co.mujer.yahoo.com, Por Sebastian Fournier
No hay pareja que sobreviva a la rutina, mucho menos si se prolonga con el tiempo. Lo mismo siempre aburre, desencanta, desgasta.
¡Cómo ponerle un poco de “picante” a la relación? Aderezándola con creatividad. Cualquiera de los dos puede tomar la iniciativa. Como dicen: “si no aprovechamos el talento creador, desperdiciamos inteligencia”. Y ese talento, que nadie nos engañe, lo tenemos todos.
La creatividad no es una iluminación repentina, requiere voluntad, empeño y hábito para intentar cambiar el mundo. De igual modo que hiciste allá lejos y hace tiempo para enamorar a él o ella.
¿Cuál es la situación, cómo conseguir la combinación mágica? Los científicos responden: es un estado mental relajado, estando un poco distraído y llenos de dopamina (un neurotransmisor del sistema nervioso central).
Se ha estudiado que atravesando ese estado se nos ocurren las mejores ideas y fluye la creatividad. Según la doctora Alice Flaherty, especialista en neurociencia y autora de The Massachsetts General Hospital Handbook of Neurology y del bestseller The Midnight Disease sobre la creatividad del cerebro, encuentra en la acción de darse una ducha un excelente sitio para que se incremente la dopamina que funciona como un disparador para tener grandes ideas creativas, incluso las que servirán para favorecer al matrimonio.
Tiene lógica, porque tomar una ducha es una gestión placentera y relajada, lejos de los e-mails entrantes y los SMS inoportunos que nos enloquecen. Allí es donde nuestro cerebro hace espacio para procesar la información acumulada en los momentos de tensión y da paso más serenamente a aquellas ideas que nos sorprenderán.
Si tomamos la decisión de introducir cambios creativos y nuevas ideas para mejorar el devenir de nuestra pareja, ¡qué mejor lugar para encontrar soluciones y respuestas para la inercia conyugal que una reconfortante ducha de a dos?
La tarea es en equipo, como en cualquier brainsorming (la conocida técnica de grupos utilizada en Publicidad y Marketing para hallar soluciones de comunicación). Entonces, reunamos ingeniosamente las técnicas sugeridas por la neurociencia y el marketing… El resultado: No habrá mejor recurso que tomar una ducha compartida con nuestra pareja y encontrar juntos, bajo el agua tibia y amable, aquellas maravillosas ideas que lograrán que nuestra relación se renueve al son de la creatividad y el amor.
@sebas4nier
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