POR JUAN FERNANDO ROJAS T
FOTO ARCHIVO COLPRENSA
Solo mencionar la
posibilidad de que las mujeres se pensionen a los 62 años la edad, al igual que
los hombres, genera contundentes críticas. Eso le pasó a quien escribe, que al
hacer el planteamiento, recibió argumentos llenos de indignación sobre la dura
labor de madre y trabajadora que tienen millones de mujeres en el país y que lo
justo es que tengan un merecido descanso y se sigan pensionando cinco años
antes que los hombres.
Pero ese anhelo, en la práctica es un privilegio de
muy pocas en Colombia, porque la inmensa mayoría de trabajadoras activas no
alcanza a cotizar las semanas suficientes en el régimen público de Prima (RPM)
o a tener el ahorro suficiente en el Régimen Privado de Ahorro Individual
(Rais).
“Las mujeres tienen desventajas para acumular
semanas o aportes porque un mayor porcentaje está en la informalidad frente a
los hombres, tienen tasas más altas de desempleo, mayor proporción tiene
ingresos más bajos e interrumpen más sus cotizaciones a seguridad social
porque, en general, les cuesta más emplearse de nuevo”, diagnostica Héctor
Vásquez, investigador de temas laborales y asesor de la Escuela Nacional
Sindical (ENS).
Bases del debate
Esa cruda realidad laboral se refleja en el sistema
pensional. Solo un 33,82 % de los 1,26 millones de jubilados que contabilizó
Colpensiones a mayo pasado corresponden a mujeres que alcanzaron una pensión
por vejez en Prima Media (RPM). Eso quiere decir que cumplieron con las 1.300
semanas cotizadas (25 años) y que en los últimos 10 años cotizaron para una
mesada de, valga la redundancia, al menos un salario mínimo.
En el caso del régimen privado (Rais), que manejan
Porvenir, Protección, Colfondos y Old Mutual, solo 12,27 % de los 117.884
jubilados son mujeres que tenían una pensión de vejez a mayo, según Asofondos,
gremio de las AFP mencionadas. Tal logro implica: contar con el suficiente
monto de aportes más rentabilidades para financiar una pensión de al menos 110
% del salario mínimo traído a valor presente, sin importar la edad; o haber
cotizado al menos 1.150 semanas (22,11 años) a los 57 años para acceder a una
pensión de un salario mínimo por el Fondo de Garantía de Pensión Mínima.
Ante esa baja cobertura, el debate de la edad de
jubilación se mantiene en el país por cuenta de las recomendaciones recientes
que han hecho organismos internacionales como el Banco Mundial o la
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (Ocde) frente a una reforma
pensional que urge al régimen público.
En ese sentido, países desarrollados adscritos a la
Ocde han elevado e igualado las edades de jubilación que, por ejemplo, en
Estados Unidos son de 66 años, y de 65 en países como España, Alemania, Suecia,
Dinamarca, Canadá y Japón, todos adscritos a la Ocde.
Al mismo tiempo, centrales obreras y asociaciones de
pensionados se han opuesto a tocar el parámetro pensional de la edad y contaron
en su momento con el respaldo de la exministra de Trabajo Clara López Obregón.
Este diario intentó conocer la posición de la actual
ministra Griselda Restrepo, pero no obtuvo respuesta. En todo caso, no está en
planes de este Gobierno una reforma pensional en su recta final, como ya lo
dijo el presidente Juan Manuel Santos, desde febrero pasado y reiteró en abril.
Por qué sí y por qué no
Por ahora, en una esquina están quienes afirman que
en Colombia hay una suerte de machismo pensional que hace más difícil a ellas
jubilarse en el régimen público con una igual cantidad de semanas cotizadas que
los hombres, pero menos tiempo para alcanzarlas.
“Es absolutamente contraproducente que ellas tengan
el derecho de pensionarse en Prima Media con cinco años menos, pero con un
margen de tiempo menor para cumplirlo. Si se uniformara la edad con ellos,
muchas mujeres que hoy no se pensionan, podrían hacerlo”, asegura Jorge
Humberto Botero, presidente de Fasecolda, gremio de los aseguradores.
Desde la orilla opuesta, la Confederación
Democrática de Pensionados (CDP) considera que debe primar el principio de
favorabilidad para ellas, en la medida que con una menor edad, reciben más
beneficio, es decir, más subsidio de pensión por el resto de sus días en el
régimen público.
“El sector privado siempre ha querido aumentar la
edad, en vez de reconocerles a las mujeres ese esfuerzo mayor que deben hacer
para cotizar el tiempo necesario y más en un país en que sigue habiendo
discriminación salarial”, alega Jesús Mendoza Vargas, vicepresidente de la CDP.
