sistema equilibrado en
todas las dimensiones, entre sus diversos actores y que preste servicios con
calidad a toda la población, es nuestra mayor preocupación.
Recuperar un sistema equilibrado en
todas las dimensiones, entre sus diversos actores y que preste servicios con
calidad a toda la población, es nuestra mayor preocupación.
¿Y en cuanto al funcionamiento de las EPS y las
constantes quejas contra ellas?
El sistema ha venido creciendo y aumentando los servicios que presta. En muchos
casos ha mejorado. Hoy, las EPS que tenemos no son las mismas que había hace 10
años. Necesitamos seguir por el camino en el que las que prestan mejores
servicios crezcan y se fortalezcan. Y salgan las que no cumplan con los niveles
esperados. Lo mismo pasa con los prestadores. La buena calidad en los servicios
de salud tiene que ser un elemento esencial para la permanencia en el sistema.
¿Cuántas EPS tiene Colombia y cuántas funcionan bien?
La habilitación financiera es una de las maneras de medir la solidez de las
EPS. Hoy hay 16 EPS habilitadas en los regímenes contributivo y subsidiado que
afilian a cerca de 25 millones de colombianos. Hay otras 24 EPS que están en el
proceso establecido para cumplir con esta habilitación; en ellas están 20
millones de colombianos. Así como las condiciones financieras son habilitantes,
hay condiciones técnicas que también se deben cumplir. La calidad de los
servicios, incluidas la satisfacción de los afiliados y la gestión del riesgo
en salud poblacional, hará parte de estas variables por medir y exigir hacia
adelante.
¿Qué proyecta para enfrentar el desequilibrio
financiero al que se refiere?
El Gobierno Nacional está comprometido con el sector salud garantizando
liquidez en el corto plazo: $ 780 mil millones para cerrar el 2018 y $ 32,3
billones para el 2019, y hemos iniciado la estructuración de un acuerdo de
punto final que deberá estar listo hacia mediados del próximo semestre.
Este mecanismo permitirá enfrentar y saldar deudas del sector acumuladas a lo
largo de años y años. Su primer paso es la identificación, valoración y acuerdo
sobre cuentas abiertas en distintos niveles del sistema, para poder
reconocerlas como deudas y así pasar a identificar mecanismos financieros que
permitan dar liquidez.
Pero ¿qué piensa hacer para evitar que en el futuro se
presenten otra vez fenómenos como el desequilibrio y la falta de financiación?
En paralelo con este esfuerzo de clarificación y posterior reconocimiento de
deudas, habrá dos esfuerzos adicionales: por una parte, reformas al sistema de
salud que eviten que a futuro se repitan las circunstancias que llevaron a
estas deudas y desequilibrios, y un fortalecimiento de la capacidad de inspección,
vigilancia y control liderado desde la Superintendencia Nacional de
Salud.
Solo así podremos avanzar en la garantía del acceso y calidad de los servicios
de salud, construyendo sobre logros importantes que hemos alcanzado en el
sector las últimas décadas.
Ministro, ¿qué se requiere para sacar adelante ese
acuerdo de punto final?
Compromiso y trabajo duro entre muchos, para llegar a un acuerdo sobre el valor
por reconocer y las reformas hacia adelante que garanticen equilibrio.
Iniciaremos por aquellas cuentas por saldar a nivel del Adres y de los
departamentos con los servicios por fuera del Plan Básico de Salud. Hay todo el
compromiso del Gobierno Nacional.
¿Esa es la base de lo que usted llama acuerdo de punto
final?
Sí. Empezaremos con el reconocimiento desde la nación de eventuales deudas de
su competencia, y esto permitirá dar liquidez al sistema. Al tiempo debemos
evitar la repetición a futuro de esta situación. Para ello se requieren
reformas que modifiquen abusos y distorsiones en el funcionamiento de nuestro
sistema de salud. Reformas que garanticen el debido flujo de los recursos y su
aplicación en el mejoramiento de los servicios y el estado de salud de la
población; que fortalezcan la libertad de elección y la competencia regulada,
que aseguren las garantías debidas frente a incumplimientos en las
obligaciones, que castiguen la demora en los debidos pagos.
¿Sobre esa libertad de
elección de la que habla usted, es que acaso existen riesgos de una posición
dominante en el aseguramiento?
Lo hay en el sistema como un todo. Nuestro sistema de salud actual requiere que
haya competencia por calidad y eficiencia debidamente regulada y vigilada, sin
abusos de posiciones dominantes, sin extracción de rentas y con inversiones a
futuro, donde se respete la libertad de elección de los ciudadanos de escoger
libremente su EPS y, dentro de la red de esta, su IPS primaria.
Nuestro sistema de salud actual requiere
que haya competencia por calidad y eficiencia debidamente regulada y vigilada,
sin abusos de posiciones dominantes.
Ahora
bien, hay zonas o regiones de Colombia donde este modelo de aseguramiento
individual no sirve. Para estas zonas alejadas, con población dispersa, en
muchas ocasiones con condiciones de vulnerabilidad, debemos desarrollar otros
modelos de salud que garanticen subsidios a la oferta e integren la capacidad
prestacional.
¿Usted proyecta dar cubrimiento de calidad en salud a
los 47 millones de colombianos?
Esta debe ser la aspiración de todos nosotros en nuestro sistema de salud. La
salud es de todos. Nos debe unir el propósito de buscar un mejor estado de
salud para la población, revisar los servicios para mejorarlos, y con
sostenibilidad financiera. No es fácil, pues no hay una solución única.
