martes, 23 de julio de 2019

Hda Pub.: Informalidad y recaudos fiscales


Por: Santiago Montenegro

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Don Arturo Gómez Jaramillo solía decir que quien creyera que la carrera séptima de Bogotá es ancha debía, de inmediato, comprar un tiquete de avión e irse a los Estados Unidos o a Buenos Aires para ver lo que es una avenida de verdad. 
Con esto, quería decir que Colombia debía ser menos provinciana y parroquial, tan alejada del mundo, y que debía hacer un esfuerzo por modernizarse, por transferir procesos, tecnología e instituciones, que estaban dando resultados en otras partes. Y que este ejercicio debía comenzar por compararnos con cifras de otras partes.
Eso es, precisamente, lo que debemos hacer con la discusión que se está dando en estos días sobre las cuentas fiscales y su financiación. Varios exministros de Hacienda y algunos académicos han cuestionado y reparado algunos rubros de la financiación del déficit fiscal para el presente y para los próximos años, pero es lamentable que nadie esté planteando los verdaderos problemas estructurales de las finanzas públicas, para lo cual es crucial ver cómo están otras economías. 
Con la Constitución de 1991, Colombia pretendió crear un Estado de bienestar o un Estado social de derecho, como lo llamamos aquí, pero el problema es que mientras países que cuentan con Estados de bienestar recaudan más de un 35% del PIB en impuestos, aquí no pasamos del 14%. 
Además, antes de crear sus Estados de bienestar, esos países ya habían solucionado la provisión de bienes públicos esenciales, como la seguridad, al contar con Estados que tienen el monopolio de la fuerza legítima sobre todo el territorio. En Colombia, el Estado tiene el monopolio de la violencia en las ciudades, pero en muchas partes lo tienen el Eln, las disidencias de las Farc, el Epl o el llamado Clan del Golfo.
Por otra parte, en la mayoría de los países europeos o en Chile la informalidad empresarial y laboral es inexistente o es muy baja. Mientras en Colombia la informalidad laboral es de un 63% de la población económicamente activa, en Alemania y los países nórdicos es cercana a cero, en España es de un 5% y en Chile, de un 25%. 
Esa es una de las razones por las cuales allá recaudan más impuestos que nosotros. La comparación con España, en particular, es muy ilustrativa porque tenemos casi idéntica población y muy semejantes cifras del mercado laboral. Así, mientras en España cotizan en la seguridad social y declaran renta 19 millones de personas, en Colombia cotizan solo 8 millones y declaran renta tan solo 2,6 millones. Entre otras, esa es una de las razones por las cuales España recauda un 35% del PIB en impuestos, mientras nosotros solo recaudamos un 14%.
Además, en Colombia tenemos bajos recaudos de impuestos de las personas naturales porque solo se comienza a pagar sobre niveles equivalentes a unos cuatro salarios medios. El salario medio en Colombia es de $1,2 millones. Si estuviéramos en España o en Chile, se debería comenzar a pagar algo de impuestos a partir de salarios de $1 millón. Pero no, de estas cosas no hablan los exministros de Hacienda, ni tampoco el Fondo Monetario Internacional, ni el Banco Mundial y menos la OIT. 
Qué falta hace en esta discusión alguien como don Arturo Gómez Jaramillo, para que nos sacuda cantando las cosas como son y mirando la economía desde fuera y sin tanta estrechez de perspectiva.

*** Hda Pub.: "Colombia no puede caer en populismo económico"

https://jujogol.blogspot.com/2019/07/hda-pub-colombia-no-puede-caer-en.html


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