Semana.com, Por María Jimena Duzán
Hay una novedad audaz: proponer que los
hijos hereden automáticamente el capital político de sus padres –o de cualquier
otro familiar.
Las convenciones amañadas que vienen con burro
amarrado, parecen estar de moda. Y no solo en el seno del Centro Democrático,
cuya convención, hábilmente manipulada por el propio expresidente desde sus
cuarteles de guerra –Pacho es el único que cree que Uribe no tuvo nada que ver
con su ninguneada del uribismo–, logró ubicar al muñeco
que él quería como candidato.
Desafortunadamente también están de moda en el otrora gran Partido
Liberal cuya convención del domingo primero de diciembre viene también con
burro amarrado superando incluso a la marrulla del modelo uribista.
Ustedes me dirán si exagero pero a no ser que ocurra un milagro esto es lo que va a suceder en esa convención de Cartagena: el expresidente César Gaviria, que es el artífice de esta convención ungirá a su hijo Simón como el líder máximo de ese partido.
Ustedes me dirán si exagero pero a no ser que ocurra un milagro esto es lo que va a suceder en esa convención de Cartagena: el expresidente César Gaviria, que es el artífice de esta convención ungirá a su hijo Simón como el líder máximo de ese partido.
El expresidente no tiene que estar presente en Cartagena porque todos
los parlamentarios sin excepción saben que él maneja el poder tras bambalinas.
Simón no solo saldrá reelegido en la convención amañada por su padre, sino que
su nombre entrará formalmente en la carrera por la Presidencia para 2018.
Semejante hazaña tan antidemocrática no la ha hecho ni siquiera el expresidente
Uribe en su Centro Democrático.
A cambio de esta coronación, porque en la política colombiana no hay nada gratis, la familia Gaviria le concederá la cabeza de lista a Horacio Serpa, sellando así una alianza entre dos fracciones del liberalismo que habían estado separadas desde que se destapó el proceso 8.000 y se descubrió que a la campaña de Samper habían entrado dineros del cartel de Cali.
De esta convención surgiría una nueva alianza, el serpo-gavirismo, cuya novedad más interesante sería la exclusión automática del expresidente Samper, quien según mis fuentes, habría sido puesto a un lado de manera conveniente, para que no dañe la foto. (¿Para qué desgastarse en tantas aclaraciones en torno a la división que hubo entre el gavirismo y el serpo-samperismo por cuenta del 8.000 si hoy duermen en la misma cama?)
La otra novedad es bastante más audaz: proponer la consolidación de las castas familiares como una vía para renovar las elites liberales. Es decir, que el hecho de que los hijos hereden automáticamente el capital político de sus padres –o de cualquier otro familiar– no va a ser ya un síntoma de endogamia como evidentemente lo es, sino una señal de movilidad democrática.
Esto es lo que Simón Gaviria ha llamado el renacer liberal, que en el fondo no es más que una vuelta al pasado-pasado; es decir, a la época de los virreyes de la Colonia donde se ungían a los escogidos antes de nacer y donde el privilegio se heredaba a través de la sangre.
Sobra aclarar que este ‘renacer liberal’ es tan antidemocrático como el uribismo. Quienes no estén de acuerdo con este mandato de sangre tienen dos opciones: o se someten a esa disciplina para perros o se van del partido como se han ido ya Piedad Córdoba, Eduardo Verano de la Rosa, Cecilia López, Alfonso Gómez Méndez, entre otros.
A cambio de esta coronación, porque en la política colombiana no hay nada gratis, la familia Gaviria le concederá la cabeza de lista a Horacio Serpa, sellando así una alianza entre dos fracciones del liberalismo que habían estado separadas desde que se destapó el proceso 8.000 y se descubrió que a la campaña de Samper habían entrado dineros del cartel de Cali.
De esta convención surgiría una nueva alianza, el serpo-gavirismo, cuya novedad más interesante sería la exclusión automática del expresidente Samper, quien según mis fuentes, habría sido puesto a un lado de manera conveniente, para que no dañe la foto. (¿Para qué desgastarse en tantas aclaraciones en torno a la división que hubo entre el gavirismo y el serpo-samperismo por cuenta del 8.000 si hoy duermen en la misma cama?)
La otra novedad es bastante más audaz: proponer la consolidación de las castas familiares como una vía para renovar las elites liberales. Es decir, que el hecho de que los hijos hereden automáticamente el capital político de sus padres –o de cualquier otro familiar– no va a ser ya un síntoma de endogamia como evidentemente lo es, sino una señal de movilidad democrática.
