Juan Jose Orrego López
Apreciados amigos:
Al leer la publicación de El Tiempo, "Más de $ 600 mil millones anuales costaría nuevo retiro de policías" escrita por Sebastian Londoño Velez, da lastima cubierta de, rabia y enojo, ver el trato y daño, que esos congresistas viejos de mas de dos o tres periodos en el congreso pegados a su silla y los gobernantes de turno, que de manera injusta y sin pensar, le hacen el perjuicio a millones de trabajadores colombianos honestos que luchan las 24 horas del día, para lograr, si a ellos les da la gana y lo permiten con sus normas que hacen, que millones de trabajadores logren su pensión.
Si revisamos los millonarios beneficios y privilegios prestacionales que disfrutan hoy los funcionarios públicos y sus mal llamados Asesores, las Fuerzas armadas, congreso, cortes y los regímenes especiales, frente al trato y atropello desigual, que se les da a los millones de trabajadores jóvenes y adultos, independientes y contratistas del estado, sin derecho a primas ni a vacaciones, contratos por tres meses o mas dependiendo de su patrocinio o favor que haya hecho después de buscarlos y perder tiempo sin poder comer algo para que los recomienden, que pagan sus aportes de salud y pensión, a esos que hoy los buscan sus lideres o gobernantes para conseguirles votos, es posible creer que un congreso lleno de congresistas viejos que actúan y prometen dineros, como si fueran dueños y ordenadores de los ingresos de la nación, aprobaran el proyecto de ley que rebaja de 20 a 15 años, para el retiro del nivel ejecutivo de la policía nacional.
No estoy en contra de la policía, pero con la existencia de millones de trabajadores y profesionales que laboran en entidades o empresas, públicos y privados, que tienen más de 15 y 20 años laborando, unos ya con las semanas mínima pero sin la edad requerida, otros con la edad, pero les hacen falta semanas para cumplir las mínimas y como a muchos en estas épocas electorales, que no le firmaron el contrato porque no es del partido, al que el gobernante cambio por su beneficio en la coalición, y muchos más, retrasando la sumatoria de las semanas requeridas, castigando y postergando el sueño a millones de ciudadanos honestos, en su lucha de poderse retirarse a disfrutar de su pensión.
Pregunto:¿Que dirán los congresistas antiguos pegados en sus sillas, de más de dos períodos de antigüedad en el congreso de este proyecto?
Pues creo, que Jamás ni ellos ni los empresarios aspirantes nuevos hablarán porque no quieren renunciar a semejantes beneficios billonarios, LAS GUACAS MILLONARIAS, que pagan los 48 millones de colombianos, hoy llamados y reconocidos, como unos simples, Borregos, marranitos, inocentes, e ignorantes, pues si conocieran, estudiaran o leyeran sobre el manejo de la economía del país, hoy Colombia seria diferente.
Hasta cuándo hay que soportar este martirio, con esos lideres y gobernantes, que parecen mas bien usurpar y destruir a nuestra querida Colombia ?
Cordial saludo,
Juan José Orrego López
Reflexiones al tema pensiones
Que dolor sentirse uno tan impotente ante tanta desigualdad y tanta corrupción 😏🤔
ResponderEliminarJuan Jose, buenos días, leer su artículo es ver y entender una realidad muy cruel y triste de lo que está pasando a las personas mas humildes que por mucho aspiran a depender de un salario mínimo y una modesta pensión para sobrevivir.
ResponderEliminarPeor si vemos que la corrupción se roba 50 BIllones al año del presupuesto nacional y que este dinero podría servir para subsidiar la pensión de personas pobres las mismas que usted cita aquí, crear fuentes de empleo y pagar salarios justos.
En cuanto a la policía yo si tengo reparos, por lo menos el 90% son de los que llaman de estómago, es decir están ahí por necesidad porque no encontraron otra cosa que hacer, pero no sienten la profesión el uniforme les queda grande y son los que fácilmente se dejan corromper o se corrompen solos integrando las pandillas que a diario azotan todas nuestras ciudades. por eso es tan difícil terminar con la inseguridad.
Que tenga un buen día en compañía de su linda familia Juan Jose.
Cordial saludo,
Eugenio Castañeda Gil.