miércoles, 21 de diciembre de 2016

¡HARTOS DE CORRUPCIÓN!:.Somos ladrones por la gracia del Estado

GES (GRUPO EDITORIAL EL SATÉLITE)
Director: Octavio Quintero



Referencia: Corrupción: una guerra sin paz a la vista:

Estamos de anuncios de anticorrupción tan hartos como con la corrupción misma. A todo nuevo escándalo se anuncia una nueva ley anticorrupción, anticipada por enérgicos discursos de los honorables senadores y representantes; seguidos por el despliegue de las mejores plumas en los medios de comunicación reclamando nuevas medidas contra la corrupción, y aparece el consiguiente decreto reglamentario de anticorrupción, seguido a su vez de resoluciones, directivas y seminarios anticorrupción. Es la pantomima perfecta de una lucha que se da solo de boca…

Y la corrupción ahí, creciendo como verdolaga en playa; imparable, en medio de una impunidad escandalosa. Vivimos de escándalo en escándalo de corrupción, siempre el de hoy más escandaloso que ayer, pero menos que mañana.

Tenemos infinidad de veedurías que ciertamente cumplen una función social de denuncia pública: Transparencia por Colombia, Congreso Visible, Urna Virtual, departamentos universitarios dedicados al estudio de la corrupción desde un enfoque social, medios de comunicación con énfasis en denuncias de corrupción; todo ello sin contar las funciones propias de los organismos del Estado: Contraloría, Procuraduría, Fiscalía, Defensoría del Pueblo, Congreso Nacional, DIAN y sus derivados territoriales y locales. Y la corrupción ahí…

El titular de este año es, “Corrupción: el cáncer que más se propaga en Colombia. Su costo llegaría este año a 23 billones de pesos. En los últimos 11 años, ha aumentado el 600%.

(Ver crónica de JUAN GOSSAÍN --El Tiempo. También SÉPTIMODÍA --Caracol TV, y La corrupción ahí –El Mundo de Medellín), entre muchas otras denuncias cotidianas.

Es hora de preguntarnos por qué nada de todo esto funciona en la dirección que se enuncia: combatir y disminuir la corrupción. Preguntarnos también, qué otros beneficios, distinto al económico, reporta la corrupción para que, resumiendo, no haya una voluntad política determinada a enfrentarla de manera contundente.

En síntesis: si las leyes no nos han servido de nada, ello quiere decir que no es con nuevas leyes que debemos seguir combatiendo la corrupción. Tal vez, lo que se requiere es sintetizar tanta ley y sus derivados y hacer cumplir lo que queda. Más autoridad y menos ley, como hemos venido diciendo. Ese sería un primer eje anticorrupción.

El segundo tiene que ver con los partidos políticos. Si extendemos a los partidos alguna responsabilidad jurídica y política por la corrupción de sus altos mandos en el gobierno y la administración como, por ejemplo, la pérdida de la curul o del cargo cuando se trate de funcionarios de elección popular, o la pérdida de la cuota política cuando se trate de funcionarios de libre nombramiento y remoción; o la suspensión temporal o definitiva de sus personerías jurídicas,  tal vez, los partidos políticos se vuelvan aliados de la lucha anticorrupción.

Un tercer elemento es extender la transparencia, obligando a todos los altos ejecutivos y directivos del gobierno nacional, departamental y local; a todos los senadores y representantes, diputados y concejales, y a los magistrados de las altas cortes a rendir cuentas ante la opinión pública periódicamente, es decir, avanzar hacia una rendición de cuentas de tipo individual. Obligarlos a presentar anualmente sus declaraciones de renta, incluyendo a la oficialidad del ejército y la policía. Es, de por sí sospechoso, ver el paulatino incremento patrimonial de estos heliotropos, comparado con la suma de todos sus ingresos legales.

Seguramente a través de estos tres ejes, que no requieren más que de voluntad política, la lucha contra la corrupción pueda arrojar resultados medibles, verificables y cuantificables en el corto plazo; y a largo plazo, emprender una educación en valores de honradez que, resumiendo, es esa conciencia que nos acompaña y va diciéndonos cómo hacer bien lo que a diario tenemos que hacer.
--

Fin de folio.- Cuando el honrado deje de ser noticia y ejemplo, significa que el ladrón es, como debe ser, la excepción.

Reflexiones al tema pensional
http://jujogol.blogspot.com.co/

1 comentario:

  1. LA Corrupción: una guerra sin paz a la vista:. http://jujogol.blogspot.com/2016/12/hartos-de-corrupcionsomos-ladrones-por.html?spref=tw

    ResponderEliminar