Produce dolor de patria el conocer las escandalosas cantidades de hombres y costos que pagamos los colombianos por la seguridad del exmandatario Uribe Vélez y su familia
El cubrimiento lo ejercen 357 personas y su costo llega a $18.181 millones anuales, según informes de prensa. Indigna la manera simplista y soslayada de explicar su situación: “Estoy muy preocupado por el costo de la seguridad que paga el Estado”. No se refirió al alto costo, ni al número de personas que lo protegen, que su seguridad se diseñó bajo su gobierno. Desde 1994 tiene seguridad estatal. Imagínese, amable lector, cuántos beneficios a la comunidad se podrían efectuar con estos dineros y otros que se gastan en seguridad burocrática, desde hace décadas, por eso de la prolongada e inútil guerra. Nunca creímos las aberrantes dimensiones y componentes que hacen parte de la muy defendida por su gestor Seguridad Democrática. Entendible su vehemencia y consecuencia en mantenerla. La seguridad tiene que ser para todos los colombianos porque la inseguridad ha llegado a extremos en el país. Sea la conclusión: la paz, además de ser un derecho y un deber, es un gran negocio para los colombianos, esa es la gran apuesta y la invitación está abierta para el uribismo y los escépticos.
POR: Ómar Muriel. Bogotá
No hay comentarios:
Publicar un comentario