Uno de los economistas con mayor experiencia en el país, señala que el contexto internacional va a normalizar la tasa de cambio y las ventas de la industria, los factores que la han desacelerado.
Desde hace un año, el ingeniero y economista Juan José Echavarría recibió la invitación para que, desde la Fundación Buen Gobierno, delineara la política económica y la estrategia que tendría un eventual segundo mandato de Juan Manuel Santos.
Desde entonces, Echavarría, quien ha sido codirector y miembro de la junta directiva del Banco de la República, se ha dedicado a revisar y estudiar los temas urgentes y los ‘timonazos’ necesarios para mantener el buen rumbo que la economía nacional ha presentado recientemente. Desde el año pasado, también, dirige la Comisión para la Política Cafetera. Por su trayectoria es una voz autorizada. En la entrevista plantea los retos en materia industrial, cambiaria, en comercio exterior, en educación y, dice, que la clave es pensar en estrategias de largo plazo.
De ganar las elecciones ¿presentarán una nueva reforma tributaria?
Todos los gobiernos hacen esfuerzos para no subir impuestos, pero sí hay que tocar estructuras. La estructura tributaria actual tiene un gran logro que fue bajar parafiscales. Pero, la reforma tributaria tuvo demasiado énfasis en los asalariados, y es el único grupo que siempre está pagando. No se tocó el tema gordo, relacionado con que los sectores exceptuados o eximidos paguen un mínimo. Lo que el presidente Santos ha respondido es que la reforma si se necesita se hará. El 4 por mil llegó para quedarse, porque reemplazar un punto del PIB en recaudo es difícil.
Dicho lo anterior, también puede decirse que hay espacio para mayor gasto público en un país que se mueve hacia la paz. Existe un relativo equilibrio fiscal, la deuda neta del Gobierno central es 34 por ciento, mucho menor al 45 por ciento observado hace una década, y el recaudo tributario total es menor que en otros países de la región.
¿Cómo controlar la volatilidad de la tasa de cambio?
Cuando se mira el crecimiento del PIB en Colombia es de los mayores en la historia, porque no ha habido una crisis cambiaria. Últimanente, lo bueno es que el PIB ha crecido en forma más estable porque se controlan esas crisis. Por eso, el Banco de la República ha defendido las tasas de cambio, pero sin mucha intervención, porque el objetivo es que el PIB crezca y que la inflación esté controlada.
Con eso se mueve la tasa de interés, pero la tasa de cambio no es un objetivo del Banco de la República aunque sí se trata de suavizar su patrón.
Parte del éxito colombiano en el crecimiento tiene que ver con el manejo cambiario más flexible que adaptó el Banco de la República. Eso duele porque las tasas de cambio volátil les duelen a los empresarios que planifican en agricultura y en industria y, con volatilidad, es más complejo. El Emisor debería suavizar un poco más esa volatilidad, pero no cambiar tendencias. El manejo cambiario no va a modificarse. No creo que los flujos que ha significado el rebalanceo del JP Morgan se sigan dando. El Banco sí ha sido sensible para que las inversiones de portafolio estén muy controladas y eso se va a mantener. No creo que los controles de capital masivos funcionen.
¿Cómo financiar la infraestructura de vías 4G?
Todos los países de la región están haciendo bien sus vías. Ecuador lo hizo, Argentina, Perú, México y Venezuela, ¿qué es lo que estamos haciendo mal?
Creo que los proyectos están bien estructurados. Ahora, si el modelo está bien montado, hay que impulsar y esperar que se destrabe la venta de Isagen. Es un debate absurdo, porque el Estado debe brindar carreteras y seguridad y las cosas básicas, antes que meterse como productor de lo que sea. No entiendo el argumento de que porque Isagen es muy rentable hay que estar ahí.
Donde no funcionan los mercados debe estar el Estado y donde funcionan, el sector privado.
Con los bancos vamos trabajando poco a poco. La primera licitación mostró algo y sobre eso hay que estar mejorando, aprendiendo lecciones. Es un proyecto a 20 años. Las primeras no son las más importantes sino las que ya estaban listas para arrancar. Hay que ir trabajando para que se hagan más interesantes y atractivas para los inversionistas.
Soy muy optimista, lo que veo, más allá de las discusiones y las dudas, es que se trata de un proyecto gigantesco y que el país lo va a hacer bien, como pasa en otros países de América Latina.
¿Cómo van a garantizar una buena dinámica industrial?
No hay mal que dure cien años. La tasa de cambio seguirá subiendo, en parte gracias a las tasas de interés que fija la Reserva Federal (FED) en los Estados Unidos, y el comercio mundial se reactivará poco a poco.
De hecho, se espera que la industria crezca 4 por ciento o más en el 2014. Además, siempre existe el problema contable de que parte de lo que antes se llamaba manufactura hoy no lo es.
Fabricato empleaba aseadoras en el pasado, y eso se llamaba producción industrial, mientras que hoy contrata ese servicio por fuera de la empresa.
No existe una contradicción entre comercio e industrialización, como refleja la experiencia de Asia.
Hay otros problemas. Se debe combatir el contrabando. El costo de la energía es muy alto en Colombia y año tras año sube más que la inflación.
Los industriales están pidiendo a gritos contar con precios competitivos de la energía.
Por supuesto, para poder competir, los industriales requieren estabilidad jurídica, como lo menciona un artículo reciente del Presidente de la Andi, se requieren carreteras, educación, mayor cobertura del Sena, es decir, toda una estrategia global de competitividad.
