A título personal, Juan José Echavarría, director de la Misión de Estudio para la Competitividad de la Caficultura Colombiana, presentó las primeras pinceladas de la investigación que está en camino, y cuyas conclusiones finales solo se conocerán en febrero del año entrante.
El ex codirector del Banco de la República no duda en afirmar que el problema del cultivo del grano en Colombia es la baja productividad.
Echavarría habló con Portafolio sobre el tema.
¿Cuál es la conclusión más importante hasta ahora?
Apenas comenzamos la investigación. El trabajo preliminar muestra que hay unas regiones cafeteras que son rentables y otras que no. Hay una enorme heterogeneidad de la caficultura.
¿La recomendación inicial es que Colombia se pase a sembrar café robusta?
No. Yo creo que el país va a seguir produciendo arábigas, pero también lo puede hacer con robustas, como en Vietnam, Perú y otros países.
Lo que no hay que hacer es prohibir que produzcamos robustas, sino incentivarlo como cualquier actividad productiva, para ver si los empresarios pueden desarrollar proyectos rentables como los de la palma.
¿Eso significa que comenzaríamos a producir café recolectado de manera mecánica?
No, la robusta no es mecanizada. Ese es un malentendido que hay en Colombia. En Brasil, lo que hay mecanizado es el café arábiga. En el robusta, la recolección se hace de manera manual. Sí se está trabajando en nuevas máquinas para recoger café robusta, pero no existen.
¿Pero sí nos pasaríamos a producir café en climas más calientes que el templado?
Sí. Posiblemente en otras regiones del país distintas a los actuales. Lo importante es que el negocio sea rentable para todos.
Si esto ocurre, habrá mejores salarios en la actividad en todas las regiones del país. Precisamente, de eso se trata.
¿Qué lo lleva a usted a proponer que sembremos café robusta?
Las proyecciones indican que hacia el 2020 la demanda mundial de café va a ser por variedades de robustas. En parte por los precios bajos y en parte porque se utiliza para hacer mezclas.
Además, el consumo que más está creciendo es el de los países productores, que todavía consumen café de baja calidad.
Y, ¿qué hacer con el café arábiga que estamos sembrando actualmente?
Hay que seguir produciendo este tipo de café, pero con más valor agregado, cafés especiales y diferenciados que sean pagados a mejor precio.
¿Con denominación regional?
Sí. Por ejemplo, café de Nariño, del Cauca, del Huila y muchos otros más. El mundo de los arábigas se mueve hacia el café especializado, y eso lo debe aprovechar Colombia.
¿Qué otras conclusiones preliminares arroja esta primera parte del estudio?
Que nos están sacando de los mercados mundiales de café. Colombia tenía una participación del 20 por ciento en el año 90 cuando se rompió el Pacto, y hoy estamos en 7 por ciento.
También hay que examinar el tema de la productividad. Entre 1990 y 2007 la productividad estuvo estancada, y después de cayó. Hoy, esta variable es la tercera parte de Brasil y la cuarta o quinta parte de la Vietnam.
Entonces, en una empresa donde la productividad no sube en 25 años, esa compañía necesariamente va a la quiebra.
¿Qué hay que hacer?
Yo creo que el tema es productividad. Estamos muy por debajo de Brasil, donde los salarios y la formalidad laboral del sector son más altos.
¿Y cómo mejorar la productividad?
Revisamos el caso de Cenicafé (centro de Investigación tecnológica del Café) y el servicio de extensión de la Federación, y encontramos que el café es maravilloso. Pero nos preguntamos, ¿por qué la gente tiene productividades que Cenicafé no ha recomendado? ¿Por qué la gente sigue sin fertilizar y hacer estudios de suelos? La realidad es que los productores no están haciendo lo que toca.
Algunos, los pequeños, porque no tienen plata, pero los medianos y grandes deberían hacerlo.
¿Y qué tiene que decir respecto a la institucionalidad?
Nosotros somos el único país del mundo que conserva las instituciones que teníamos cuando existía el Pacto Cafetero Mundial.
Eso lo debemos modificar, porque hoy tenemos un panorama muy diferente a cuando existía ese acuerdo.
¿Sembrar café es rentable en Colombia?
Aquí producimos café muy caro. Pero aquí hay una paradoja. Entre el 2006 y 2012, la caficultura más rentable del mundo fue la caficultura colombiana. Entonces uno se pregunta, ¿quién ganó plata? Posiblemente no todas las regiones fueron igualmente rentables. Los precios internacionales del 2011 fueron excepcionalmente altos. Es más, en dólares, los del 2013, no son históricamente bajos.
¿Usted está de acuerdo con el subsidio que se les está dando a los cafeteros?
Me parece que eso no está mal. Puede que el sector en algunas oportunidades requiera apoyos, pero yo creo que el programa de Protección al Ingreso Cafetero no está bien diseñado porque se le da por igual a todos los productores, independientemente de lo que hagan con ese dinero.
Un PIC bien diseñado debería ser: hay cafeteros pobres que necesitan un dinero regalado, como se ataca la pobreza en América Latina. Para el resto, esos recursos deben enfocarse de manera distinta: para fertilizantes y otras necesidades amarradas a aumentar la productividad.
edmtov@portafolio.co
....LASTIMA DE COLOMBIA CON LIDERES HOY ....SENADORES QUE QUIEREN REELEGIRSE....., QUE LE DIERON LA VUELTA A COLOMBIA, PROMETIENDO E ILUSIONANDO COMUNIDADES, CON RESULTADOS HOY NEGATIVOS, COMO ES EL DEL CAMPO, DONDE SE LES OLVIDO QUE VISITARON ESAS REGIONES, DIERON BESOS, MANOS Y SONRISAS, PERO ESO SI TOMADO CAFÉ GRATIS,...QUE A LA HORA DE LA VERDAD SE VOLVIÓ AMARGO POR LA INOPERANCIA E INCAPACIDAD DE GESTIÓN DE ELLOS.....POR ESO NO MÁS SENADORES NACIONALES........
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