cronicadelquindio.com SEPTIEMBRE 05 DE 2024
El país con ese desorden en unas entidades e instituciones públicas, ante esa infinidad de intereses de partidos y líderes comprobados, millones de colombianos dudan de esos intentos de aprobar el presupuesto y unas reformas, donde la sociedad no está dispuesta para recibir otro golpe que obliga pagar más impuestos que afecten a la sociedad civil. Como ciudadanos aunque inconformes, los impuestos se deben cobrar con justa razón y en proporción, rechazando esa fingida obra de teatro de otra reforma tributaria, supuestamente para salvar el presupuesto y dejarlo listo pero para seguir peor.
El alto gobierno y ministros en su afán de reformas como la ley de financiamiento, reforma que a nivel nacional no ha sido bien recibida, más que reforma o cualquier nombre que se de, es simplemente otro intento fallido para tratar de cubrir algo que en años no han querido sanar ni mostrar la realidad que ellos, los mismos congresistas incluidos de la oposición y partidos han creado y siguen ocultando al país. El artículo Presupuesto del país ¿es real o trampa? sirve para ver el engaño con esta ley de financiamiento, pues es algo similar, donde se repite el mismo procedimiento en el Coliseo de la Democracia para seguir con el mismo daño, que en vez de acortar crece imponiendo más tributos, cobrándole a los demás y a otros sin tocar. Es triste ver como nuestros afanados líderes, muchos o unos, están listos para aprobar reformas, sin importar el daño a la sociedad y al país. ¿Hasta cuándo con ellos?
Con la variedad de líderes y partidos activos que conocen infinidad de problemas fiscales, sociales e institucionales y otros, se presten a cubrir un faltante del presupuesto del 2025, cuando saben la existencia de una corrupción abierta y sin control, los inmensos vacíos y rotos, aprovechado por muchos, un alto % de evasión generando pocos ingresos, una tributación del país que está en un 18 % aproximado inferior a otras naciones con un 24 %, una deuda que pasa de 94,5 billones a 112,6 billones y la inversión se reduce de 99,8 billones a 82,4 billones. Aquí se muestra la culpa del congreso, que por no estudiar más la evasión tributaria, ha generado este resultado: el evasor va a ganar más, el país tendrá menos recursos, donde las regiones recibirán menos servicios.
Inexplicable este momento cuando los mismos congresistas han participado en actos que han aprobado, excepciones, beneficios tributarios, regalos salariales a gobernadores, alcaldes, miembros alto gobierno, optan guardar silencio prefiriendo gritar ofender o destruir que tratar de mirar hacia atrás y decir vamos a corregir, pues vale más la defensa de ellos y sus intereses que aportar para construir por el bien del país. Increíble pero cierto, con esa orfandad de liderazgos y partidos que no guían como debe ser, el país jamás cambiará.
Hacer reformas, para seguir peor
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Juan J. Orrego L