miércoles, 3 de mayo de 2017

Descartan aumentar la edad para pensionarse


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PORTAFOLIO.CO,   
MAYO 01 DE 2017 -



Santiago Montenegro, presidente del Consejo Gremial Nacional.
Santiago Montenegro, presidente de Asofondos.

Urge una reforma. El nuevo régimen debería estar dirigido a que las pensiones altas no tengan subsidios y a que sean más equitativas las mesadas. 


Uno de los grandes impedimentos para que los últimos gobiernos tomen la decisión de realizar la reforma pensional ha sido el costo político que conlleva incrementar la edad de jubilación. Entre las modificaciones que los expertos le harían al régimen actual no se contempla ni elevar el número de semanas trabajadas ni la edad mínima para acceder a la pensión, con lo cual se abre el camino para que por fin se realice.



Portafolio habló con Santiago Montenegro, presidente de Asofondos para que explique cuál es la urgencia de realizar cambios al sistema actual, y en qué consistirían estos. “Hay tres grandes problemas. Uno que es de todo el sistema, y es la baja cobertura, y otros dos muy graves que son solamente del régimen público, uno es la insostenibilidad fiscal y dos, la inequidad”.

Explicó que la baja cobertura obedece en gran medida a la informalidad laboral en el país, pero su mayor preocupación está en “el déficit público de $38 billones anuales se está comiendo casi la tercera parte del recaudo de impuestos del Gobierno”, anotó Montenegro; quien añadió que además, se están “yendo unos $20 billones en subsidios a los estratos de ingresos más altos”.


En estos frentes concuerda con Miguel Largacha, presidente del Consejo Directivo del gremio, y de Porvenir, quien además, habló de las necesidad de complementar la reforma pensional con una laboral. 

“La elevada informalidad y baja productividad, redundan en pocas semanas y bajos ingresos de cotización, lo que explica en gran medida la escasa cobertura de sistema. Es por esto que una reforma pensional deberá ser complementada por una laboral que promueva la formalización del trabajo en Colombia, para lo cual se hace necesario continuar reduciendo los costos laborales y robustecer la cobertura y calidad de la educación, especialmente la superior, que resulta ser una de las variables más relevantes para lograr este objetivo, generando un incremento en la productividad”, aseguró Largacha.


Para corregir estas debilidades del sistema, Montenegro sostiene que se deben hacer cambios enfocados en que hayan más pensiones y que sean mejores. “Pensiones o auxilios en la vejez para aquellos que son inferiores al salario mínimo”. 

Añade que en el pasado se han hecho reformas para darle caja al Gobierno y reducir el déficit fiscal, como sucedió en Argentina y en algunos países de Europa del este, por lo tanto la reforma que se presente debe tener claros sus objetivos.

“En lugar de haber dos regímenes en el pilar contributivo, debemos tener unos solo, eso elimina el arbitraje entre cada uno de estos, pero como está definido hoy las personas de salarios más altos tienen subsidios en el régimen de prima media”, explicó Montenegro como uno de los cambios que debe proponer la reforma. 

Indicó además, el Presidente de Asofondos que este cambio permitirá que los subsidios que se entreguen lleguen a las personas más pobres y no a quienes tienen salarios altos. Sin embargo, el grueso de la reforma, y lo que permitirá que el sistema sea equitativo y justo, está en lo referente a la proporcionalidad en las pensiones.

“Usted debe tener una pensión en proporción a lo que cotizó toda la vida. Hoy en día no se cumple porque la pensión se define solo por lo que usted cotizó en los últimos 10 años”, sostuvo Santiago Montenegro. Esto implica el fin del llamado beneficio definido y el paso a un sistema de cuentas individuales. Montenegro asegura que “el actual Gobierno dio un paso muy importante en esa dirección al decidir que el nuevo esquema para los riesgos de la vejez de la población de bajos ingresos, los BEPS, sea un régimen de cuentas individuales. Esta es la política que han adoptado los países con mejor seguridad social del mundo”. 

Para el ejecutivo este es uno de los cambios que haría la diferencia debido a que permitirá que el ahorro sea equivalente a la pensión que se obtenga y permitirá mitigar los casos donde se distorsiona la mesada por salarios devengados en periodos muy cortos.

“Hay casos de personas a punto de pensionarse a quienes se les encarga en un puesto con un salario muy alto y eso hace que la suma se eleve sin que eso corresponda al ahorro que el afiliado realizó a lo largo de su vida laboral”, anotó Montenegro.

La discusión debe centrarse en cómo diseñamos un sistema pensional que incremente la cobertura, que sea equitativo y sostenible en el tiempo. “Quiero insistir en que la discusión no puede centrarse en quien administra el sistema. Al final del día, se verá que, como en otros países, la administración del sistema deberá ser compartida entre públicos y privados. En este sentido, queremos enfatizar que nunca hemos argumentado el cierre Colpensiones, como nos acusan algunos”, enfatizó el directivo del gremio. 

Aclara eso sí, que la reforma pensional deberá respetar los derechos adquiridos de los actuales pensionados y las expectativas legítimas de quienes están próximos a jubilarse, lo que implicará, necesariamente, una nueva transición a partir del momento de su entrada en vigencia. “Esa transición no puede ser de 20 años, esta debe ser, como máximo, de 10”.



Reflexiones al tema pensional

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