domingo, 17 de noviembre de 2013

Óscar Iván “el obsecuente” y Uribe “el feroz”


ELTIEMPO.COM, Por: 

Óscar Iván “el obsecuente” y Uribe “el feroz”
“La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve” Martin Luther King.
Me parece inexplicable, fuera de todo orden y, por sobre todo, contra natura que dos o más personas resulten o tengan una identidad tan homogénea en las neuronas, y que la diferencia sólo radique en sus rasgos morfológicos, ya que su modo de pensar, razonar y actuar es de una similitud tal que produce trémulos convulsivos por no tener una respuesta científica a este fenómeno, como parece darse en Álvaro Uribe y Óscar Iván Zuluaga, cada vez que se enteran de cualquier avance en los diálogos de paz de La Habana, cuyo rechazo es simultaneo y al unísono.
La metamorfosis cerebral que se empezó a dar en el ex presidente Uribe a partir de la mitad de su primer mandato cuando puso en marcha su programa bandera de la seguridad democrática fue en grado sumo significativa en lo que toca con su espíritu guerrerista y megalómano, y principiando su segundo mandato le imprimió a dicho programa un furor casi alucinante, lo que indujo a los miembros del establecimiento a cometer desafueros y el uso desmedido de la fuerza, como los falsos positivos, las oprobiosas interceptaciones y los insultos locuaces a la rama judicial , a la oposición y a los medios.
Es inadmisible que en pleno siglo XXI reaparezcan movimientos políticos de ultra derecha y de odiosa filosofía de otrora como lo fue la del ‘nacionalismo’ del siglo pasado en Europa, y cuya alternativa de poder sólo descansaba en el totalitarismo ejercido y sostenido por la intimidación, por la opresión y por la ejecución del pueblo a cargo de agentes del Estado. Y, precisamente, es eso lo que busca el naciente movimiento que regenta el ex presidente Uribe, no obstante haberlo querido mostrar con un toque sutil de una engañosa ‘democracia’, lo cual quedó al descubierto en la pasada convención de donde salieron castrados Pachito y Holmes, dos carneros descarriados del Partido liberal.
El señor Uribe Vélez, en su desfogue megalómano y su orfandad de poder, ha reclutado unos seguidores, y son muchos, que le acolitan sus políticas desestabilizadoras y dañinas para un país que lleva sesenta años vertiendo sangre a todo lo largo y ancho de su geografía nacional en una lucha estéril, y creyéndole, a pie junto, que la alternativa de poder y su redención están en las balas que hay que disparar indiscriminadamente, así caigan acribillados parte de la población civil, militares, policías, subversivos y, hasta, personas con incapacidad cognoscitiva.
El señor ex presidente depositó, en comodato, su esperanza y parte de su confianza para su retorno al poder en el caldense Óscar Iván Zuluaga, oriundo de Pensilvania, javeriano, de buena formación académica, más leal que Pachito o al menos eso cree el dueño del balón, obsecuente hasta la muerte, sin las agallas para una felonía, no pertenece a la crema y nata de esa rancia aristocracia bogotana, no es socio del Gun ni del Jockey, y creo que no lo dejan entrar, no por su físico porque es igual al de Santos, pero la diferencia en todo lo otro es abismal, ministro de Hacienda, sin poder constatar hasta el momento que haya sido el mejor de Latinoamérica, como sostienen algunos amanuenses. En síntesis, es el hombre a la medida que necesita Uribe.
Cada día compruebo más la realidad de la vieja percepción que he tenido del ex presidente Uribe respecto de su doble personalidad, como la del doctor Jekyll y Mr Hyde, y, ahora, se suma su patético candidato en aquello de recurrir a prácticas malevas de ‘todos los métodos de lucha’ para procurar arrasar a sus contradictores, valiéndose de artimañas inicuas y consejas y tergiversando la realidad a fin de desconcertar a la opinión y deslegitimar cualquier avance que se logre en los diálogos de paz de la Habana, asumiendo, junto con su aspirante presidencial, un papel obstruccionista que sólo produce lástima y tristeza, borrando de tajo su amor patrio que tanto ha pregonado el hombre del corazón grande.
Es difícil aceptar la subsistencia de un Partido como ‘Uribe Centro Democrático’, que se presenta como opositor y pregonando ser una alternativa de poder ofreciendo sólo como programa de gobierno una ‘guerra sin cuartel’ con su seguridad democrática como única vía para terminar una confrontación irracional que lleva tantos lustros, estrategia que ha demostrado hasta el día de hoy su poca efectividad para ‘borrar’ del panorama nacional a los grupos subversivos, y Uribe lo comprobó hasta la saciedad en sus interminables ocho años de gobierno.
No es ninguna utopía llegar a acariciar la posibilidad de que por aquellos gajes del destino y de la ambivalencia humana, llegase a la Presidencia de Colombia, Óscar Iván Zuluaga. Mala noticia para el país, pero relativamente buena para Caldas porque nos asegura el concurso de muchos Cruz Prada, y excelente para Pensilvania, su pueblo natal, así no le dé un pírrico auxilio al ancianato local.
Esta utopía se puede volver realidad en la medida que el Partido o movimiento Uribe Centro Democrático coloque una votación copiosa para el Senado de la República en la circunscripción nacional, no olvidando la gran importancia que tiene para la candidatura de Zuluaga las elecciones departamentales para la Cámara de Representantes, si esto se da es muy probable que Pensilvania tenga Presidente.
El dueño y amo Uribe Vélez y su pupilo Zuluaga, saben perfectamente que los votos los tienen en el Partido de la U., y en la derecha recalcitrante. Gran favor le harán al país y a muchos departamentos con esta ´pesca’ de votos en los pozos sépticos de la U., ya que procurarían la no elección de muchos parásitos y paracos que están enquistados en el Capitolio. Dicha aseveración la hago con conocimiento de causa, y respecto a mi departamento, Caldas.
Oí con mucha atención la entrevista a Óscar Iván Zuluaga y a León Valencia que les hiciera La W., el día 5 de noviembre del año en curso, y en la cual la referencia se centraba en el artículo de Valencia en Semana: El lado oscuro de Óscar Iván Zuluaga ver: http://www.semana.com/opinion/articulo/oscar-ivan-zuluaga-nexos-paramilitares-columna-leon-valencia/363304-3
El candidato del Uribe Centro Democrático, sostenía de manera enfática, como ocurrió con todos los políticos que están presos, que jamás han tenido ni un mínimo roce con ningún paramilitar. Y como dijo León Valencia, para no perder de vista las referencias del aspirante Zuluaga, invito a la opinión y al acucioso Director de La W., a leer con mucho cuidado esta crónica y los comentarios de los foristas. Es de anotar, que muchos de estos notables foristas se negaron a rendir estas mismas declaraciones al grupo de apoyo de la Corte Suprema en investigaciones que se adelantaban en ese entonces por parapolítica en el Magdalena Medio. La Patria, septiembre 1 de 2013. “26 años de intentonas contra Barco y Yepes” (Google). Ver: http://www.lapatria.com/node/42378-
Manizales, noviembre 14 de 2013.
Marco Aurelio Uribe García.

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