miércoles, 13 de noviembre de 2013

El Árbol de la vida...



Y EL  DE LOS PROBLEMAS

El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer año de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y le hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se negaba a arrancar. Mientras lo llevaba a su casa en mi automóvil, permaneció en el más absoluto silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia.

Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. 

Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dió un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta el coche. 

Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que había visto hacer un rato antes. "Oh, ese es mi árbol de los problemas" contestó. Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura, los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a nuestros hijos. Así que simplemente, cada noche cuando llego a casa, le digo al Señor "Te dejo colgados mis problemas en este árbol. Ayúdame por favor, Señor, a afrontarlos de la manera más adecuada" . Luego por la mañana los recojo otra vez diciendo: "Señor, recojo nuevamente mis problemas. Ayúdame por favor a resolverlos".

Lo maravilloso es, dijo sonriendo, que cuando salgo por la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior, ...

Gracias a Dios.

3 comentarios:

  1. hermosa reflexión, ojala actuaramos asi en nuestras vidas , muy seguramente estar seria mejor y los que nos rodean no sufrirían

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  2. POR: moreno saldarriaga mariano simon
    Hola Juan José, buenas noches.
    Gracias por haberme enviado los artículos adjuntos, y sobre ellos quiero hacer los complementos:
    Sobre el primero, no pude emitir ningún comentario, porque no lo había, sólo el título.
    1. Sobre EL ARBOL DE LA VIDA…..Y LOS PROBLEMAS: Es una manera de ver la vida y los problemas que tenemos a diario. Es una manera de despojarse de los problemas y no llevarlos al seno de la familia, el cual es bastante aconsejable. Ahora, si escudriñamos la Palabra de Dios, encontramos lo siguiente: La Palabra de Dios en el Evangelio del Apóstol Juan, capítulo 16, versículo 33, lo siguiente, “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Aquí el Señor nos recuerda, que cuando lo tenemos a él, vamos a tener paz, pero no como el mundo y el hombre la da, sino como Dios y Su Hijo Jesucristo nos la ofrecen; además, a través de la vida vamos a tener aflicciones, es decir, problemas, pero con Él seremos más que vencedores, porque Dios es más grande que cualquier problema. Ahora, en el mismo evangelio del Apóstol Juan, capítulo 11, versículo 25 al 30, Jesucristo nos dice: ”Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Es algo análogo con lo del Árbol de la vida….y los problemas, allí se habla que los problemas los deposita en el árbol antes de ingresar a casa y luego cuando sale encuentra menos problemas; con Jesucristo es totalmente diferente, porque él nos habla que le entreguemos todos nuestros problemas, todas nuestras angustias y todas nuestras dificultades para que nosotros descansemos. La Palabra nos dice que “Sin fe, es imposible agradar a Dios”, por esta razón, cuando le entregamos a él todos nuestros problemas, nos sentimos diferentes. No es que desaparezcan los problemas, sino que, si hay fe, los problemas son más llevaderos, sin angustias y sin afanes, porque cada día trae su propio afán.
    Además, recordar que tenemos un Dios Todopoderoso, que todo lo puede.

    Gracias por acordarse de mí y sólo ruego a Dios, que tenga misericordia de nosotros los colombianos. Hasta pronto estimado amigo Juan José.

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  3. POR: Jaime Enrique Herazo Osorio
    Gracias Don Juan. El primer tema solo llegó el título y los siguientes están magníficos.
    Como siempre nos ponen a reflexionar.
    Feliz domingo, Jaime Herazo

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