Pero desde Asofondos se refuta esa posición alertando
que la sola diferencia de edades de jubilación en el régimen público acrecienta
los subsidios pensionales que ellas reciben, por ende, el costo para el Estado
es más alto y aumenta la necesidad de que más recursos del Presupuesto General
de la Nación, financiado con impuestos de todos los colombianos, vayan a pagar
mesadas.
“Las pocas mujeres que logran pensionarse en Prima
Media reciben subsidios que dejan por fuera a muchas más mujeres, pues así se
igualen las edades, seguirán siendo mayores los subsidios, porque viven más
tiempo, ¿por qué pensionarse antes?”, argumenta e interroga Jorge Llano,
director de Estudios Económicos de Asofondos.
Pero en respuesta a Asofondos, desde la
Confederación General de Trabajadores (CGT), se considera que es inaceptable
buscar solucionar los problemas fiscales del régimen de Prima Media con el
aumento de la edad.
“Hay dos formas efectivas de lograr darle
sostenibilidad al sistema: ampliar la base de cotizantes en Colpensiones dando
estímulos adecuados y unas políticas de formalización de empleo que realmente
funcionen”, replica Jorge Iván Díez, secretario General de la CGT en Antioquia.
Al respecto, el presidente Santos anunció dos
semanas atrás que objetará por razones fiscales y constitucionales un proyecto
de ley que aprobó el Congreso el mes pasado.
Allí se planteó bajar de 1.300 semanas de cotización
a 1.150 para las afiliadas al régimen de Prima Media que ganen menos de dos
salarios mínimos (1,47 millones de pesos, en 2017). La Corte Constitucional
tiene la última palabra.
¿Vivir más, aportar más?
De otro lado, cabe recordar que la esperanza de vida
al nacer en Colombia es de 70,95 años para hombres y 77,10 para las mujeres,
según los últimos datos disponibles del Dane, a 2015.
Ante esa realidad, el presidente de Fasecolda señala
que al margen de discusiones ideológicas o de regímenes pensionales, hay una
realidad demográfica en que si celebramos que la sociedad colombiana viva más
años, también hay que hacer un esfuerzo adicional: “el trabajo da más vida, se
lo digo yo a mis 72 años”, apunta Botero.
Pero esa postura es calificada de “monetarista” e
“insolidaria” por el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT),
Luis Alejandro Pedraza. Considera que omite realidades del mercado laboral
colombiano. “La carga laboral en los ámbitos administrativos, científicos e
intelectuales son muy distintos a los esfuerzos físicos y mentales que se deben
tener en cuenta en trabajos operativos, que son los de la gran mayoría de
trabajadores, incluidas las mujeres”.
Finalmente, se dividen opiniones frente a si el
sistema pensional debe ser solidario con los serios problemas laborales de
ellas: alta informalidad (cero aportes a pensión); temporalidad de los empleos;
autoexclusión laboral por labores domésticas; renuencia de empleadores a
contratar mujeres para evitar cargas salariales adicionales, por temas como la
licencia remunerada de maternidad. Sin contar una limitación compartida con los
hombres: la resistencia de algunas empresas a contratar a personas maduras que
pueden resultar “más caras” que un joven y otros prejuicios.
“Un sistema pensional determinado solo por la
capacidad de ahorro y el premio al mismo, los temas de edad de pensión y los
desajustes del régimen público dejan de ser relevantes”, afirmó hace poco en
Medellín Sergio Clavijo, presidente de Anif, centro de pensamiento económico.
Pero ante esa posibilidad de marchitar el régimen
público, la CUT y la CGT coinciden en afirmar que el Estado debe ser solidario,
particularmente con las mujeres, ante las inequidades laborales que padecen. El
debate está abierto. Saque sus conclusiones.
CONTEXTO
DE LA NOTICIA
RADIOGRAFÍACONSENSO: BONO PENSIONAL DE
NATALIDAD
A pesar del
desacuerdo en cuanto a subir la edad de jubilación de las mujeres en el régimen
público a los 62 años, igual que los hombres, entre los expertos consultados
hay consenso: Sería justo y necesario que una reforma pensional contemple un
mecanismo de bono pensional en ambos regímenes que reconozca a las mujeres un
determinado número de semanas cotizadas por cada hijo nacido y que permanezca
vivo al menos un año, sugiere Jorge Humberto Botero, presidente de Fasecolda. A
esto añade Héctor Vásquez, consultor de temas laborales de la Escuela Nacional
Sindical que sería una herramienta de equidad, en la medida que muchas mujeres
interrumpen si vida laboral para atender a sus hijos. “En la práctica, las mujeres
deben esforzarse más para obtener una pensión, por eso se justifica un
mecanismo compensatorio”, concluyó Vásquez.
Reflexiones al tema pensiones
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