sábado, 10 de diciembre de 2016

¿Hay un sociópata en su familia? Aquí, las claves para averiguarlo

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Algunas familias pueden albergar durante años a un criminal en potencia o a un sociópata sin darse cuenta, hasta que ya sea demasiado tarde.
Al escuchar la noticia sobre un crimen lo normal es asociar al sospechoso con un monstruo, una persona con una apariencia tan perturbadora que no quepa la menor duda de sus acciones. 

Sin embargo, cuando el presunto criminal es una persona bien parecida,  adinerado, educado y simpático, siempre cuesta un poco de trabajo asociarlo con su delito. “Pudo ser mi vecino, mi amigo o mi ex. Pudo ser mi hijo, mi esposo o mi padre. Yo pude ser su víctima”, son algunas de las ideas que de inmediato pasan por la cabeza de cualquiera. 

 ¿Hubiese sido posible identificarlo antes de actuar? Esa es la gran pregunta que casi siempre y por desgracia queda sin resolver.

Lo cierto es que las personas con enfermedades mentales se codean en todos los círculos sociales y pueden atacar en cualquier momento.

En los últimos días son muchos los colombianos que,  por ejemplo,   se han estremecido por la noticia de la muerte de una pequeña de 7 años al parecer a manos de un arquitecto en Bogotá. ¿Cómo se pasaron por alto todas las señales que indicaban que algo estaba mal con este hombre?

Para el médico-psiquiatra Carlos E. Climent una persona con graves problemas mentales pudo pasar desapercibida toda su vida debido a su capacidad para atraer y manipular a las personas que están a su alrededor.

“Identificar un posible criminal es  muy difícil porque son personas que quedan encubiertas detrás de una fachada de aparente normalidad y lo tiene a veces uno sentado en la misma mesa. Esa es una de las grandes fallas que existen entre las posibilidades de identificar a esos personajes, tenemos muy pocos elementos de juicio que nos permitan hacer esos reconocimientos de manera oportuna”, asegura el doctor.

Por lo pronto, sí hay más señales que indican estar frente a un sociópata, que es una persona que no tiene inconvenientes en  pasar por encima de los derechos de los demás, no respeta leyes, no se responsabiliza de su obligación, es  un maestro fingiendo, engaña, miente y  manipula. En la confrontación lo niega todo con frescura y desfachatez; carece de sentimientos y no siente ningún tipo de  pesar así sea el causante del daño. Todo un peligro potencial  para cualquiera que esté a su alrededor.

Peligro al acecho: sin límites

 “Un sociópata no es necesariamente un pedófilo, o un violador, para hacer eso se necesita ser un asesino.   Sin embargo, aunque el sociópata no tiene limitaciones, cuando un individuo le quita la vida a otra persona, especialmente a un niño después de violarlo, eso se sale del campo de la sociopatía y entra al campo criminal”, señala Carlos Climent.  
 
Según  informes diseñados por el FBI con base en diversos estudios psicológicos y forenses sobre  abusadores sexuales,  generalmente quienes  cometen un delito de este tipo no son, contra lo que comúnmente se cree, seres solitarios. Tampoco son personas muy mayores, dado que la mayoría tiene entre 21 y 35 años, ni gente que suele vagabundear, ya que al ser atrapados casi todos tienen un empleo fijo.
 
Se debe prestar atención  “cuando utilizan un lenguaje violento o amenazante, ya que del decir al hacer puede haber tan sólo unos pocos pasos. Tenga especial cuidado de las personas que muestran una gran agresividad como, por ejemplo, patear los objetos de la casa, golpear las paredes, etc".
 

Sociópatas, ¿cómo reconocerlos? Carlos Climent explica: 

 
La dificultad para identificarlos radica en varios hechos:
 
  • Son los campeones  mundiales del disimulo y los maestros de la seducción, el cálculo y la manipulación.
  • El sociópata  le hace creer a la persona con la cual entra en contacto que su afecto es exclusivo para ella. 
  • La víctima, en secreto,  está convencida de su posición de privilegio frente a “ese ser tan maravilloso” y se siente afortunada de haber sido la elegida. La desilusión ocurre tiempo después cuando se hacen evidentes los graves problemas y todo se destapa.
  • Si alguien se atreve  a confrontarlos tienen una habilidad impresionante para “voltear la tortilla” y hacer sentir culpable a quien se atreva a llevarles la contraria.
  • Su frialdad emocional  los hace ser muy efectivos en cumplir sus metas. 
  • *Como no quieren  “ni a su madre” no sufren por nada. En consecuencia pueden, sin que les tiemble la mano, ser muy abusivos contra quien se les atraviese en su camino (padres, hijos, cónyuge, parientes cercanos y lejanos, socios, etcétera).
  • Su egoísmo es monumental,  pero no se hace evidente sino cuando ya han atrapado a su víctima. Entonces ya es tarde, porque al igual que muchos secuestrados, la víctima del sociópata desarrolla su propio Síndrome de Estocolmo. 
  • La víctima del sociópata  sabe  que está siendo engañada, maltratada o robada, y  lo acepta. Al someterse sumisamente se perpetúa el cautiverio.
 
¿Un sociópata se puede regenerar?
 “Es muy difícil ayudarle. No reconoce que está enfermo, para él los demás son los enfermos. En esas condiciones el primer requisito es aceptar la enfermedad, pero un sociópata jamás irá a una consulta. En mi libro  ‘La locura lúcida’, le habló directamente a los familiares para que puedan protegerse de sus acciones”.
 
¿Qué hacer si se le identifica?
 La recomendación es protegerse. Si lo identificó, tome distancia. Alrededor del sociópata, todo el mundo sufre, menos él.
 
¿Cómo lidiar a  la oveja negra de la familia?
Los lazos de sangre no pueden justificar un crimen. La familia tiene que decir, ‘este hombre ha cometido un crimen y debe someterse a la ley, porque no lo educamos así, no le dimos estos parámetros de educación y lamentamos terriblemente lo ocurrido, pero no podemos justificar, ni ayudar, ni lavar la sangre ni pasar por alto lo ocurrido, porque eso directamente los hace cómplices.
 
Reconózcalos. Sociópatas al desnudo: 
 
  • No aman a nadie
  • No distinguen entre el bien y el mal
  • No aprenden  de la experiencia
  • Prometen pero no cumplen
  • Son  insensible,  imperturbables, fríos e indiferente frente al sufrimiento de los demás.
  • Toman decisiones  perjudiciales contra otros y no sienten remordimiento.
  • Son  reyes  del disimulo y  gran  magos de la hipocresía.
  • Son  un calculadores y   meticulosos
  • Son el maestro  de la manipulación.
  • Usan a la gente,  los socios, los copartidarios, los familiares, y hasta la propia madre, para su beneficio personal.



Reflexiones al tema pensional
http://jujogol.blogspot.com.co/
 

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