POR: razonpublica., Fabián Alejandro Acuña, 16 Junio 2014
A juzgar por la campaña y por las percepciones tan opuestas, vale decir que Colombia quedó dividida en dos mitades irreconciliables. Pero otra cosa será cuando el Congreso empiece a sesionar y se alinee con el Ejecutivo.
Dos mitades
El acuerdo del Frente Nacional (1958-1974) fue el mecanismo para resolver una polarización que desató la violencia bipartidista del siglo pasado. Los dos partidos tradicionales llegaron a este acuerdo en representación de “las dos mitades de Colombia”.
Hoy, después de casi sesenta años, nos encontramos con un país dividido en dos mitades muy distantes ideológicamente. Por un lado se encuentran quienes apoyaron la reelección del presidente Santos: sectores muy disímiles pero congregados alrededor de la bandera de la “paz” y la continuación del proceso de negociación con las FARC más avanzado que ha vivido el país en medio siglo. Por otro lado están los sectores afectos al modelo uribista para lograr la paz con rendición militar de las guerrillas y “sin impunidad” para los excombatientes.
Con todo, en realidad nos encontramos ante un resultado electoral que no es estrecho, por fortuna, para la estabilidad democrática, pero que tampoco es suficientemente amplio como para desconocer que se trata de la otra mitad del país: Santos, 50,95 por ciento, Zuluaga, 45 por ciento.
El Ex-presidente y jefe de campaña del Presidente Santos, César Gaviria Trujillo. Foto: World Economic Forum |
Quiénes estuvieron con Santos?
Aunque el Polo Democrático Alternativo (PDA) y la Alianza Verde (AV) dejaron en libertad a sus votantes, sectores destacados de ambos partidos acompañaron decididamente la opción de continuar el proceso de La Habana, sin perder su independencia ni renunciar a su papel de opositores al gobierno Santos.
Esto les costó críticas y tensiones dentro de sus propios partidos: en el caso del PDA, fue decisivo el apoyo de Clara López e Iván Cepeda, y entre los Verdes, el de Navarro, Claudia López y algunos Peñalosistas, que acompañaron a Santos para evitar el retorno eventual de las políticas uribistas.
El progresismo del alcalde Petro se comprometió con la campaña santista, y la renuncia de algunos de sus funcionarios más connotados para trabajar por la reelección fue una evidencia notable de este apoyo.
Entre los sectores alternativos, figuró también la campaña por la “paz”, del exalcalde Antanas Mockus.
La suma de los votos aportados por el PDA, la AV y los Visionarios puede explicar en buena parte la reversión del resultado de la primera vuelta en Bogotá.
Después de todos los líos de los conservadores, en la segunda vuelta quedaron en libertad de apoyar abiertamente al presidente, y también de utilizar sus redes políticas regionales a favor de la reelección.
Lo mismo hicieron los congresistas del Partido de la U, que habían “puesto conejo” en la primera vuelta. Esto consolidó la votación regional, que había sido tan competida en la primera vuelta.
La suma de los votos aportados por el PDA, la AV y los Visionarios puede explicar en buena parte la reversión del resultado de la primera vuelta en Bogotá.
Además, el “núcleo duro” de la Unidad Nacional (Partido de la U, Cambio Radical, y Partido Liberal) contó con la dirección del ex presidente Gaviria, quien para segunda vuelta y con lista en mano llamó a cuentas a todos los parlamentarios de la coalición, comprometiendo a sus organizaciones políticas regionales. Y también debemos sumar el apoyo del expresidente Samper que, aunque poco visible, fue considerable.
Los que estuvieron con Zuluaga
El candidato del Centro Democrático le debe poco a quienes obtuvieron la curul por este partido el pasado 9 de marzo, pues en su mayoría se trataba de figuras de opinión (sin votos) o de familiares de personas controvertidas en razón de sus posibles vínculos con grupos ilegales.
Además de esto, Zuluaga apeló al apoyo de las iglesias cristianas (el voto más fiel que existe) que desde siempre han tenido cercanía con el expresidente Uribe.
De los sectores que acompañaron a la candidata conservadora Marta Lucía Ramírez, algunos la acompañaron en su decisión de aliarse con Zuluaga y otros se apartaron (no es posible conocer la proporción exacta); pero sin duda el mayor aliado del candidato uribista en el Partido Conservador fue el expresidente Andrés Pastrana
Por último y por supuesto no menos importante, hay que contar el numeroso voto de opinión uribista, que no está adscrito a algún partido político, sino que simplemente es cercano a la personalidad y al carisma del expresidente y su estilo de gobierno.
El Presidente Santos acompañado del Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón Bueno y de miembros de la cúpula militar. Foto: Presidencia de la República |
La división de los “otros verdes”
La otra división que debe mencionarse -y es la más preocupante- fue la que se produjo dentro de las Fuerzas Militares.
