martes, 20 de mayo de 2014

La tarea de planear la jubilación y disfrutar de la pensión

PORTAFOLIO.CO, Mayo 16 de 2014
Al jubilarse la persona tiene cuatro periodos.

Un programa de pre pensionados se percibe como una oportunidad para prepararse a esa nueva etapa de la vida.

Quienes están a pocos años de cerrar el ciclo de la vida laboral para pensionarse, deben pensar en cómo hacer el tránsito de una vida de horarios, relaciones con compañeros y jefes, a una realidad más disipada en la que la familia y la casa se volverán su nuevo campo de acción.
Al respecto, una investigación del Programa de Psicología de la Universidad Manuela Beltrán presentó los resultados de una de las sus investigación en las que, la conclusión central es que antes de conquistar la jubilación es mejor pre jubilarse.
El estudio se fundamentó en la firma de un convenio de la Secretaría Distrital de Salud (SDS) con esa institución con el fin de desarrollar la fase 1 del Observatorio para personas en proceso de retiro laboral con los funcionarios de la Secretaría que están ad portas de recibir su pensión.
Oskar Gutiérrez, psicólogo investigador, explicó que se encontró que el 90 por ciento de los trabajadores que tienen procesos de preparación antes de jubilarse, manejan el duelo de la pérdida laboral; mientras que para el 10 por ciento restante se evidenció no querer perder su espacio de trabajo.
De acuerdo con el estudio, las personas que están a punto de jubilarse “se enfrentan a la elaboración de un proceso de duelo (cierre de la etapa) donde las rutinas, patrones y relaciones dan un giro importante, haciendo que el sujeto se enfrente a nuevos retos y nuevas dinámicas”.
En ese escenario, la familia es fundamental para que el prejubilado se acomode al nuevo rol.
La experiencia de la investigación corroboró lo que señala el libro “Envejecimiento, tiempo libre y gestión del ocio” de Giró 2009.
LAS ETAPAS
Explica que al jubilarse, la persona tiene cuatro periodos.
La primera es la ‘luna de miel’.
En ella, las personas intentan hacer todo lo que desearon hacer y no pudieron en los años anteriores.
La segunda etapa corresponde a la ‘fase de rutina’.
Se caracteriza porque se integra a actividades y grupos estables con los que únicamente hay que adaptarse al tiempo que se dedicará.
La tercera es la ‘fase de relax y descanso’, con una reducción temporal de la actividad.
La cuarta y última etapa es la ‘fase de desencanto y depresión’, cuando la persona comprueba que sus expectativas, ideas y fantasías sobre la jubilación no se cumplen para seguir con una parte de reorientación, en donde se pasan por una reevaluación y elaboración de propósitos y proyectos nuevos acordes a su realidad.
Así, el estudio resalta la importancia de prepararse para cada una de estas etapas, de manera que el jubilado afronte su realidad y planee con certeza su futuro más próximo.
Al aceptar la jubilación, la persona está en capacidad de desenvolverse mejor social y familiarmente.
CAMBIA LA ECONOMÍA FAMILIAR
El retiro de la vida laboral implica una modificación en la economía de la familia, más cuando existen hogares que son dependientes económicamente de quien va camino a pensionarse.
En esta fase, es cuando se ve efectivamente la tranquilidad de quienes se cuidaron de hacer ahorros adicionales para lograr la tranquilidad económica cuando viven esta nueva etapa de la vida.
“Este aspecto incide de manera importante en la vida del pensionado, ya que sus aspiraciones se basan en tener estabilidad económica en su vejez, sin depender ni ser carga para nadie, como recompensa y satisfacción del trabajo realizado en años”, advierte el estudio.

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