El primero de enero comienza a aplicarse la ley 797 de 2003
A partir del primero de enero de 2014, según indica la ley 797 del 2003, la edad para pensionarse será de 57 años para las mujeres colombianas y de 62 para los hombres.
Así las cosas los requisitos fundamentales para acceder a la pensión, además de la edad anteriormente mencionada es acumular 1.275 semanas cotizadas y 1.300 semanas a partir del 2015. Sin embargo no se descarta que haya una nueva modificación de edad para el 2015, aunque no se descarta una nueva modificación para este año.
Cabe anotar, además, que el aumento de la edad para pensionarse no afecta a los cerca 11.6 millones de personas que se encuentran en un fondo de pensión privado ni a los del régimen de transición.
"Quien no haya aplicado o cumplido con todos los requisitos para acceder a la pensión de vejez tendrá que acogerse a esta nueva edad, excepto quien esté en el régimen de transición porque les aplica la edad anterior", aseguró el viceministro de Empleo y Pensiones del Ministerio de Trabajo, Juan Carlos Cortés González, en entrevista a Caracol Radio.
"Antes la edad para jubilarse era de 55 años para la mujeres y 60 para hombres. Con la ley 797 del 2003 se dispuso que desde el 1 de enero de 2014 la edad para acceder a la pensión de vejez sea de 57 años para las mujeres y 62 para los hombres", añadió Cortés González
POR: Fabio Enrique Rangel
ResponderEliminarDon Juán José, le envio este artículo para su análisis:Aumentar la edad de pensión no ayuda al empleo ni a la productividad :Desde hace un tiempo los fondos privados de pensión están ejerciendo presión sobre los políticos colombianos para logar la aprobación del incremento de la edad para alcanzar la pensión, media que solucionará los problemas de unos pero que incrementará los de otros.
En un país con un desempleo superior al 10% y con un subempleo o empleado informal que puede alcanzar el 40%, aumentar la edad de utilización es quitar la posibilidad de que la población joven consiga empleo, quieta la posibilidad de que exista un relevo generacional que inyecte energía nueva al aparato productivo.
En un país donde los jóvenes tienen los más altos índices de desempleo, extender la edad de jubilación afectará directamente a este segmento de la población.
Ahora, desde el punto de vista de la productividad no tiene mucho sentido obligar a los ancianos a trabajar y negar esa oportunidad a los jóvenes. La mayoría de las actividades productivas reales de la economía requieren de empleados en óptimas condiciones físicas para laborar. Solamente en la economía financiera, especulativa, prima la capacidad intelectual sobre la capacidad física.
No es gratis que a ninguna empresa le guste contratar empleados con más de 40 años. Los desempleados de esa edad saben cuán cierto es. Estas empresas menos querrán tener un anciano como operario donde su rendimiento físico puede ser menor y más alto los riesgos de un accidente de trabajo o de enfermedad. Ampliar la edad de jubilación fomentará las prácticas de intermediación laboral y contratación temporal para evitar tener un empleado de edad mayor, lo que a la vez le dificultará a estos alcanzar su pensión pues difícil será que consigan trabajo o que lo conserven.
En fin, la incrementar la edad de pensión sólo beneficiará las finanzas de la empresas privada que gestionan esos recursos más no ayudará a quienes están desempleados, ni ayudará a las empresas que eventualmente se verán obligadas a tener en su nómina personas que por el desgate fisiológico y biológico natural causado por el paso el tiempo, les hará ser menos productivas.