La campaña de polarización y desinformación logró dividir la fuerza entre quienes tomaron la desafortunada decisión de hacer política y aceptaron argumentos temerario como aquellos de que en La Habana se le “estaba entregando el país a la guerrilla”, “que iban a desmejorar los salarios de policías y soldados” o aún “que Timochenko será el próximo presidente”.
Por otro lado, dentro de las Fuerzas Militares estuvieron quienes respetan la constitución y están comprometidos con el proceso de paz - aunque prosiguen su ofensiva militar contra las FARC y el ELN.
Así las cosas, los resultados de la segunda vuelta pusieron en evidencia una polarización entre dos vastos sectores políticos que hace mucho tiempo no vivíamos en Colombia.
Congreso sin dos mitades
Pero tenemos un régimen presidencial donde el Ejecutivo (o su chequera) es el eje articulador de todo el sistema.
Para las fuerzas políticas siempre es mejor estar del lado ganador, por lo menos durante cuatro años, para acceder al poder, a los cargos y recursos que les permiten cultivar y acrecentar su electorado. Y el Gobierno a su turno necesita mayorías en el Congreso para poder tramitar sus iniciativas.
La oposición sin embargo tiene un lugar esencial, y no apena por razones ideológicas o de convicción, sino además porque puede distanciarse de los errores o desgaste del Gobierno y presentarse como alternativa de poder en la siguiente ronda.
La otra división que debe mencionarse -y es la más preocupante- fue la que se produjo dentro de las Fuerzas Militares.
A la luz del resultado electoral, ¿qué podríamos esperar entonces en términos de coaliciones?
1. Del lado de Santos. Dadas la composición actual del Congreso y la reelección de Santos es de prever que habrá una coalición mayoritaria de gobierno y que esta crecerá con el retorno del Partido Conservador, de los miembros de la Alianza Verde, y las curules de Opción Ciudadana (PIN), sumándose al núcleo duro de la Unidad Nacional (Partido de la U, Partido Liberal y Cambio Radical).
Debemos suponer que los sectores del Polo que acompañaron la segunda vuelta (y aun algunos de los verdes) solo lo hicieron como voto por “la paz”, en contra de Uribe, y que en el Congreso van a mantener su oposición política.
2. Del lado de Uribe. Estarán por supuesto los congresistas elegidos por el Centro Democrático, partido que en Senado alcanzó alrededor del 19 por ciento y en Cámara, 8 por ciento. Y aunque se trate de una bancada disciplinada y férrea en su oposición, será también solitaria porque no es muy probable que los representantes del MIRA- el único sector que quedaría “disponible”- se unan a este grupo porque este movimiento se caracteriza por su independencia.
Bajo estas circunstancias y como puede apreciarse en el siguiente Cuadro, el presidente tendría alrededor del 76 por ciento del Senado y casi un 84 por ciento de la Cámara. El país podrá estar dividido en dos mitades pero el Congreso sin duda no lo está.
Coalición
|
Partido
|
% Senado (Aprox)
|
Suma %
|
% Cámara (Aprox)
|
Suma %
|
Unidad Nacional
|
PARTIDO DE LA U
|
21
|
76
|
24
|
84
|
PARTIDO LIBERAL COLOMBIANO
|
17
|
25
| |||
PARTIDO CAMBIO RADICAL
|
9
|
10
| |||
Hicieron Parte de la anterior UN
|
PARTIDO CONSERVADOR COLOMBIANO
|
19
|
17
| ||
PARTIDO OPCION CIUDADANA
|
5
|
4
| |||
PARTIDO ALIANZA VERDE
|
5
|
4
| |||
Sectores acompañaron segunda Vuelta
|
POLO DEMOCRATICO ALTERNATIVO
|
5
|
5
|
2
|
2
|
Oposición Independiente
|
MOVIMIENTO " MIRA "
|
0
|
2
|
7
| |
ASI
|
1
| ||||
OTROS
|
4
| ||||
Oposición Dura
|
CENTRO DEMOCRÁTICO MANO FIRME CORAZÓN GRANDE
|
19
|
19
|
8
|
8
|
Conclusión
Al responder la pregunta inicial (sobre si esta elección dejó a Colombia partida en dos mitades) habría que distinguir entre dos instancias. Si bien fueron planteados dos modelos de gobierno con diferencias ideológicas marcadas y polarización electoral intensa, cuando llegamos al Congreso no existe tal división.
Pero además en una y otra instancia acabó por predominar el “santismo”, lo que a la postre resultaría conveniente porque este Congreso deberá refrendar los acuerdos de La Habana (si se logran) y definir grandes temas que quedaron pendientes en el primer gobierno como decir, la reparación a las víctimas, las reformas de la salud y la justicia.
*Docente-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana e investigador del Observatorio de Restitución y Regulación de los Derechos de Propiedad Agraria. www.observatoriodetierras.org.
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