Esto es lo que Simón Gaviria ha llamado el renacer liberal, que en el fondo no es más que una vuelta al pasado-pasado; es decir, a la época de los virreyes de la Colonia donde se ungían a los escogidos antes de nacer y donde el privilegio se heredaba a través de la sangre.
Sobra aclarar que este ‘renacer liberal’ es tan antidemocrático como el uribismo. Quienes no estén de acuerdo con este mandato de sangre tienen dos opciones: o se someten a esa disciplina para perros o se van del partido como se han ido ya Piedad Córdoba, Eduardo Verano de la Rosa, Cecilia López, Alfonso Gómez Méndez, entre otros.
A ese grupo se acaba de sumar el senador Juan Manuel Galán, quien en
entrevista con María Isabel Rueda salió a decir que le estaban dando en el
liberalismo el mismo trato que le dieron a Pacho en el uribismo. Galán en
realidad se quedó corto en su denuncia porque, de cierta forma, él también es
un privilegiado.
He tenido la oportunidad de hablar con muchos congresistas de los buenos
que todavía hay en el Partido Liberal y que se merecerían estar encabezando la
lista al Senado mucho más que Serpa o Galán, pero que por no ser delfines ni
hijos o hermanos o esposos de alguien reconocido, no clasifican y he visto su
indignación.
Sin embargo, todavía no se atreven a enfrentarse al César pero sí saben
que la coronación de Simón Gaviria no es una invitación a la modernización del
liberalismo ni a la renovación, sino a olvidar el pasado con el propósito de
elegir en 2018 a Simón Gaviria como presidente.
Lo que preocupa es que detrás de esta convención tan aparentemente democrática, se formalice un doble discurso en el liberalismo: el que les permite impulsar las alianzas mafiosas en las regiones, mientras en Bogotá se presentan como los defensores de las víctimas. Un partido así puede lograr la mayor votación de la Unidad Nacional en el Congreso, pero puede convertirse en el principal enemigo de la paz porque su sociedad de privilegios no reconoce ni siquiera la equidad.
¿A qué horas el Partido Liberal de López Pumajero, de Carlos Lleras terminó manejado con criterio de hacienda familiar como si fuera el Ubérrimo?
Lo que preocupa es que detrás de esta convención tan aparentemente democrática, se formalice un doble discurso en el liberalismo: el que les permite impulsar las alianzas mafiosas en las regiones, mientras en Bogotá se presentan como los defensores de las víctimas. Un partido así puede lograr la mayor votación de la Unidad Nacional en el Congreso, pero puede convertirse en el principal enemigo de la paz porque su sociedad de privilegios no reconoce ni siquiera la equidad.
¿A qué horas el Partido Liberal de López Pumajero, de Carlos Lleras terminó manejado con criterio de hacienda familiar como si fuera el Ubérrimo?
.....SERÁ CORONACIÓN O ENTIERRO Y DERRUMBE DEFINITIVO DEL PARTIDO LIBERAL.......LOS MILITANTES DE PENSAMIENTO EN FUNCIÓN DEL ESTADO CON PROPÓSITO DE EFECTUAR LAS GRANDES TRANSFORMACIONES SOCIALES Y ECONÓMICAS, LOS QUE BUSCAN GENERAR UNA ADECUADA JUSTICIA Y EQUILIBRIOS, ELIMINANDO LOS TANTOS PRIVILEGIOS PARA UNOS POCOS EN CONTRA DELE ESTADO, NO TIENE CABIDA EN ELLOS, YA QUE EL PROPÓSITO ES PROTEGERSE Y SEGUIR CON LAS PIRÁMIDES POLÍTICAS FAMILIARES......LA RENOVACIÓN EN ELLOS, ES UNA ESTRATEGIA MÁS NO UN PRINCIPIO....
ResponderEliminarPOR: Fabio Enrique Rangel
ResponderEliminarDon Juán José,los partidos Ya no existen, el delfinasgo, el traspaso de poder ha llevado a montar maniquinarias perversas para aproverchar lso recursos de la hacienda pública; Pero el día del cambio llegará, el pueblo y la sociedad no consentiran los malos procederes, Porque este pais es grande, rico, abundante y prospero, lo que pasa es que nos hemos dejado acorralar por las élites politicas, la guerrilla, los paramiltares, narcotrafico grupos que nos han arrebatado nuestras riquezas; pero como dice la Palabra de DIOS, ISAIAS 29.18 En aquel día los sordos oirán las palabras de un libro, y desde la oscuridad y desde las tinieblas los ojos de los ciegos verán