domingo, 26 de octubre de 2014

'Es preferible gravar los dividendos y no la riqueza'

eltiempo.com, Por:  25 de octubre de 2014

'Es preferible gravar los dividendos y no la riqueza'


El nuevo rector del Rosario ve un escenario mundial complejo. No se crecería por encima del 5 %.

El economista José Manuel Restrepo no tiene duda alguna: es preferible gravar los dividendos que mantener el tributo al patrimonio, que es la iniciativa del Gobierno para tapar el hueco de 12,5 billones de pesos en el presupuesto de la Nación del 2015.

A este agudo analista económico, actual rector del Colegio de Estudios Superiores de Administración (Cesa), donde estará hasta mediados de noviembre, cuando ocupará la rectoría de la Universidad del Rosario, cargo en el que se posesionó el viernes pasado, le preguntamos:
¿Cuál es su fotografía de la economía colombiana?
Tiene unas bases sólidas: inflación controlada, tasas de interés relativamente bajas, crecimiento superior al 5 por ciento, desempleo a la baja, aumento de la formalidad laboral; de la mano de lo anterior hay un proceso de mejoramiento fiscal, de tal manera que existe una mayor solidez estructural para el manejo macroeconómico y de las finanzas públicas.
¿Esa situación es sostenible?
Ahora estamos de cara a un escenario internacional y financiero radicalmente distinto al de años anteriores. El crecimiento va a ser sostenible, aunque no por encima del 5 por ciento.
¿Y por qué no?
En buena medida porque el escenario internacional es mucho más complejo que antes. De aquí en adelante seguramente otro será el escenario, pero no tanto en función de nuestra realidad sino de la internacional, que es muy distinta para todo el mundo.
En competitividad, ¿cómo está Colombia?
Hay unos indicadores de más largo plazo en los cuales solo hasta hace muy poco tuvimos un leve mejoramiento respecto de otros países; aún hay asuntos pendientes sobre algunos de los cuales ya se está trabajando, como infraestructura, eficiencia de los mercados, capital humano y su formación, y corrupción de instituciones, en el que nos hemos deteriorado. No obstante, en la última medición subimos unos puestos.
No tantos como para celebrar.
Soy optimista porque en infraestructura el país ya tomó la decisión, y en el PIB es una de las grandes fuentes de crecimiento (la inversión 4G); esto significa que se está haciendo la tarea y esperaríamos que mejore en los cuatro años siguientes. Igual se viene haciendo en educación y esto tiene que dar unos resultados más temprano que tarde.
¿Está de acuerdo con la política económica actual?
Creo que la política económica ha sido acertada. Uno puede discutir temas, como algunos asuntos de la reforma tributaria, pero lo de fondo es haberle dado la solidez a los indicadores macro y estar trabajando los temas que se han identificado como críticos en la competitividad.
¿Qué opina de la propuesta de aumentar en dos horas la jornada laboral nocturna?
Que estamos retrocediendo, pero creo que el Gobierno va a ser suficientemente cuidadoso e inteligente para no echar hacia atrás; el país ha avanzado en una mayor eficiencia de los mercados laborales. Lo vemos en el empleo y mejoramiento de formalización. Colombia es uno de los países cuyos costos laborales son de los más altos del mundo. Cuando se diseñó la política de flexibilidad se buscaba tener la posibilidad de dos turnos laborales a la misma tarifa.
La reforma del 2002 no logró la meta de empleo propuesta.
No obstante, el desempleo viene bajando de manera importante. Ya estamos en un dígito, todavía lejos del resto de América Latina.
No se puede decir que todo el empleo que se está creando sea resultado de la reforma.
Estoy de acuerdo. Pero a pesar de eso lo que sí está claro en el mundo es que uno tiene que tratar de flexibilizar temas como el de la jornada laboral.
¿Le preocupa el impuesto al patrimonio?
Mi gran preocupación es que unos impuestos que se denominaban transitorios, como el 4 por 1.000 o el propio gravamen al patrimonio o aun ese punto adicional del Cree, que tenían destinación específica, ahora se convierten casi que en impuestos estructurales para financiar el presupuesto general de la Nación.
¿Y por qué le preocupa eso?
Porque si antes financiaban gasto coyuntural ahora están financiando gasto estructural. El presupuesto (del 2015) está desfinanciado en 12,5 billones de pesos y no es el único hueco que vamos a tener, porque con la firma de los acuerdos de paz viene una serie de compromisos que requieren recursos adicionales, eventualidad en la cual no va a ser suficiente la reforma que se propone sino que seguramente será necesaria otra más.
¿Usted qué reforma hubiera propuesto?
Yo hubiera preferido gravar los dividendos en vez de la riqueza. En el mundo entero es lo común y no el impuesto al patrimonio.
¿Con ese impuesto cubriría el faltante de 12,5 billones?
También hubiese preferido otros impuestos, particularmente IVA, porque creo que hay margen para adicionarle uno o dos puntos.
El IVA es considerado regresivo.
Hay una salida: definir unos productos de la canasta básica que no se gravan con IVA. Podría haber otra salida: gravar algunos productos de la canasta y parte de ese incremento del IVA devolverse con unos elementos puntuales de política social.
¿Qué más hubiera incluido?
Hubiera trabajado con el impuesto de renta, de pronto eliminando algunas exenciones; me parece positivo que se hubiera reajustado la idea inicial con el Cree, o renta, que es prácticamente lo mismo, que para mi técnicamente es más acertado que ese impuesto a la riqueza.
Cuando al ministro Cárdenas le hablan de gravar los dividendos se pone nervioso.
Y no entiendo por qué, porque en el mundo entero funciona.
Actitud de empresarios, clave para los TLC
Los efectos de los TLC de Colombia no son claros.
Soy de la tesis de que el éxito de los TLC depende fundamentalmente de la actitud de los empresarios, a los que la política pública puso a disposición casi 1.500 millones de consumidores; de aquí en adelante depende de ellos si son capaces de darles valor agregado a sus productos o de prepararse o de aprovechar los mercados o de identificar las oportunidades.
¿Es suficiente la actitud de los empresarios?
Además de la actitud proactiva del empresariado, hay que disponer de otros elementos que son de política pública, por ejemplo: con los costos de energía, de logística y de transporte que tenemos es muy difícil competir, y es necesario hacer un esfuerzo mayor para reducirlos; hay que seguir fortaleciendo la preparación del talento humano, especialmente en los niveles técnico y tecnológico. Hay una tarea pendiente en la formación de inglés, indispensable en una dinámica internacional.
JORGE CORREA C.
Redacción Economía y Negocios

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