¿Esta revisión supone modificación en la UPC, la
unidad de pago por capitación?
La UPC viene incrementándose año tras año. La nota técnica que la soporta es
cada vez más detallada para poder diferenciar mejor las variaciones de riesgo
de nuestra población en distintas regiones o por distintas circunstancias. Ese
trabajo de fortalecer la UPC y los ajustes de riesgo debe continuar, lo mismo
que su revisión periódica. Esto es determinante en el equilibrio del
sistema.
Es decir, ¿habrá un reajuste en la UPC?
Así ocurre cada año, y en su momento informaremos al sector cuál va a ser el
ajuste propuesto para el 2019. Más importante a futuro: tenemos el compromiso
de introducir variables de pago atadas a desempeño o resultados, y
diferenciaciones en el sistema que reconozcan las diferencias del país.
¿Cuánto es hoy el valor de la UPC?
El valor es aún diferente entre el régimen subsidiado y el contributivo, aunque
esta brecha viene cerrándose. En promedio son 750.000 pesos por persona al año.
Usted sabe que, por disposición de la Corte
Constitucional, la división entre pos y no pos tiene que terminar…
El ministerio viene haciendo un esfuerzo permanente e inmenso para actualizar
el Plan de Beneficios Colectivos de nuestra población, al mismo tiempo que
reconoce los servicios del No POS y define algunas exclusiones de conformidad
con los lineamientos de la Ley Estatutaria. Detrás de este gran esfuerzo se
mantiene la necesaria discusión de hasta dónde puede llegar el sistema con los
recursos disponibles y cómo podemos aumentar la corresponsabilidad con su
sostenibilidad.
¿Cuál es la situación financiera hoy de los hospitales
públicos?
Hay cerca de 930 hospitales públicos en el país. 42 % de ellos están
clasificados en lo que se llama riesgo financiero medio o alto. Esta es una
situación que encontramos y que es preocupante. Estas son entidades que
requieren de medidas de reestructuración financiera para sostenerse, invertir y
mejorar los servicios que brindan a su población.
Es decir, ¿la mitad de los hospitales públicos están
en riesgo?
Sí. Y algunos de ellos están en situación crítica. En gran parte de nuestro
país es el hospital público el único prestador de servicios de salud. Por ello,
uno de los focos de trabajo del ministerio es devolver, en un trabajo
articulado con departamentos y municipios, la necesaria fortaleza y capacidad
de servicio al hospital público colombiano.
Este propósito requerirá un gran esfuerzo de saneamiento fiscal y financiero, y
de aseguramiento de los flujos financieros. Más allá, exigirá blindar los
hospitales de presiones externas, de clientelismo y corrupción. Solo así
podremos, con un esfuerzo sostenido, asegurar un hospital público colombiano
sólido y que sirva con calidad.
¿Cómo hará para atender la crisis de los hospitales?
Para enfrentar esta situación en los servicios asistenciales, el ministerio ha
puesto en marcha un plan de acción inmediato que contempla acciones específicas
para mejorar la calidad de la atención, inversiones en infraestructura física y
dotación, fortalecimiento del talento humano y pago de pasivos.
Inicialmente, será ejecutado en hospitales públicos con situaciones más apremiantes.
En total, durante estos primeros 90 días de gestión y hasta fin de año,
invertiremos cerca de 190.000 millones de pesos en este plan. Continuaremos el
esfuerzo en el 2019.
Usted dirigió con gran éxito la Fundación Santa Fe.
¿Hasta dónde pueden esperar los colombianos que usted tenga el mismo resultado
con los hospitales públicos?
Tengo todo el compromiso, junto con todo el equipo del ministerio y con el
apoyo del Presidente, de dar lo mejor de nuestro esfuerzo por mejorar la salud
y los servicios de salud en nuestro país. Enfrentando con franqueza y decisión
los problemas que existen, reconociendo con ecuanimidad los logros que hemos
alcanzado, poniendo siempre en el centro del esfuerzo al paciente, su familia y
la comunidad.
Hay acciones que hemos acometido de manera inmediata y con éxito. Sin embargo,
la construcción de un sistema de salud equilibrado, sostenible y, sobre todo,
respetuoso con la expectativa de nuestros ciudadanos, al igual que factor de
mejor salud para todos, será un trabajo continuo.
La salud se ha concentrado mucho en los especialistas
en el sector privado. ¿Cuándo los tendrá el sector público?
El fortalecimiento del talento humano es uno de los pilares en nuestra gestión.
Hay que reconocer el trabajo diario de todos los profesionales de la salud. Un
número muy importante de médicos generales que están trabajando allá afuera son
profesionales capacitados a los que queremos llegar con educación continuada
para que sumen más valor en los servicios de salud. Lo mismo con nuestras
enfermeras. Una política de talento humano nos debe guiar en la distribución
del talento especializado.
¿Qué opina usted del caso de Medimás?
La preocupación del ministerio y de la Superintendencia Nacional de Salud, de
la mano con los organismos de vigilancia y control, está en garantizar, para
esos 4,2 millones de colombianos afiliados a Medimás, la prestación de
servicios adecuados y continuos.
Es y debe ser nuestra preocupación
permanente en el trabajo por un mejor sistema de salud en Colombia.
Es y debe ser nuestra preocupación
permanente en el trabajo por un mejor sistema de salud en Colombia. Sobre los
demás aspectos del caso no me puedo pronunciar.
YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO
Reflexiones al tema pensiones
Twitter: @orregojj
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