Además, no parece conveniente un arancel que discrimina en contra de bienes de capital y materias primas intermedias y agroindustria, en favor de bienes de consumo tradicionales.
Es clave el fortalecimiento de Bancóldex. Que sea un banco de desarrollo y además, fortalecer iNNpulsa. Es clave separar la tareas de Colciencias de las tareas de innovación. Fortalecer el Programa de Transformación Productiva (PTP). Hay otra serie de cambios técnicos y productividad regional relacionados con la estructuración de clústers diferenciados y regionales que dinamicen la producción.
SE CONTINUARÁ CON LA REDISTRIBUCIÓN DE TIERRAS
La producción agrícola creció más entre 2010-2013 que en cualquier cuatrienio anterior, pero a tasas de todas formas bajas. El mensaje central que ha repetido una y otra vez el Presidente Santos es que hay es que hay campo para todos. La Orinoquia y la racionalización del uso de la tierra ofrecen un enorme potencial para que Colombia se convierta en una de las despensas del mundo en alimentos. Pueden surgir formas asociativas importantes en el sector agrícola, y es importante pensar en formas de producción basadas en arriendos de muy largo plazo (100 años) como ocurre en varios países de tradición anglosajona. Además, se continuará con el proceso de redistribución de tierras.
La agricultura colombiana tiene que ser rentable para que haya inversión en el campo. Ello requiere contar con bienes públicos (carreteras, investigación tecnológica y distritos de riego); contar con reglas de juego claras y estables; y con Instituciones. Estoy convencido de que un campo con menores niveles de violencia, donde invertir sea rentable, puede ser muy competitivo a nivel internacional, y los acuerdos comerciales pueden ser la base para una expansión sostenida del sector en ese escenario. Evitar abusos en contrabando, precio de los fertilizantes y energía.
LA IDEA ES DEDICARSE A APROVECHAR LOS TRATADOS DE LIBRE COMERCIO QUE ESTÁN VIGENTES
“La economía colombiana sigue siendo muy cerrada. La solución tampoco es exportar mucho e importar poco. Así no es. La diferencia entre los dos es lo que se llama cuenta de capitales y la nuestra es pequeña y por eso, importaciones y exportaciones, coinciden.
Colombia, Argentina y Brasil son los países más cerrados de la región; sin embargo, Colombia, México, Chile, Perú y República Dominicana han firmado importantes acuerdos comerciales, es decir, se están abriendo.
El mensaje es que con los actuales acuerdos comerciales nos vamos a ir abriendo poco a poco, en forma recíproca, teniendo en cuenta sensibilidades. Me parece complicado para el país que los TLC estén tan ‘satanizados’, porque se sabe que el comercio es vital para los países. Chile y Perú están creciendo más y desde hace diez años, porque hacen lo que hizo Asia: abrirse más al comercio exterior. La idea es que Colombia se meta a ese club como lo está tratando de hacer.
No estoy de acuerdo con los que dicen que hay que renegociar los acuerdos firmados. Hay campo para algunas discusiones, pero no le veo nada malo a la forma que se negoció con Chile, el Nafta, con Estados Unidos o con México. Nos estamos abriendo, y eso implica darnos 15 años para sacarles el mayor provecho.
Lo otro es que ya hay muchos, entonces sí debemos dedicarnos a sacarles el jugo. El presidente Santos ha dicho que no significa que nunca más se firme otro acuerdo comercial, pero por ahora, hay un potencial de 1.400 millones de consumidores que debemos aprovechar en lo agrícola, en lo industrial, y otras áreas. Hoy, los mercados emergentes tienen el 30 por ciento de participación en el negocio de las manufacturas, eso era impensable hace 20 años. Nosotros podemos competir en manufacturas. Nos vamos a dedicar a aprovechar los firmados. Aprovechar la Alianza del Pacífico que interesa mucho a los inversionistas internacionales porque es una integración novedosa, porque somos países que queremos ir hacia el mismo lado.
La industria es un sector que importa más de lo que exporta y las importaciones crecen más, igual que el contrabando. Eso refleja lo que pasa en Colombia y lo que le duele a la industria. Hay sectores a los que les golpea duro el comercio. No exportamos por la crisis mundial e importamos porque el país sigue creciendo. Esto refleja lo que sienten los industriales. En la medida en que el comercio mundial reaccione, las exportaciones se van a dinamizar. Eso devaluará la tasa de cambio y la industria a va a exportar más, aprovechando al máximo el mercado mundial de manufacturas.
'DE CERO A SIEMPRE'
Este Gobierno ha hecho cosas muy importantes en educación sobre todo en el tema de los niños. ‘De cero a siempre’ es un gran esfuerzo y está bien hecho. Duplicar ese esfuerzo de 1,2 a 2,4 millones de niños, cobertura universal. Dignificar la carrera de maestro con evaluaciones, no solo aumentar salarios, hay que diseñar salarios dignificados, pero evaluar a los maestros. El bilingüismo es clave, es hora de que todos hablen el idioma universal.
Además, fortalecer las escuelas rurales, que sean centros de reconciliación, de aprendizaje, comunitarios, con Internet para todos. Crear 1.500 escuelas rurales por año.
Es necesaria la jornada única escolar así cueste toda la plata del mundo”.
Jaime Viana Rojas
jaivia@eltiempo.com
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